Goya invade Basilea: la mayor exposición del pintor jamás vista fuera de España

Que un museo dedicado al arte contemporáneo albergue una exposición del gran maestro de la pintura del siglo XVIII podría parecer un proyecto disparatado. No, si se trata de Goya, nuestro Francisco de Goya y Lucientes, cuyo trazo avanzó los grandes movimientos pictóricos que llegarían siglos después. Por su concepción innovadora del arte, por su originalidad en la composición y por la lectura que subyace en su obra, muchos historiadores le consideran el padre del arte moderno.

Es, precisamente, esta condición de artista para artistas, esta capacidad para influir en pintores posteriores como Picasso, Miró o Francis Bacon, la que ha llevado a Basilea, y más concretamente a la Fundación Beyeler, la pinacoteca más visitada de Suiza, a acoger la muestra que lleva por nombre simple y llanamente Goya. Una retrospectiva sobre el genio que se erige en la más importante jamás realizada fuera de España.

Todos los Goyas en uno

Desde sus primeros años hasta los últimos en Francia, del Rococó tardío hasta el Romanticismo, la muestra (organizada en colaboración con el Museo del Prado) recoge al Goya que fue pintor de la corte, inventor de enigmáticas pinturas de gabinete, autor de obras religiosas y profanas, maestro de bodegones y escenas de género.

Unas 70 pinturas y más de cien dibujos magistrales conforman esta experiencia sensorial e intelectual, para la que se han reunido por primera vez obras de colecciones privadas españolas raramente expuestas (y a veces incluso desconocidas) tales como la de la Fundación Casa de Alba, el Marques de la Romana, Alicia Koplowitz o Juan Abelló.

Joyas únicas que se alternan con obras clave de reputados museos y colecciones particulares de Europa y América como las del Museo Nacional Thyssen-Bronemisza, la Fundación Lázaro Galdiano, el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, el Louvre de París, la National Gallery de Londres, el Museo de los Uffizi de Florencia o el Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

Libertad creativa

En la exposición, que propone un recorrido cronológico, figuran algunos de los grandes hitos del artista de Fuendetodos (Zaragoza), quien además de los famosos encargos de reyes, nobles o burgueses, desarrolló su propia libertad artística, enfrentándose con rebeldía a normas y dogmas que limitaban el arte y abogando por la singularidad y la fuerza imaginativa.

Así se aprecia en sus obras más reconocidas, como el Retrato de la Duquesa de Alba, El Pelele,El aquelarre, los retratos de Carlos III, Carlos IV y Fernando VI, su propio Autorretrato o la icónica La Maja Vestida, que aparece sin su hermana (La Maja Desnuda) puesto que ningún museo, salvo El Prado, puede exhibir estas dos obras juntas.

Pero sobre todo se aprecia en las pinturas de género de pequeño formato, que en su mayoría se conservan en colecciones privadas y que apenas se han expuesto fuera de España. Son las obras que conforman la serie de la colección del Marqués de la Romana en las que Goya parece dar cuenta de los informes policiales del momento: crímenes, bandidos que desnudan a una mujer, reyertas entre gitanos, hospitales de apestados…

Reflejos de la sociedad

En la muestra de la Fundación Beyeler (cuyo espectacular edificio proyectado por Renzo Piano, es una de las grandes joyas arquitectónicas de Basilea) también destacan los aguafuertes de la serie Los Desastres de la Guerra, de 1810 a 1814, así como los de la serie Los Caprichos, que reflejan la injusticia, la superstición y la estupidez de la época.

Y como colofón, un estupendo vídeo realizado por el artista contemporáneo Philippe Parreno, quien grabó muy de cerca los cuadros dedicados a las Pinturas Negras de la Quinta del Sordo, la residencia de Goya a las afueras de Madrid. Obras murales que probablemente no estaban destinadas al público pero que son auténticas joyas visionarias de nuestros días.