5 parques arqueológicos de Castilla-La Mancha

El territorio castellanomanchego es rico en historia, y por ello posee numerosos yacimientos arqueológicos que descubren multitud de detalles sobre el pasado de esta comunidad.

Anfiteatro de Segóbriga
Anfiteatro de Segóbriga / robertonencini

Castilla-La Mancha no solo se caracteriza por El Quijote, el buen queso y los viñedos; siglos de historia han dejado huella en esta maravillosa comunidad que desvela sus mayores secretos en cada yacimiento arqueológico excavado.

Para la preservación y divulgación del patrimonio histórico, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha seleccionado los mejores parques arqueológicos, uno de cada provincia. Los centros de interpretación, las visitas guiadas y las funciones teatrales han devuelto la vida a estos lugares que gozaron de esplendor en épocas pasadas.

Parque arqueológico de Alarcos-Calatrava
Parque arqueológico de Alarcos-Calatrava / Patrimonio Histórico Castilla-La Mancha

Parque Arqueológico de Alarcos - Calatrava la Vieja

A escasos kilómetros de Ciudad Real se encuentra el Parque Arqueológico de Alarcos y Calatrava. Este parque es un reflejo de la dualidad entre la cultura cristiana y la musulmana, y se articula en torno a dos yacimientos. El primero es de la ciudad de Alarcos que se sitúa junto al río Guadiana desde la Edad del Bronce Pleno. Las excavaciones han sacado a la luz parte de la ciudad ibérica, el perímetro exterior del castillo y gran parte de la muralla medieval, donde se halla una fosa común que alberga los restos de los combatientes cristianos y musulmanes enfretados en las batallas de 1195.

El segundo de los yacimientos es el de Calatrava la Vieja, uno de los yacimientos medievales mejor preservados de la península. Conserva estructuras tan notables como un foso, todo el recinto amurallado con torres pentagonales, albarranas y corachas, y dos puertas acodadas. En el alcázar destacan el magnífico arco triunfal de acceso, la gran sala de recepciones, el aljibe y las iglesias templaria y calatrava. Y en los arrabales, se pueden observar los restos de una mezquita.

Mosaico del dios del océano
Mosaico del dios del océano / Tyler Smith

Parque Arqueológico de Carranque

Los coloridos mosaicos romanos son la principal atracción de este parque arqueológico situado en el municipio toledano de Carranque. En 1983 comienzan las excavaciones de uno de los conjuntos monumentales más importantes de la Hispania romana, formado por los restos del Edificio Palacial (edificio de representación del dueño de la villa, en origen de carácter público y, posteriormente, religioso), el Mausoleo (lugar de enterramiento del propietario y su familia), la Casa de Materno (una mansión que servía de vivienda, cuyos suelos de mosaico aún se conservan), y el Torcularium (una construcción destinada a la elaboración de vino y aceite). Todos ellos, fechados a finales del siglo IV, son los únicos hallazgos relacionados con el Emperador Teodosio I el Grande.

Estatua en el Parque Arqueológico de Segóbriga
Estatua en el Parque Arqueológico de Segóbriga / robertonencini / ISTOCK

Parque Arqueológico de Segóbriga

Situado en torno al cerro de Cabeza de Griego, en la localidad de Saelices (Cuenca), este parque arqueológico es el más claro ejemplo de desarrollo urbano y progresión social de la época romana en la Meseta sur.

La importancia de Segóbriga reside principalmente en la explotación de sus minas, de la cuales se extraía el “lapis specularis”, una piedra de yeso cristalizado transparente que dejaba pasar la luz y servía para la construcción de suelos y ventanas.

Otro de los motivos del crecimiento de esta ciudad fue su situación geográfica, pues fue un lugar de paso de varias calzadas y, durante los siglos I y III d.C., se convirtió en capital administrativa de un amplio territorio hasta la conquista islámica.

Esta ciudad romana llegó a albergar importantes construcciones como un teatro, un anfiteatro, grandes termas públicas, una basílica, templos y mercados.

Tolmo de Minateda
Tolmo de Minateda / Turismo Hellín

Parque Arqueológico de Tolmo de Minateda

En lo alto de un cerro amesetado, este conjunto arqueológico aúna los restos de varias culturas que se asentaron en Hellín (Albacete) desde la Edad del Bronce hasta el siglo X d.C.

Los cimientos de la muralla romana, o la reconstrucción de la almazara ibero-romana, son algunos de los reclamos de esta ciudad de la que aún se conserva el camino de acceso tallado en la roca. Pero, sin duda, el mayor tesoro que conserva El Tolmo de Minadeta son los restos de una basílica visigoda (siglos VI y VII) con algunas tumbas en su interior. Tras su expolio, la basílica se convirtió en parte del barrio islámico.

Desde la que era la Acrópolis de esta ciudad, se puede observar todo el valle por el que discurría la antigua calzada romana de Cartago Nova, y resulta imposible imaginar la cantidad de secretos que habrán guardado estas tierras.

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