Agloe, la ciudad inventada por unos cartógrafos para evitar la piratería
La falsificación de un trabajo es una amenaza para prácticamente todos los gremios, pero existen algunos trucos para intentar que no ocurra.
Entre Rockland y Horton, en el norte del estado de Nueva York, hubo una ciudad que de pronto se borró de los mapas. En 2014, Agloe dejó de existir a ojos de los mortales. Google decidió eliminarla de sus bases (aunque había entrado el año anterior) debido a su sospechoso origen, que se remonta a hace casi 90 años. En una época en la que la piratería se adentraba en todas las empresas, los cartógrafos, también víctimas de ella, inventaron algunos trucos para evitarla y, así, crear una especie de copyright.
En 1937, Otto G. Lindberg y Ernest Alpers, de la empresa General Drafting Co., contrataron a un dibujante para que creara una suerte de ríos, callejones y elevaciones del terreno que realmente no existen. Con sus iniciales dieron forma a la ciudad de Agloe, en una intersección de las montañas de Catskill a tan solo dos horas de Nueva York. Estos trucos eran útiles si alguna otra empresa copiaba el trabajo ya hecho tal cuál, pero lo que no esperaban era que la editorial Rand McNally acudiera a aquel lugar para comprobar que existía.
Cuando la ficción se torna en realidad
Para su sorpresa se encontraron con una tienda de cuya puerta colgaba un cartel que ponía Agloe General Store, por lo que la trampa de derechos de autor había encontrado una vía de escape en la realidad. La tienda estaba cerrada, pero el dueño declaró que la llamó así al leer el nombre en el mapa, por lo que su presencia se mantuvo en mapas de carreteras hasta finales de siglo. Con el tiempo se empezó a mencionar en diferentes escritos, como un diario de viaje de 'The Times' en 1957 o en el libro de John Green 'Ciudades de papel'.
Se acabó tornando en un destino escogido por numerosos viajeros, llegando a tener una gasolinera, una tienda y dos casas, pero cuyo principal atractivo era la señal que reza: "¡Bienvenido a Agloe! Casa de la Tienda General de Agloe. ¡Vuelva pronto!". Estas llamadas 'ciudades de papel' son invenciones constantes de las empresas de cartografía, que crean lugares ficticios y llenos de misterio para quien no conoce esta práctica. Otro ejemplo de ello es Argleton, una no-ciudad al noroeste de Londres.
Argleton, otra ciudad inventada
Este terreno completamente deshabitado entre la estación de trenes Town Green y la carretera A59, en Aughton, Lancashire. En 2009, el jefe de servicios informáticos de la Edge Hill University de Lancashire quiso visitar ese próximo lugar que había visto en mapas pero del que nunca había oído hablar. Al principio creyó que Google se había equivocado a la hora de escribir el nombre del pueblo de al lado, Aughton, pero pronto se percató de que aparecían ambos lugares.
En ese mismo año sufrió una explosión mediática tras la que se creó una página web, camisetas, una historia de la ciudad... Lo más extraño del suceso no es que Google tardara un año en eliminarlo de sus mapas, sino que ofrecían una información ficticia de restaurantes, agencias inmobiliarias, pronósticos meteorológicos e incluso oficinas de empleo. Realmente esos sitios existían, pero pertenecían a otras zonas cercanas, por lo que las mentiras piadosas nunca resultaron dañinas para nadie.
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