Aogashima, el pueblo japonés dentro de un volcán que puede despertar en cualquier momento

En el mar de Filipinas encontramos esta curiosa isla que despierta tanto miedo como admiración.

Así es Aogashima, la isla japonesa que podría entrar en erupción en cualquier momento.
Así es Aogashima, la isla japonesa que podría entrar en erupción en cualquier momento. / Istock / KKKvintage

Los enamorados de Pixar seguramente no tengan que esforzarse mucho para recordar el corto de Lava, con su espectacular banda sonora y un argumento que pone los pelos de punta: la historia de dos volcanes y cómo el amor consigue que, tras muchos años, puedan encontrarse y vivir juntos formando una sola isla. Bonito, ¿verdad?

Si el corto de Pixar se grabara en live-action ya os decimos que, seguramente, la isla de Aogashima sería un escenario perfecto, puesto que es el resultado de la erupción de un volcán en las profundidades marinas y, hoy en día, hogar de un pueblo japonés que sabe que la caldera puede ponerse a escupir fuego y lava en cualquier momento.

Así luce Aogashima desde el aire.

Así luce Aogashima desde el aire.

/ National Land Image Information (Color Aerial Photographs), created by Ministry of Land, Infrastructure, Transport and Tourism, distributed by Geospatial Information Authority of Japan

Aogashima: la isla volcán

Para descubrir Aogashima debemos trasladarnos hasta el mar de Filipinas y allí, en una pequeña isla del archipiélago de Izu y a 358 kilómetros al sur de Tokio, nos topamos con esta joya que constituye el hogar de unas 200 personas. Recuerda un poco a la isla con forma de barco acorazado situada a 15 kilómetros de Nagasaki, un punto de referencia para los amantes del turismo dark.

Volvemos a Aogashima para descubrir una isla de cuento. También nos recuerda un poco a la de Parque Jurásico, ya que el volcán está todo cubierto de un verde que lo convierte casi en una jungla. No es muy grande, puesto que mide menos de 9 kilómetros cuadrados. Su máxima dimensión de punta a punta es de 3, 5 kilómetros, mientras que cuenta con un ancho de 2, 5 metros.

Aogashima recuerda a la isla de Parque Jurásico.

Aogashima recuerda a la isla de Parque Jurásico.

/ Istock / KKKvintage

Considerado como un volcán activo de Clase C por la Agencia Meteorológica de Japón, la última erupción de Aogashima tuvo lugar durante cuatro años entre 1781 y 1785. Y, aunque ya no queda vivo nadie que lo presenciara, el miedo a que se repita está presente en todos y cada uno de los habitantes de este paraíso. La isla quedó deshabitada hasta algo más de medio siglo después, cuando algunos evacuados y descendientes decidieron volver a ‘sus casas’.

Los beneficios de Aogashima

Vivir dentro de un volcán no solo trae aparejado miedo e incertidumbre; de hecho, también hay algunas otras cosas buenas, como que todos los habitantes pueden disponer de aguas termales gratuitas durante todo el año gracias a los vapores que emanan del volcán. Además, cuentan con una tierra muy fértil que les permite cosechar todo tipo de frutas y verduras.

Curioso mirador en la isla de Aogashima.

Curioso mirador en la isla de Aogashima.

/ Istock / KKKvintage

Cómo se vive en una isla volcán

Otra de las especialidades de la isla es la sal Hingya, que se elabora a partir de agua de mar bombeada y evaporada mediante calor volcánico, y un tipo de patata que los locales denominan shōchū.

Los habitantes de Aogashima viven en dos aldeas. Por un lado, Nishigo, situada en el oeste y, por el otro, Yasundogō, en el este. Encontramos también un camping que puede albergar a viajeros y otras pequeñas edificaciones que en la actualidad son diferentes negocios.

Como la isla es pequeñita, y a pesar de que hay numerosas familias con niños, solo hay una escuela en la que se aglutina tanto a los estudiantes de primaria como de secundaria. Y, una vez finalizados ambos, viene el dilema de si seguir en Aogashima, el pueblo japonés dentro de un volcán que puede despertar en cualquier momento o viajar hasta otros lugares de Japón en los que poder seguir estudiando para prepararse de cara a un futuro.

Síguele la pista

  • Lo último