El hijo del Concorde: así es el avión supersónico que volará en 2025

En el año 1976 llegó a nuestras vidas el famoso Concorde, el primer avión supersónico de transporte de pasajeros que lamentablemente terminó sus servicios en el año 2003. En estos últimos 20 años hemos visto innumerables avances en la tecnología como los móviles táctiles, la inteligencia artificial y mucho más, pero no hemos vuelto a viajar en un avión supersónico. El Concorde fue retirado por un accidente mortal que generó toda una investigación y se demostró que el avión necesitaba bastantes modificaciones. Ahora, dos décadas después, la NASA, en colaboración con la compañía Lockheed Martin, trabajan en un nuevo avión supersónico cuyas características y habilidades son casi imposibles de creer. 

Se trata del X-59, un avión supersónico que puede volar a una velocidad Mach 1,24 que significa que puede alcanzar una velocidad de 1.760 kilómetros por hora. El Concorde viajaba a Mach 2,04, es decir 2.500 kilómetros por hora, ¿Por qué el X-59 lo hace más lento?. La respuesta es muy sencilla, el antiguo e inmenso avión que volaba hace 20 años provocaba demasiado ruido por la explosión sónica y por ello tenía prohibido sobrevolar las zonas habitadas ya que el sonido que emitía era demasiado alto. En cambio, la aeronave de la agencia espacial no causa ningún tipo de problemas acústicos y podrá sobrevolar sin problema todo el espacio aéreo. 

Al volar a velocidades que superan la velocidad del sonido es muy importante tratar de que la aeronave sea lo más silenciosa posible para no estar sometida a las restricciones acústicas y poder sobrevolar cualquier parte del mundo sin causar problemas. De hecho, el X-59, que también recibe el nombre de QueSST (Quiet SuperSonic) podrá volar sin ningún tipo de restricción sobre ciudades y bosques sin afectar de forma negativa a ningún espacio protegido.  

Una de las características más conocidas de los aviones supersónicos es su nariz puntiaguda que mejora la aerodinámica, en el caso del X-59 esta parte mide 9 metros de largo. Con los nuevos avances tecnológicos de la época en la que nos encontramos, la NASA ha podido crear un diseño más avanzado mediante el estudio de simulaciones virtuales que permiten examinar a fondo la nave. Otra de las características más impresionantes de este avión es que carece de cabina de pilotaje por lo que el piloto ve el exterior mediante pantallas de alta definición que reflejan la imagen de las cámaras exteriores. 

El objetivo principal de su diseño es dispersar las ondas de choque supersónicas, para ello se elimina la cabina del piloto, se coloca la nariz puntiaguda y se colocan las alas en forma de flecha para que la nave penetre en la atmósfera de forma suave. Estas espectaculares alas de casi 30 metros permitirán al X-59 alcanzar una altura de 16.8 kilómetros sobre el nivel del mar. Además estará equipado con un solo motor trasero para que el ruido se disperse en el aire. 

Todavía no es posible viajar en el X-59, pero la empresa norteamericana ha anunciado que durante el año 2023 se realizarán las primeras pruebas de vuelo en el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong en California y que en el 2024 este avión supersónico despegará en su primer viaje por Estados Unidos para realizar las mediciones del impacto del sonido. No llegará a la velocidad del Concorde pero muy pronto podremos recorrer Madrid-París en media hora y cruzar el Atlántico en menos de dos horas.