El pueblo de Burgos sacado de una película Disney: entre campos ondulados
Un precioso pueblo de Castilla y León que nos traslada a la belleza de las películas Disney.
Una de las regiones más afectadas por la despoblación, Castilla y León, bien podría ser escenario de una película de Disney que tomara como protagonista sus campos ondulados y dorados. Mientras los estudios californianos no se percatan, Castilla y León seguirá brillando con su belleza singular. Sus ciudades están adornadas con castillos y murallas que en USA solo podrían soñar. Los pueblos, con su arquitectura tradicional y su románico incomparable, ofrecen un patrimonio único. En Castilla y León se come y bebe mejor que en el antiguo imperio romano, y mejor que en cualquier rincón de California. En definitiva, Castilla y León es un lugar por descubrir, poco conocido, y quizás sea mejor que siga siendo así. Tal vez nos guste más de esta manera.
Lerma, legado cultural en Burgos
Uno de los grandes tesoros de Castilla y León es Burgos, y dentro de ella, Lerma. Este pintoresco pueblo, situado a orillas del río Arlanza, alberga siglos de historia. El gran símbolo de la localidad es el Palacio Ducal de Lerma, una obra maestra del Renacimiento español. Esta majestuosa construcción, levantada en el siglo XII por un subordinado de Felipe III (el conde duque de Lerma), domina el horizonte con una elegancia que ha perdurado a lo largo de los siglos. Además, se puede visitar el Museo Arqueológico de Lerma, ubicado en el Convento de San Blas, donde se exhiben artefactos de la época romana y medieval. Otros monumentos destacados incluyen la Iglesia Barroca de San Pedro y el Convento de Santa Teresa. Pero Lerma no solo destaca por su grandiosidad histórica; también es famosa por su rica tradición gastronómica. Vamos a descubrir por qué.
Gastronomía
El mayor tesoro de Castilla y León es, sin duda, su cocina. A través del cuchillo, la cuchara y el tenedor, esta región conquista paladares de todo el mundo. En Lerma, como no podía ser de otra manera, se disfruta de una gastronomía deliciosa. Los restaurantes, acogedores y familiares, ofrecen menús variados con productos frescos y de temporada. El cordero asado es una obligación, un verdadero manjar divino que te llevará a untar hasta los codos. La famosa morcilla de Burgos, por supuesto, no necesita presentación. Y el queso fresco de Arlanza es una auténtica oda al mundo de los lácteos.
Para completar la experiencia, Lerma tiene la suerte de estar en la zona de la Ribera del Duero, donde los viñedos producen algunos de los mejores vinos del mundo. Un buen sorbo de este vino redondea una experiencia gastronómica inolvidable. Quien visita Castilla y León, sin duda, siempre querrá volver.