Viajar al otro lado del mundo sin salir de casa

Hace unos años, la realidad virtual era literalmente ciencia ficción. Algo que veíamos en películas futuristas y que parecía que nunca iba a ser posible implementarlo en nuestro día a día. Pues bien, no podíamos estar más equivocados. La realidad virtual ha llegado para quedarse. Ya no sólo se utiliza en la medicina, en la arquitectura o en el arte, sino que ha llegado a nuestro propio ocio más allá de los videojuegos, y pronto lo hará a nuestro día a día.

En el ámbito turístico no se quieren quedar atrás y ya hay hoteles, destinos y atracciones turísticas que utilizan la tecnología de la realidad virtual para ofrecer a sus clientes un valor añadido a la experiencia propia del viajes. Y es que a través de la realidad virtual uno se puede meter de lleno donde quiera que le lleve la experiencia sin necesidad de moverse del sitio.

En el caso de los hoteles, por ejemplo, la empresa Woolax ha desarrollado una experiencia derelajación inmersiva a través de la que han sincronizado un sillón de masajes con unas gafas de realidad virtual. Pero no sólo de relajación vive el ser humano. En el caso de las atracciones turísticas, otras empresas, como Estudiofuture, crean auténticos viajes en el tiempo hasta la Tarragona romana o hasta los molinos de Consuegra que Don Quijote confundió con gigantes, viajes que se pueden disfrutar con unas gafas de realidad virtual y unos mandos con los que controlar objetos dentro de este mundo. Pronto, estos mando serán sustituidos por guantes a través de los que sentir el peso y las formas de los objetos que se toquen en el mundo virtual. Y es que pronto, algunas de las escenas que hemos visto en Black Mirror dejarán de ser una utopía para ser verdad.

Para aunar tecnología y turismo ha nacido Vooreal, una plataforma especializada en nuevas tecnologías aplicadas al turismo. Ellos ponen en contacto a empresas especializadas en nuevas tecnologías con hoteles, destinos, o cualquier empresas del ámbito turístico que quiera ofrecer una valor añadido.