¿Por qué los habitantes de los pueblos más bonitos de España no quieren que los conozcas?

En torno a 80.000 personas viven en municipios de menos de 100 habitantes en nuestro país. Eso hace el 0,17 % de la población en España. Y, sorprendentemente, muchos de estos moradores prefieren que su municipio pase totalmente desapercibido para el gran público. ¿Las razones? Son varias, pero, principalmente, para seguir manteniendo la misma calidad de vida.

El gran problema de la España vaciada está ahí, no hay más que ver la serie ‘El pueblo’. Entonces, ¿por qué hay algunos que prefieren vivir siendo grandes desconocidos? Como hemos dicho, son varios los motivos; por un lado, los pueblos generalmente tienen recursos limitados en términos de infraestructura, servicios públicos y capacidad de absorción de población. La llegada masiva de personas puede sobrecargar estos recursos y llevar a una disminución en la calidad de los servicios. Y, por otro lado, está la pérdida de identidad, ya que los nuevos residentes pueden tener diferentes valores, culturas y formas de vida, lo que puede llevar a cambios en las dinámicas de la población.

Pueblos que prefieren seguir siendo desconocidos

El turismo resulta fundamental para la economía de nuestro país, pero hay muchos municipios que ven como su población aumenta en los meses estivales de forma exponencial y viven una verdadera saturación. De hecho, eso pasa con algunos destinos que conviene que dejemos una temporada en barbecho, puesto que tantos visitantes consiguen poner en riesgo su integridad patrimonial.

Pero volvamos a nuestros municipios. Y es que hace tiempo surgió una noticia que llamó mucho la atención de los amantes del turismo rural. Varios pueblos de nuestra geografía renunciaban (pese a su belleza) a formar parte de la lista de Pueblos más Bonitos de España. ¿El motivo? El aumento del turismo sería contraproducente para ellos.

El objetivo de no formar parte de esta lista no es mantenerse aislados del mundo, sino huir de las masificaciones y apostar por un turismo sostenible y de calidad. Es el caso de, Rupit i Pruit (Barcelona) y Siurana (Tarragona), que no han querido formar parte esta asociación que busca difundir la belleza de los pueblos del país.

Rupit i Pruit y Siurana: pueblos bonitos secretos

Rupit i Puit cuenta con una población de alrededor de 300 habitantes. Es un bonito pueblo situado en la comarca de Osona (Barcelona). Bueno, en realidad son dos cascos históricos en un solo municipio. Calles empedradas y estrechas, casonas de piedra y un paisaje natural que deja al viajero sin aliento. Los riscos del Collsacabra se muestran como imponentes atalayas rodeadas de vegetación y saltos de agua en un entorno único.

Y, tras la COVID, el turismo rural se fortaleció tanto que la masificación llegó hasta Rupit y Pruit. Eran tantos los exploradores que querían conocer esta maravilla, que, durante algunos meses, resultaba difícil aparcar o pasear entre sus calles. De ahí, que los habitantes hayan apostado por un turismo mucho más íntimo y exclusivo, renunciando a hacerse conocidos gracias al trabajo de difusión del patrimonio que hace la asociación de los Pueblos más Bonitos de España.

Otro ejemple también lo tenemos en Cataluña, más concretamente en Tarragona. El idílico pueblo de Siurana, en plena sierra de la Gritella, se alza majestuoso con los restos de su castillo árabe y la Iglesia de Santa María. Rodeado de bosques y con un embalse a sus pies, en Siurana viven menos de medio centenar de personas y quieren que así siga siendo. Están preparados para acoger viajeros, pero prefieren centrarse en un turismo más exclusivo y sostenible con el entorno.

Y, como estos pueblos, hay muchos otros que prefieren seguir siendo desconocidos para el gran público. ¿Turismo? Sí, pero en su justa medida y que no ponga en juego el patrimonio ni calidad de vida local.