Una de las ciudades más turísticas de Menorca se plantea prohibir el paso a turistas: estas son las razones

Las Islas Baleares son punta de lanza en turismo, junto a las Islas Canarias: el sol y playa ha calado hondamente en el ideario viajero del mundo. Y en España tenemos, y lo fomentamos, y bueno, se dan circunstancias complejas, como esta.

Menorca tiene unos 100.000 habitantes. Y el año pasado, en 2023, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), Menorca recibió cerca de un millón de visitantes. Una cifra que supera en 10 a 1 a los pobladores de la isla. Ir a Menorca, en muchos casos, será ir a un lugar deshabitado, en tanto a que no te encontrarás con habitantes. En 2024 se prevén cifras más altas. De 2022 a 2023 el aumento fue del 7,3%.

Medidas concretas

El turismo tiene dos caras, claro. Por un lado, favorece la economía local, por otro lado, si no es controlado, lo destruye todo. El ejemplo de Binibeca Vell, un pueblo de pescadores menorquín, es paradigmático: sufre masificación turística y sus derivados: ruido, basura, desorden. Los vecinos se han organizado y han puesto en marcha medidas para controlar las visitas. Sus calles estarán restringidas, se pueden visitar de 11:00 a 20:00. A partir de ahí, se respeta el descanso de los vecinos.

Desde la comunidad de propietarios han dado estas declaraciones: “El Poblado de Pescadores de Binibeca Vell es una urbanización privada con un gran atractivo turístico. En los últimos años, el aumento de visitas ha complicado la convivencia con los vecinos. Por eso, hemos establecido un horario de visitas de 11:00 a 20:00, con el apoyo del Ajuntament de Sant Lluís”.

El presidente de la comunidad, Óscar Monge, ha mencionado que los turistas suelen colarse y causar disturbios nocturnos. Esta situación ha llevado a considerar el cierre completo de la zona residencial, lo cual afectaría a los comercios y restaurantes de la calle Carrer del Timó. Una votación sobre esta medida se realizará en agosto, afectando a 195 propietarios.

Instagram y el turismo del like

Binibeca Vell, conocido como "el Mykonos menorquín", es un destino muy popular en Menorca. Las casas blancas encaladas del Poblado de Pescadores, construidas en 1964 por Antonio Sintes Mercadal y Francisco Juan Barba Corsini, son un atractivo icónico del sur de la isla. Aquí llegan turistas de todo el continente con ganas de fiesta, barcos, fotos y poco respeto por la cultura local.