10 planes para amar la montaña: para principiantes, expertos, familias, ciclistas...

Desde las montañas de Aragón hasta la sierra madrileña. De Málaga a Mallorca. Si no encuentras un plan monteñero para este verano en este reportaje, es porque no quieres.

Desde su declaración como espacio protegido en 1918, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se ha convertido en un referente para los amantes de la montaña. En sus 15.608 hectáreas encontramos rutas de todos los niveles. La más popular, probablemente, sea la que conecta la Pradera de Ordesa con la cascada de la Cola de Caballo. La duración aproximada es de 2,5 horas de ida y otras 2,5 horas de vuelta. Y el nivel de dificultad, bajo. Desde la Cola de Caballo, los más intrépidos pueden dirigirse a la cumbre del Monte Perdido (3.355 metros de altitud), con el refugio de Góriz como punto de descanso durante la noche antes de la ascensión.

Campo de entrenamiento para los amantes de la naturaleza de Madrid y alrededores. Conviene recordar que el punto más cercano del parque nacional se encuentra a solo 50 kilómetros de la ciudad y existen buenas conexiones de transporte público. Las ascensiones más populares son a Peñalara (2.428 metros) y Siete Picos (2.138 metros). La Pedriza es tanto un lugar de excursiones en familia como punto de encuentro de escaladores de todos los niveles. Los más andarines disponen de múltiples opciones, siendo las más populares la ruta de la Cuerda Larga y el sendero GR-10, que recorre la totalidad de la cadena montañosa.

El desfiladero de los Gaitanes, que transcurre junto al río Guadalhorce, es un escenario tremendamente fotogénico. Durante el reinado de Alfonso XIII, en las paredes del cañón se construyó una pasarela peatonal de tres kilómetros de longitud y apenas un metro de ancho para facilitar el paso de los operarios de mantenimiento de la Sociedad Hidroeléctrica del Chorro. Se inicia en el término de Ardales, atraviesa Antequera y finaliza en El Chorro —localidad apreciada por los amantes de la escalada deportiva—. El sendero está construido en paredes prácticamente verticales a una altura aproximada de 100 metros sobre el río. 

El 22 de julio de 1918 se declaró oficialmente el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, el primero de España. Desde 1995, Covadonga pertenece al Parque Nacional de los Picos de Europa, el más extenso de la península. Y en su interior se encuentra uno de los picos míticos del montañismo español: el Naranjo de Bulnes (2.519 m). Una buena opción para toda la familia es la Ruta del Cares, una ruta lineal de 24 km que une las localidades de Caín y de Poncebos. La ruta es apta para todos los senderistas a partir de 12 años. Eso sí, mejor que no padezcan de vértigo.

A lo largo de 90 kilómetros, la Sierra de Tramuntana transcurre por el litoral occidental de la isla de Mallorca, entre Andratx —una de las localidades más antiguas de la isla—, al sur, y Cap de Formentor, al norte. Para conocerla, los amantes del senderismo tienen la Ruta de Pedra en Sec, que sigue el GR-221. Se trata de una ruta de ocho jornadas, entre Andratx y Pollença, que recorre los antiguos caminos empedrados que utilizaban las comunidades locales tiempo atrás. Una forma diferente de descubrir esta sierra declarada Patrimonio de la Humanidad.

El Parque Natural de Gorbeia es el más grande de Euskadi, con una extensión de 200 km². En él puede encontrarse lo más característico de las montañas del País Vasco: bosques, humedales, pastos altos, piedra caliza... Para tener un primer contacto con la zona es recomendable realizar la Travesía de Gorbeia, una ruta de 25,8 km que transcurre entre el Puerto de Barázar e Ibarra. El recorrido puede iniciarse desde Bilbao, tomando el transporte público hasta el comienzo. La travesía asciende a la cumbre del Gorbeia (1.481 metros). Otra visita imprescindible es el mágico Hayedo de Otzarreta, que se encuentra en la vertiente vizcaína del parque.      

El Val d’Aran es un paraíso para los amantes de los deportes de montaña: ofrece esquí de fondo, senderismo, escalada, MTB... Incluso los aficionados al Camino de Santiago pueden recorrer estos paisajes, siguiendo la ruta que empleaban los peregrinos franceses para atravesar los Pirineos como alternativa a los populares pasos de Roncesvalles y Somport. La extensión completa de esta alternativa son 246,5 km, desde Saint-Bertrand-de-Comminges (en Francia) hasta Berbegal (Huesca), donde enlaza con el Camino Catalán. 

A lo largo de la historia, los encaramados pueblos de la Alpujarra han conquistado a viajeros de todo el mundo. El escritor británico Gerald Brenan (1894-1987) residió largas temporadas en Yegen, donde escribió uno de los libros que le abrieron las puertas de la inmortalidad: Al sur de Granada. Sin embargo, a pesar de esta fascinación, la zona sigue siendo un gran tesoro por descubrir. Los ciclistas pueden realizar la ruta circular que conecta Granada con la Alpujarra y que puede hacerse cómodamente en una semana. 

La localidad de Morella aparece frecuentemente en la lista de los pueblos más bonitos de España. El pintoresco pueblo amurallado está considerado como uno de los más antiguos de España, probablemente debido a su ubicación estratégica entre el Valle del Ebro y el Mediterráneo. A pesar de no contar con grandes ascensiones, la comarca de los Puertos de Morella cuenta con numerosos caminos y senderos que atraviesan profundos barrancos y hermosos valles fluviales. El circuito de Els Ports es una ruta de seis días con salida y llegada en Morella. Probablemente, el paisaje más impactante sea el paso por los precipicios del Portell de l’Infern. 

La prestigiosa revista estadounidense Outside, especializada en deporte y aventura, ha llegado a denominar a España como el mejor lugar del mundo para practicar la escalada deportiva. Siurana y Margalef han adquirido bastante popularidad entre los escaladores extranjeros. E

En Siurana, por ejemplo, hay más de 1.700 vías abiertas de todos los niveles. Y Margalef ofrece, junto a la localidad noruega de Flatanger, el mayor número de vías extremas del mundo. Ambos pueblos pertenecen a la comarca del Priorat, apreciada por sus vinos, por sus pintorescas localidades y por el entorno del Parque Natural de la Sierra de Montsant.