¿Cómo afecta a tu cuerpo no viajar durante muchos años?

Desde que llegó la pandemia hay muchas personas que han dejado de viajar y que llevan años sin salir del país en busca de aventuras y de conocer nuevas ciudades. Lo que muchos no saben es que viajar es muy beneficioso para la salud y puede ayudar a mejorar la calidad de vida y el bienestar del cuerpo humano. Los científicos aseguran que aquellos que viajan gozan de una mejor salud mental y física. ¿Pero cómo es posible que visitar otros lugares pueda afectar a la calidad de vida?. Los expertos explican que la felicidad que se experimenta durante las vacaciones está directamente relacionada con diferentes aspectos del cuerpo humano como el estrés, la depresión, el sistema inmunológico e incluso el corazón y cerebro.

No es necesario vivir viajando por el mundo, un simple desplazamiento de unos días puede mejorar notablemente la salud y evitar que aparezcan dolencias concretas. Los expertos enumeran una gran cantidad de beneficios de viajar que harán que no padezcas los problemas derivados de no hacerlo.

¿Por qué viajar es bueno para la salud?

Cuando una persona vive con altos niveles de estrés o ansiedad suele deberse al exceso de carga laboral o responsabilidades que no logra gestionar y una rutina o emociones negativas de las que no puede salir. En cuanto se busca ayuda lo primero que se recomienda es hacer una pausa, parar y relajarse durante un tiempo para poner órden y encontrar la paz y para ello no hay nada mejor que unas vacaciones. Existen estudios contrastados que demuestran que un viaje vacacional reduce los niveles de estrés y ansiedad logrando un cambio de aires y un cese de esas tareas que no te permitían seguir adelante. Por ello, no viajar durante mucho tiempo puede aumentar el estrés y la ansiedad de una persona, imposibilitando que siga un transcurso de su vida calmado y activo. 

El sistema inmunológico del cuerpo humano tiende a estabilizarse y acomodarse a unos elementos que se repiten en el tiempo sin alteraciones debilitándose e impidiendo la reacción correcta en situaciones adversas. Sin embargo, cuando se viaja, el cuerpo percibe los cambios derivados de un nuevo ambiente y se pone en marcha para crear anticuerpos adaptados a las nuevas condiciones y luchar contra los agentes o partículas desconocidas. Viajar supone una ventaja para el sistema inmunológico ya que se mantendrá alerta ante nuevos factores y estaremos más protegidos de las enfermedades.

Si nunca salimos del lugar en el que nacimos y crecimos jamás conoceremos otras culturas, personas, costumbres, tradiciones o lenguas que aumenten nuestro conocimiento y creatividad. Descubrir elementos nuevos a los que no estamos acostumbrados es un incentivo ideal para desarrollar la capacidad de concentración y sabiduría, y qué mejor forma que hacerlo viajando. Un estudio realizado por la Asociación Americana de Psicología confirmó que las personas que más viajan tienen más creatividad, atención, motivación y concentración que aquellas que nunca han salido de su ciudad. Esto demuestra que no viajar durante mucho tiempo puede reducir notablemente la creatividad y atención de una persona.

Como ya se ha mencionado, viajar reduce el estrés y la ansiedad, pero no todo el mundo conoce los beneficios que pueden suponer para la depresión disfrutar de unas vacaciones. En la actualidad millones de personas padecen depresión y cada vez son más aquellos que acuden a especialistas en busca de una situación para este problema tan presente en la sociedad. En el año 2014 la Universidad de Cornell realizó un estudio que confirmó que el simple hecho de planificar un viaje mejora notablemente los síntomas de la depresión generando en el que la padece una sensación de positividad y felicidad por un evento venidero. Si planearlo reduce la depresión, realizarlo mejora todavía la situación logrando evitar el aislamiento y tristeza que padecen las personas con este estado de ánimo.

Se ha comprobado en numerosas ocasiones que viajar mejora la salud pero una reciente investigación realizada en Massachusetts por el Estudio Framingham del Corazón ha ido un poco más allá. En este trabajo de investigación se ha estudiado una población de mujeres entre 45 y 65 años cuya única diferencia es las veces al año que van de viaje. Se ha demostrado que aquellas mujeres que viajan cada año tienen menos riesgo de desarrollar un ataque cardíaco o fallecer por problemas de corazón respecto a aquellas que viajan cada seis años o más. No quiere decir que no viajar vaya a provocar un infarto, pero sí que demuestra que las personas que viajan tienen menos riesgo de hacerlo por lo que prepara tus maletas y prepárate para disfrutar de unas increíbles vacaciones. 

El cerebro tiene una característica muy especial que le diferencia al resto del cuerpo, cuando adquiere nuevos conocimientos o vive nuevas experiencias logra rejuvenecer. Esto se debe a la creación de nuevas conexiones neuronales que se forman a partir de estas nuevas experiencias que vivimos y que favorecen la capacidad de resolver problemas y mejorar la comunicación. Por ello, cuando viajamos y conocemos nuevas culturas, lenguas y tradiciones nuestro cerebro se estimula y se adapta hasta tal punto que es capaz de mejorar una enfermedad neurológica. No viajar podría deteriorar el cerebro ya que no recibe nuevos estímulos y es más susceptible de perder conexiones neuronales. 

Viajar por el mundo conociendo nuevas culturas, empaparse de la historia de cada país, aprender nuevos idiomas, visitar monumentos impresionantes, pasear por los paisajes más espectaculares o pasar unos días de relax en una playa paradisíaca no sólo logrará que regresemos a casa felices, sino también sanos. Los científicos han dedicado numerosas investigaciones al estudio de los efectos que viajar (o no hacerlo) supone para el cuerpo humano, y todos ellos coinciden en lo altamente beneficioso que es hacer las maletas y salir a descubrir el mundo en busca de aventura.