El único lugar del mundo donde llueve los 365 días del año

La lluvia causa melancolía y tristeza a los viajeros que se topan con las precipitaciones al llegar a un nuevo destino, aunque al mismo tiempo también provoca alegría a los locales cuando hay sequías. Hay lugares en el mundo en los que es casi imposible evitar el agua. Es el caso, por ejemplo, del pueblo Mawsynram en India, que tiene el récord mundial absoluto de litros caídos: un total de 26.000.También lo es Cherrapunji en India, Tutunendo en Colombia, Río Cropp en Nueva Zelanda o San Antonio de Ureca en Guinea Ecuatorial.

A la hora de decidir un destino, la meteorología es importante, aunque no decisiva si de verdad se quiere explorar un lugar. Sobre todo si el lugar que quiere conocerse es Liubliana, la capital de Eslovenia. La pluviosidad es abundante en los meses de invierno. Sin duda, no es la ciudad ni el país donde más llueve, pero hay una zona en la que no deja de caer agua nunca. En pleno centro de la ciudad, en la plaza de Preseren, existe una especie de nube artificial que provoca preticipitaciones todos los días del año.

Detrás de unas señales que avisan del centro fluvial hay un círculo cuyo suele siempre está mojado. Es una manera de recordar al turista que en el país llueve mucho y que agua es de lo que más abunda en la capital. En el cartel reza: 'El área con el agua propia de Liubliana'. En los días más calurosos se ve a niños jugar bajo esa lluvia que refresca a aquellos que pasean por allí en verano. El chubasco toma su sentido más romántico y sirve de punto de encuentro también para los enamorados.

Descubre Liubliana (con y sin lluvia)

Liubliana es una ciudad pequeña. A diferencia de otras capitales europeas que tienen millones de habitantes (Estambul es la más poblada y tiene casi 16 millones), esta cuenta con unos 280.000. Su tamaño es una ventaja para el viajero, que se siente más acogido y puede llegar a conocerla en unos pocos días. A pesar de eso, esconde varios rincones por explorar, como el centro de arte Metelkova, una asociación independiente de artistas al estilo de Christiania en Copenhague que antes fue un cuartel militar.

Sobre una colina de algo menos de 400 metros de altura se erige el gran castillo, desde donde se puede avistar una panorámica llena de belleza. En su casco histórico de carácter medieval y modernista se descubren monumentos como el Puente de los Dragones, el monumento a Preseren o la Puerta de bronce de las cabezas de Obispos. El río Ljiubljanica atraviesa Liubliana, creando un hermoso paseo en sendas orillas. El verde es el color que reina en la capital eslovenia y una muestra de ello es el parque Tivoli, el pulmón de la ciudad.

Esta gran capital europea y pequeña ciudad tiene una vida que podrían envidiar las enormes urbes europeas. Creer en los cuentos de hadas es posible allí, y más aún en el cercano pueblo de Bled. Decenas de autobuses toman esa dirección cada día para adentrar al viajero en lo más profundo de uno de los lugares más verdes del continente. Estar en Eslovenia y no otear las vistas desde el mirador Ojstrica debería considerarse delito. La lluvia no parará a ninguno de sus visitantes, y menos aún la que se concentra en el centro de Liubliana.