La Navidad no volverá a ser igual en Bayona: última oportunidad para ver los farolillos

La belleza va de la mano con la peligrosidad en este fascinante espectáculo.

Los farolillos son una tradición asiática, aunque se ha exportado por su belleza
Los farolillos son una tradición asiática, aunque se ha exportado por su belleza / Istock / Toa55

A la típica tradición navideña, en Bayona, una ciudad enclavada en el País Vasco francés, se añade un espectáculo que llena el cielo de farolillos durante dos noches de diciembre; imitando festivales como el tailandés Loi Krathong. Este año iban a ser los sábados 9 y 16 de diciembre.

Durante el primero, coincidiendo con el puente de la Inmaculada, la ciudad se llenó de miles de espectadores que esperaban poder soltar uno de los famosos farolillos. Sin embargo, no pudo ser por adversidades climatológicas. Aun así, muchos se saltaron las prohibiciones y echaron a volar los suyos, pues es probable que esa sea la última vez que lo hagan.

Las autoridades consideran que, al no poder asegurar la seguridad ciudadana y al ser objetos altamente contaminantes, lo mejor es prohibir esta práctica a partir del próximo año. En 2022, un decreto de la prefectura de los Pirineos Atlánticos prohibió el lanzamiento de los farolillos, pero Bayona logró esquivar las limitaciones y obtener permisos para los dos últimos años. Aun así, en 2024 ya no se podrá disfrutar de este fascinante aunque peligroso espectáculo.

La belleza peligrosa de los farolillos

Aunque Bayona la adoptado como propia en los últimos tiempos, lo cierto es que es una tradición puramente asiática. El lanzamiento de estas linternas suele ir acompañado de deseos en busca de la prosperidad para el año que comienza. Están hechos de papel de arroz y bambú y funcionan con un sistema muy sencillo. Utilizan un combustible que calienta el aire del interior de la lámpara y hace que flote por el contraste con el aire frío externo.

Así, pueden estar flotando por el aire durante horas, sin controlar dónde caen y pudiendo golpear a cualquiera; además de dejar una importante cantidad de residuos. Aunque es indudablemente un espectáculo muy bonito, pueden causar accidentes, golpes o incendios. Por lo que, por mucho que se hayan puesto de moda a raíz de películas como 'Enredados', cualquier experto aconseja no soltarlos y menos aún sin supervisión profesional. Así que si quieres vivir la experiencia por última vez, la cita de despedida será el sábado 16 de diciembre frente al río Bidasoa.

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