El Camino de Santiago tiene competidor: el GR 99, la ruta más larga de España
Un recorrido de 1,280 km a través de 7 comunidades autónomas que sigue el cauce del rio Ebro.
Rutas hay muchas en España; sin embargo, la GR-99 destaca por su longitud, consagrándose como la más extensa en cuanto a recorrido. Aunque se la conoce mejor como “El Camino Natural del Ebro”, es un sendero que comienza en Fontibre (Cantabria) y recorre el curso completo del Ebro, a lo largo de 1.280 kilómetros, hasta su desembocadura en Deltebre (Tarragona). En su trayecto, atraviesa las provincias de Cantabria, Palencia, Burgos, Álava, La Rioja, Navarra, Zaragoza, Lérida y Tarragona.
El origen de la ruta: una hermandad entre comunidades autónomas
Siendo la única gran corriente fluvial de la vertiente mediterránea, era de esperar que el Ebro tuviera su propia ruta. Ya existían otros caminos tradicionales a lo largo del río, pero gracias a la colaboración entre el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Confederación Hidrográfica del Ebro, la Federación Española de Montaña y Escalada, y siete comunidades autónomas, surgió la iniciativa de unir estos recorridos en una sola gran ruta: el GR-99. Entre ellos, uno de los tramos coincidía con el antiguo ramal del Camino de Santiago que conectaba el Mediterráneo con el Camino Francés.
Gracias a esta colaboración, se acondicionó y fundó el Camino Natural del Ebro, con la debida señalización: balizas rojas y blancas (como corresponde a un sendero de gran recorrido) e indicaciones en los puntos de inicio y fin de cada etapa. En estos puntos se colocaron paneles informativos con todo lo necesario para que los viajeros puedan comenzar cada parte del recorrido.
Es curioso destacar que el río Ebro ha sido testigo de miles de años de historia. Su nombre, ‘Iberus’, que en lenguas antiguas significaba ‘río’, fue recogido por griegos y romanos, y llegó a dar nombre a toda la Península Ibérica. A lo largo de sus orillas, entre los siglos VII y I a.C., ya vivían numerosos pueblos: iberos, celtas, cántabros, vascones y otros. El Ebro no solo fue una vía de comunicación crucial, sino también un espacio vital para estas civilizaciones, como lo demuestran antiguas esculturas que lo representan como una deidad.
3 tramos y 42 etapas
Aunque los tramos están pensados para recorrerse a pie, muchos los realizan en bicicleta. La cantidad de días para completar la ruta depende del ritmo de cada persona y de cuántas etapas se realicen al día. Si decides hacerla a pie, podrías necesitar entre 40 y 50 días para acabarla. Cubrir una etapa al día (entre 20 y 30 km) te llevaría unos 40 días, aunque, si decides descansar o dedicar más tiempo a explorar los pueblos y los lugares de interés, el viaje podría alargarse. También es común que algunos prefieran realizar tramos específicos en diferentes momentos, en lugar de completar la ruta de una sola vez.
El río Ebro tiene tres tramos naturales diferenciados: el Alto Ebro, la Depresión del Ebro y el Bajo Ebro, lo que permite dividir el camino según los paisajes y las características del terreno.
Alto Ebro
Este primer tramo se extiende entre Fontibre (Cantabria), donde nace el Ebro, y Haro (La Rioja). Es un tramo relativamente fácil, sin mucho desnivel, en el que puedes disfrutar de lugares como el Desfiladero de las Conchas de Haro y los Cañones del Ebro, dos espectaculares formaciones rocosas. También pasarás por Orbaneja del Castillo, un pintoresco pueblo asentado sobre un cañón atravesado por una cascada.
La Depresión del Ebro
Desde Haro hasta Mequinenza (Zaragoza), el paisaje cambia hacia las llanuras de La Rioja, Navarra y Aragón. En este tramo pasarás por ciudades importantes como Logroño y Zaragoza, donde el río Ebro marca el pulso de la vida urbana.
El Bajo Ebro
Finalmente, desde Mequinenza hasta Tortosa (Cataluña), el Ebro recorre su tramo final entre montañas, acercándose al mar. Este tramo pasa por localidades históricas como Miravet y Tortosa, y te brinda la oportunidad de terminar el recorrido en la playa, disfrutando del paisaje y los numerosos canales que forman la desembocadura del río.
Planifica tu viaje con antelación
Esta ruta no es fácil. Si planeas recorrerla a pie, asegúrate de planificar con antelación los alojamientos en los que te quedarás al final de cada etapa, y lleva contigo el equipo necesario: GPS, calzado de repuesto, equipo de senderismo y ropa adecuada para adaptarte a las diferentes condiciones climáticas.
En internet, puedes encontrar toda la información necesaria en la página del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, donde dispones de mapas detallados de cada etapa y de las indicaciones importantes que debes considerar antes de aventurarte en la ruta más larga de España.
Si te atreves a recorrer la GR-99 a pie, ten en cuenta el tiempo y los costos que implica. Es una ruta exigente y sacrificada, pero cada paso está impregnado de la historia de nuestra península. El viaje está lleno de paisajes y culturas que te acompañarán durante todo el recorrido, y el esfuerzo se verá recompensado cuando llegues a la desembocadura del Ebro, tras haber compartido un viaje íntimo con el río. Ese momento es indescriptible y solo quien lo vive puede entender su verdadera magnitud.
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