Estos ríos se han vuelto naranjas y ácidos: este es el extraño fenómeno que lo provoca
En Alaska los ríos llevan años cambiando el color de sus aguas y los motivos no son nada buenos.
Viajamos hasta el remoto estado de Alaska, en EE.UU., para descubrir cómo al menos 70 ríos y arroyos están sufriendo un fenómeno conocido como drenaje ácido de rocas, que provoca un desconcertante tono naranja en sus aguas. Este extraño fenómeno ha acaparado la atención de todos aquellos que se muestran preocupados por el cambio climático, ya que no ofrece muy buenos augurios de cara al futuro.
Todos aquellos exploradores que hayan viajado en alguna ocasión a las inmediaciones del río Tinto, en Huelva o, cruzando el charco, hasta las lagunas del Parque Nacional Yellowstone se habrán quedado sorprendidos con el color anaranjado de sus aguas. En el caso de Huelva, se debe tanto a la actividad minera de la zona, como a la proliferación de ciertos microorganismos que producen una sustancia de color anaranjado. Y, en Yellowstone, pasa lo mismo con las bacterias que se allí se concentran.
Ahora nos trasladamos hasta Alaska, ya que infinidad de ríos y arroyos que han sido mundialmente conocidos por la pureza de sus aguas se están transformando en ríos naranjas debido a la liberación de altos niveles de metales tóxicos. Ahora bien, ¿de dónde provienen estas sustancias?
Permafrost: todo lo que debes saber
El permafrost es una capa permanentemente congelada del suelo de la Tierra que cubre grandes áreas del Ártico. Entra entonces en acción el cambio climático (por mucho que algunos lo pongan en duda), que hace que, poco a poco, esta capa se vaya descongelando. En ese momento el agua se filtra e interactúa con minerales que han estado ‘atrapados’ a lo largo de miles de años. Zinc, níquel, cobre, cadmio o hierro (que es el culpable de los tonos anaranjados) salen a la superficie y convierten los ríos y arroyos en masas de agua con un nivel de acidez parecido al vinagre o el zumo de limón, con un pH en torno al 2,3.
La revista ‘Communications Earth & Environment’, ha sido la encargada de revelar que al menos hay 70 ríos y arroyos contaminados en la cordillera Brooks de Alaska, ocupando un área de mayor superficie que el tamaño de España.
Esta contaminación es especialmente llamativa cuando se visita la zona en helicóptero, ya que en el lugar que antes se veían aguas cristalinas, ahora se ve un manto naranja que cubre todo el curso de algunos ríos.
En definitiva, este colorido espectáculo esconde una terrible herencia, ya que se trata de un desastre ecológico cuyas consecuencias se empiezan a descubrir, aunque no sabremos el impacto total hasta dentro de algunas décadas.
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