Las ciudades más cinematográficas

A propósito de los Oscar, repasamos algunas de las metrópolis tocadas por la varita mágica del Séptimo Arte. Aquellas que a menudo aparecen retratadas en las películas y, por extensión, reproducidas en los sueños.

New York City
New York City / gerenme

New York, New York…

Times Square  Nueva York
Times Square Nueva York / AndreyKrav/iStock

Puede que no sea la que más localizaciones fílmicas registre (o puede que sí) pero da igual. Porque su impacto sí es tal vez el más significativo. La ciudad que nunca duerme ha sido una y otra vez objeto de deseo de la gran pantalla, hasta calar en lo más profundo del espectador que, recorriendo su calles, creerá estar inmerso en una película. La culpa la tienen las magistrales escenas de King Kong, Ciudadano Kane, El apartamento, Desayuno con diamantes, Taxi Driver o la trilogía de El Padrino, entre otras miles. Y por supuesto las maravillosas creaciones neoyorkinas de Woody Allen.

Londres y sus escenas variadas

Londres
Londres / ISTOCK

La Abadía de Westminster, el Big Ben, el Palacio de Buckingham, Piccadilly Circus, Trafalgar Square o el distrito financiero de la City han sido set de rodaje de relevantes filmes que han hecho de la capital británica uno de los destinos más cinematográficos del mundo. Títulos tan variados como Mary Poppins, Sherlock Holmes, Misión Imposible, Shakespeare in Love o Casino Royale dan buena cuenta de la versatilidad de esta ciudad para ser retratada.

Los Ángeles, la meca dentro y fuera

Los Angeles
Los Angeles / choness / ISTOCK

La ciudad más asociada al cine como industria es también una de las que más apariciones registra en las obras del Séptimo Arte. ¿Quién no tiene clavado en su retina el Monte Lee con el famoso cartel de Hollywood? ¿Y el Paseo de la Fama con sus estrellas brillando desde la acera? Inolvidable es el escenario que ha supuesto Los Ángeles en películas como Pulp Fiction, L.A. Confidential, la saga Terminator, Mulholland Drive o la muy taquillera Pretty Woman.

París mon amour

Paris desde el aire
Paris desde el aire / espiegle/iStock

Tal vez por su romanticismo innegable, por su capacidad de recrear el amor, la ciudad de la luz tiene un hueco de honor en el cine, que disfruta como un niño reproduciendo su mágico paseo junto al Sena, la sobria belleza de Notre Dame y, por supuesto, el más icónico de los monumentos de la edad moderna: la Torre Eiffel, filmada desde mil ángulos. Todo esto y mucho más ha nutrido filmes como El último tango en París, Casablanca, Irma la Dulce, Belle de Jour o Amelie, sólo por poner un puñado de ejemplos.

Hong Kong, puro exotismo

Bahía Victoria de Hong Kong
Bahía Victoria de Hong Kong / ISTOCK

De todas las ciudades asiáticas, tal vez ésta se cuele en los primeros puestos del ranking de las más cinematográficas. Debe de ser su exotismo oriental, en sintonía con su modernidad rompedora, lo que atrae a directores de todo el mundo a incluir sus rincones en sus películas: desde las panorámicas del distrito financiero o los rascacielos del International Finance Centre hasta las pintorescas callecitas adornadas con farolillos rojos. La vuelta al mundo en 80 días, El hombre con la pistola de oro, Spy Game o la imprescindible Deseando amar son algunas de ellas.

Roma, la gran musa

Coliseo romano
Coliseo romano / Eloi_Omella / GETTY

La ciudad eterna sale tan favorecida en la pantalla que es imposible despojar su imagen de algunos de los grandes momentos que nos ha proporcionado el cine. Y es que Roma, pieza fundamental del neorrealismo italiano pero también escenario para otras muchas tendencias, registra casi 500 apariciones en películas de todas las épocas. Aquí van algunas para el recuerdo: Roma, ciudad abierta, El ladrón de bicicletas, Quo Vadis, La Dolce Vita, Vacaciones en Roma, Ángeles y Demonios, El talento de Mr. Ripley

San Francisco… here we are!

San Francisco
San Francisco / ISTOCK

Es posible que el Golden Gate sea una de las imágenes que más araña los sueños cuando de lo que se trata es de imaginar lugares remotos. Y mucha responsabilidad tiene en ello las miles de veces que lo hemos visto desde el silencio de una sala o, sin ir más lejos, desde el salón de casa. San Francisco aparece en numerosas cintas no sólo con este símbolo sino también con sus calles empinadas y con otros muchos atractivos. 20.000 Lenguas de Viaje Submarino, Vértigo, Star Trek, El Graduado, Instinto Básico o La Fuga de Alcatraz son algunas de ellas.

Berlín con todos sus planos

Puerta de Brandenburgo, Berlin
Puerta de Brandenburgo, Berlin / narvikk / GETTY

Algo extraño tiene la capital alemana que es pura seducción para el cine. Será las huellas de su historia convulsa o la estética postindustiral sumamente fotogénica. El caso es que esta ciudad has sido filmada en innumerables ocasiones, ya sea con sus grandes hitos (la Puerta de Brandeburgo, la Plaza Potsdamer, la sombra del Muro…) ya sea en las afueras anónimas también cargadas de magia. Algunas muestras son: Metrópolis, El ángel azul, El cielo sobre Berlín, Cabaret, Indiana Jones, Corre Lola corre

Sevilla, la española más cotizada

Plaza Mayor de Sevilla
Plaza Mayor de Sevilla / Ruhey/iStock

De todas nuestras ciudades, es la capital andaluza la que cuenta con un mayor reconocimiento fílmico. Hasta el punto de que La Plaza de España ha sido recientemente declarada Tesoro de la Cultura Cinematográfica Europea por la Academia de Cine Europea (EFA), que reconoce con este título a aquellos emplazamientos de rodaje con gran valor para el Séptimo Arte. Películas como Lawrence de Arabia, Star Wars-Episodio II: El ataque de los clones, Misión Imposible II, El Dictador… lo demuestran.

Madrid, pasión de Almodóvar

Madrid
Madrid / ISTOCK

Incluimos en la lista a la capital porque su imagen es indisociable del más internacional de nuestros directores, así como de otras grandes figuras como Alex de la Iglesia o Alejandro Amenábar. Y es que la luz madrileña, su vena castiza, su encanto imposible, marida muy bien con las escenas alocadas de Pedro Almodóvar (Mujeres al borde de un ataque de nervios, Carne Trémula, Todo sobre mi madre…) de cuya mano hemos caminado por la Gran Vía, hemos perdido algún tren en Atocha o hemos conocido la noche canalla en sórdidas discotecas.

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