5 rincones de Roma que todavía no conoces

Roma no se levantó en un día ni se conoce en una escapada; de hecho, la Ciudad Eterna siempre tiene algo nuevo que ofrecer al viajero. Y es que más allá de los Museos Vaticanos, la Via del Corso, el Foro Romano, el Panteón o Piazza Navona, existen otros enclaves alejados del centro histórico que son absolutamente desconocidos para el viajero que va con los días contados y todas las excursiones programadas.

Si no es tu primera vez en Roma y quieres descubrir 5 rincones desconocidos, te invitamos a que sigas leyendo y tomes nota de las recomendaciones, ya que vas a poder conocer una ciudad mucho más auténtica y profunda. Una Roma que se muestra más real en barrios como Garbatella, Testaccio, San Lorenzo o Prati.

Nos trasladamos hasta la Piazza Mincio, en cuyos alrededores encontramos el barrio de Coppedè. Esta zona debe su nombre al arquitecto que revolucionó la forma de construir a comienzos del siglo XX, Gino Coppedè, y ofrece casi una treintena de palacetes que sirvieron de morada de la alta burguesía de la época.

Lo que más llama la atención son las decoraciones de los edificios, que presentan símbolos y animales de lo más curiosos: lobos, arañas, gallos que dan como resultado un popurrí de estilos arquitectónicos en el que entran el Art Nouveau, el medieval y hasta el barroco.

Destacan en el barrio la fuente de las Ranas, de 1924 y el palacio de la araña, cuyo diseño se inspira en los tesoros de la antigua cultura asiria. Y, a modo de curiosidad, debe saber el viajero que el barrio Coppedè fue la respuesta de Roma a los edificios que diseñó Gaudí en Barcelona.

De Coppedè nos vamos hasta Prati, el barrio adyacente al Vaticano para descubrir una iglesia única a orillas del Lungotevere: Sacro Cuore di Gesù. Este excepcional templo neogótico se terminó de construir en 1917 según el diseño del arquitecto boloñés Giuseppe Gualandi. A pesar de su espectacularidad, lo primero que debe saber el viajero es que se levantó de forma modular, ensamblando las distintas partes como si fuera un Lego gigante. Y gracias a sus agujas, nichos y arcos es conocida como el ‘pequeño Duomo de Milán’.

En el interior destacan sus vidrieras policromadas y un singular suelo con mármol rojo de Verona con diseño de espina de pez. Encima del altar encontramos el hermoso retablo del Sagrado Corazón de Jesús y las almas del purgatorio, realizado por Giuseppe Catani, sobre el que hay vidrieras que representan imágenes del Evangelio.

La iglesia no suele estar atestada de turistas; de hecho, la mayoría llegan hasta su ubicación de forma casual y, gracias a su imponente fachada, deciden entrar a curiosear. Por ello, lo que muchos viajeros no saben es que la iglesia aguarda un tesoro de lo más interesante: el museo de las almas del purgatorio. Para acceder hay que entrar por la pequeña sala que se encuentra al lado de la sacristía y allí se pueden contemplar diferentes objetos que probarían la existencia del purgatorio. Hay, por ejemplo, objetos con huellas de manos quemadas que indicarían que las almas se han reunido con sus seres queridos en la tierra para que estas rezaran más y les ayudaran a pasar el Purgatorio de una forma más rápida.

Y en Prati también encontramos uno de los mercados más auténticos de la Ciudad Eterna, el mercado Trionfale. Si Campo di Fiori ya se ha convertido en un mercadillo más turístico que otra cosa, el Trionfale sigue siendo un punto local en el que los romanos compran de forma habitual.

En Via Goletta, muy cerca de los Museos Vaticanos, encontramos este mercado que actualmente presenta una estructura moderna de cristal y hormigón y cuenta con aparcamiento propio. Ahora bien, en sus orígenes, a finales del siglo VIII, era un mercado abierto donde normalmente los viajeros solían parar con sus caballos o carrozas para comprar víveres y dar de beber a los animales.

Si vas a visitar el mercado y eres un enamorado de la pasta, debes parar en el puesto ‘Mani in pasta’, un espacio único en el que Anna Maria elabora pasta fresca y en el que se formó Andrea Di Murro, alma máter de ‘Pastaciutta’, un local en el que comer la mejor pasta de Roma a precios populares.

Situado entre la Via Sistina (que une la Piazza Trinità del Monti con la Piazza Barberini) y la Via Gregoriana, descubrimos un palacio que se conoce con el sobrenombre de la Casa de los Monstruos. El pintor Federico Zuccari lo proyectó como su residencia y estudio en la última década del siglo XVI sobre los restos de los antiguos jardines de Lucullus.

Lo que más llama la atención de esta joya son la puerta y las ventanas de la fachada de Via Gregoriana, ya que muestran bocas abiertas. Y precisamente Zuccari pretendía que la gente se sintiera aturdida para luego disfrutar el contraste con los bellos jardines y el interior de la casa. Desde 1913, el portal ha sido la entrada a la Bibliotheca Hertiziana, uno de los institutos de investigación más reconocidos del mundo para la historia del arte italiano.

Y finalizamos este recorrido por 5 rincones de Roma que todavía no conoces en Via Margutta. En las laderas del monte Pincio, entre plaza del Popolo y plaza de España, la calle Margutta representa un oasis en medio de la bulliciosa Ciudad Eterna. Hiedras y enredaderas cubren las fachas de los antiguos palacios hoy reconvertidos en galerías de arte, talleres de restauración y tiendas de antigüedades.

Margutta comenzó a ser conocida como la calle de los artistas en la Edad Media, cuando un artesano abrió su primera tienda en la que hacía retratos y fuentes, dando inicio a una próspera industria que atrajo a artistas de todas partes de Italia y Europa.

Muchos protagonistas del siglo XX han pasado por esta calle o han vivido aquí. Entre ellos descubrimos a pintores como Picasso y Giorgio de Chirico, músicos como Wagner o Puccini y escritores como Emile Zola, Gabriele d'Annunzio, Jean Paul Sartre o Simone de Beauvoir. Además, los amantes del cine van a descubrir que en el número 51 se encuentra el apartamento donde Audrey Hepburn se alojó durante sus ‘Vacaciones en Roma’.

En definitiva, estos 5 rincones de Roma son auténticos tesoros ocultos que pasan desapercibidos para la mayoría de viajeros que se centran en descubrir los rincones más míticos de la Ciudad Eterna.