Le Vie di Dante: una ruta por Italia tras los pasos del poeta
En este viaje desde Florencia hasta Rávena, se inspiró para escribir la Divina Comedia

Desde el lugar de nacimiento de Dante Alighieri en Florencia hasta su tumba en Rávena, Le Vie di Dante recorre 395 kilómetros en veintiún tramos, cruzando los Apeninos, adentrándose en bosques silenciosos y atravesando pueblos históricos y castillos medievales. Así, en este año que se conmemora el aniversario 700 de su muerte, qué mejor opción que seguir los pasos del poeta italiano desde la región de la Toscana hasta la región de Emilia Romagna.

El punto de partida de esta ruta es la Casa-Museo di Dante, en Via Santa Margherita. El edificio se encuentra en una de las zonas más antiguas del centro histórico de Florencia y acoge un museo que recorre la vida y obra del poeta, e incluso conserva reproducciones de documentos sobre su figura.

Entre los lugares más emblemáticos de la ruta, encontramos Pontassieve, una localidad de la Toscana donde se dice que Dante se encontró con Beatrice Portinari, la musa de sus poesías. A lo largo del camino también encontramos la cascada Acquacheta , mencionada en el Canto XVI del Infierno, y la Chiesa di San Godenzo, donde Dante participó en el encuentro de los gibelinos exiliados y los güelfos blancos, las dos facciones que en el siglo XII apoyaron a la casa de Baviera y a la casa de los Hohenstaufen de Suabia, respectivamente.

Asimismo, pasaremos por el Castillo de Romena, donde Dante vivió un tiempo durante su exilio, y por la ciudad amurallada de Poppi con el Castillo de los Conti Guidi, por la ciudad artística e histórica de Faenza y por Brisighella con su increíble fortaleza medieval.

Durante este largo viaje, el poeta se inspiró para escribir su obra más famosa, la Divina Comedia. A su llegada a Rávena en la región de Emilia Romagna, y el lugar donde termina esta ruta, Dante terminó de escribir el poema. Finalmente, murió en esta ciudad en septiembre de 1321.

La Vie di Dante es la ruta perfecta para disfrutar de los paisajes y pueblos italianos en completa tranquilidad y sin ninguna prisa, ya sea pie, en bicicleta o incluso en tren a lo largo de la primera línea ferroviaria italiana en cruzar la cadena montañosa de los Apeninos.
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