Hemos encontrado el lugar más mágico de California, un viaje a los confines de la tierra firme

Se encuentra en unos laboratorios dedicados a Jonas Salk, desarrollador de la vacuna de la polio, y es una obra brutalista única en el mundo que esconde una curiosa historia.

Instituto Salk, viaje al sol

El viaje al sol del Instituto Salk.

/ Agencia Getty

Dicen que por muchos amaneceres y atardeceres que hayas podido presenciar en tu vida ninguno se asemejará a los de California. Una afirmación muy recurrente entre los viajeros que encuentra su máxima expresión en La Jolla, un precioso barrio a pocos kilómetros de San Diego. 

Un barrio que podría pasar desapercibido por el público general si no existiera el Instituto Salk, un espacio diseñado por el arquitecto Louis Kahn en 1965 en el que encontramos el conocido como ‘viaje al sol’. Y es que, cada equinoccio en este preciso lugar, el sol de California se convierte en el sol del mundo.

La Jolla, California


/ Agencia Getty

Pero, antes de desgranar por qué aquí se presencian algunos de los atardeceres más espectaculares del mundo, es preciso conocer su historia, que se remonta a 1959. Ese año el virólogo Jonas Salk, mundialmente famoso por desarrollar la vacuna de la polio, encargó a Louis Kahn la construcción de sus nuevos laboratorios. La petición fue sencilla: apenas nos espacios que tuvieran unos laboratorios cómodos y espaciosos. Nada más lejos de la realidad. 

El lugar elegido fue La Jolla, por el que el virólogo y el arquitecto paseaban largas tardes de la primavera discutiendo el tamaño, las necesidades e incluso el estilo de la nuestra construcción. Lo discutían siempre frente al Océano Pacífico.

Instituto Salk

Edificio del Instituto Salk

/ DOUGBERRY

Una mirada que inspiró al arquitecto, que terminó creando uno de los edificios brutalistas más estudiados por los estudiantes de arquitectura de todo el mundo. Lo es porque Kahn lo tuvo muy claro, quería que fuese un regalo para los trabajadores de los laboratorios, un espacio en el que pudiesen presenciar la majestuosidad del planeta en un viaje espiritual. O lo que es lo mismo, les regaló un viaje entre el cielo, el océano y el sol.  

La simetría y el viaje a los confines de la Tierra

Para los arquitectos modernos, la simetría es prácticamente un tabú. Ya no se enseña en las escuelas y las universidades, catalogada como una de las expresión más artificiales y básicas de la arquitectura. Según los expertos, es así porque la simetría no dialoga con el entorno ni con la realidad funcional, sino que es una mera imposición.

Instituto Salk

Cequia central del Instituto Salk

/ Agencia Istock

Y es que, precisamente eso, es lo que se pretendía en el Instituto Salk. Es por eso que es considerado como un lugar extraordinario donde la serenidad del cielo y el océano es capaz de estimular a las personas, aunque no se dialogue con ellos. De hecho, la intención de Kahn era poner al hombre frente a fuerzas mucho más antiguas y poderosas que las terrenales: el regalo es el agua y el silencio. 

Es por eso que en el centro nos encontramos con un eje flaqueado por agua, sin árboles ni sombras, en los que solo poder admirar el pavimento de mármol con una cequia que nos transporta hacia los confines de la Tierra es una especie de magia que se hace realidad cada equinoccio, cuando el sol ilumina la franja de agua central en un espectáculo que podríamos catalogar de celestial.

Desfile de Louis Vuitton en el Instituto Salk

Desfile de Louis Vuitton en el Instituto Salk

/ PATRICK T. FALLON/AFP via Getty Images

No solo eso, pues estos dos edificios perfectamente simétricos generan una vista al extenso Océano Pacífico, valiéndose de una pequeña fuente central para guiarnos más allá de la tierra firme y llevándonos a un viaje que nos lleva, literalmente, a otro mundo. 

El Instituto Salk, mundialmente reconocido por ser un claro ejemplo de arquitectura espiritual, es una sublime mezcla de las corrientes brutalista e internacional que ha cautivado hasta a las grandes marcas de moda del mundo como Louis Vuitton, que este año ha celebrado uno de sus desfiles en este precioso y curioso lugar. 

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