10 pueblos de España que están a punto de desaparecer (o ya lo han hecho)

La despoblación de las zonas rurales es un problema que amenaza España desde hace años. De hecho, la población europea en zonas urbanas desde el año 2006 ya superó récords por primera vez, representando el 80% de la población. La pérdida de habitantes de una área determinada tiene diferentes causas, como el hecho que la natalidad sea más baja que la mortalidad, o porque la población emigre a las grandes zonas urbanas. En la mayoría de ocasiones, los factores actúan a la vez. 

Aunque el territorio rural ocupa más de un 90% de la superficie del país, su población no llega ni al 25% de los españoles. En consecuencia, se registra una disminución de la actividad económica y social en las áreas rurales debido a diversos factores, tales como el abandono de la agricultura, la escasez de empleo, así como las disparidades en ingresos e infraestructura entre las zonas rurales y urbanas. 

La gravedad de la situación llega a tal extremo que pueblos de España están empezando a desaparecer (si no lo han hecho ya). 

Actualmente, el pueblo tarraconense es un conocido lugar para hacer senderismo y un favorito de los jóvenes para ver las estrellas y alejarse de la ciudad. No obstante, La Mussara fue una localidad habitada hasta el siglo XX, y se conservan registros históricos que confirman su existencia desde el siglo XII. Su iglesia pertenece mediados de la edad media, y sus edificios conservan placas que recuerdan que aunque estén abandonados, fueron el hogar de alguien.

Aunque en el siglo XX esta pequeña localidad de La Rioja llegó a los 300 habitantes, actualmente el pueblo está completamente vacío. Aunque los últimos habitantes abandonaron Turruncún a finales de los los 80, el pueblo recibe visitas de senderistas que practican el deporte por la zona. 

El pueblo segoviano da la bienvenida a los visitantes con un cartel de “Se Vende”, ya que se trata de una pedanía en uso para la explotación ganadera despoblada. Se conservan documentos que confirman la existencia de Guijalbas desde el siglo XIII, aunque a causa de los cambios que han asolado la localidad en su reciente historia, Guijasalbas se ha convertido en el recuerdo de aquello que llegó a ser. 

Con solo 4 habitantes, esta localidad de Guadalajara está a punto de convertirse en otra víctima de la despoblación. Aunque la naturaleza que envuelve la localidad es conocida y apreciada por los pueblos vecinos, Guijasalbas no da la bienvenida a nuevos habitantes. 

También se conoce como “el pueblo maldito de Burgos”, ya que es conocido por sus historias paranormales. Es un destino popular entre los jóvenes para ir a pasar la noche de Halloween: algunos afirman que se escuchan voces. La pregunta es… ¿Voces de quién? El pueblo fue abandonado a finales del siglo XIX, así que el pueblo fantasma cuenta con visitantes pero no habitantes. 

Este pueblo de Zaragoza es el hogar de ruinas romanas, aunque la historia del lugar no parece impedir que día a día, Escó esté más cerca de su desaparición. Hace 70 años se instaló un embalse que perjudicó las tierras fértiles del lugar, y a raíz de este hecho, la población se vio obligada a emigrar. Los ultimos datos que existen hasta la fecha són que en 2019 sólo quedaban 3 habitantes. 

En los años 60, Granadilla sufrió el mismo destino que Escó: por culpa de la construcción de un embalse, los habitantes tuvieron que abandonar sus hogares. La localidad de Cáceres no tiene ningún habitante, sin embargo, se están llevando a cabo un proyecto de recuperación para convertir el pueblo fantasma en un centro cultural. 

El hecho de que la torre dela iglesia de la Virgen de la Huerta sea patrimonio cultural por la UNESCO desde 2001, no ha evitado que la población abandone la localidad aragonesa para buscar una vida mejor en las urbes. La historia que cuentan los edificios vacíos convierten el Villanueva de Jalón en un auténtico museo para explorar. 

El pueblo de Lleida que se encuentra a 1200 metros de altura, fue una villa medieval que llegó a tener 70 habitantes en el siglo XIX. Sin embargo, a en 2011 sólo quedaban 3 personas viviendo en Sendes. Su iglesia fue construida en el siglo XVIII, y actualmente se pueden encontrar restos de vidas pasadas, como muebles de madera abandonados. 

La comarca de La Litera, en Huesca, es el hogar de este pueblo sin habitantes. Se sitúa en el Barranco de Orriols, donde quedan los restos de una muralla que permitía controlar a los enemigos y vigilar los cultivos. Aunque el censo de 1920 confirma que en ese año vivían 63 personas en Rocafort, hoy en dia el pueblo está completamente vacío.