Carnavales más curiosos de España

Declarada fiesta de Interés Turístico Nacional, en esta ancestral fiesta se implican todos los villarobletanos, sobre todo, los niños. Es un carnaval único por la llegada de los Juanes, una especie de cuervos de la zona, en la que se basa el disfraz, el Concurso de bodas, una parodia de enlaces famosos o imaginarios, cura e invitados incluidos, y el rastrillo y la Noche del Orgullo Manchego.

Cada martes de Carnaval, este pequeño pueblo representa la captura, el juicio y la muerte en la hoguera del malvado bandido Miel Otxin, una tradición, parece que basada en hechos reales, y que ha ido pasando de padres a hijos. Se trata de un gran muñeco, con los brazos en cruz, al que acompañan otros coloridos personajes, en una gran parodia en la que no falta el chistu y el tamboril.

Los siete días de fiesta de este divertido carnaval, se inician el jueves Lardero con la Merengada, y la tradicional Xatonada. Con la llegada del rey Carnestoltes, se inicia un intenso fin de semana marcado por los disfraces y la sátira. El domingo es el gran día, cuando la fiesta llega al punto álgido con las Comparses, donde miles de parejas, con mantones de manila y barretinas, convierten las calles en una alfombra de caramelos.

El carnaval de Los Indianos, de la isla de La Palma, es uno de los más divertidos y originales de nuestra geografía. Representa una parodia de los emigrantes que regresaban con sus familias de Las Américas, casi siempre Cuba, y presumían de la fortuna y buena posición que habían adquirido. El blanco inunda toda la ciudad, tanto por la batalla de polvos de talco como por el blanco impoluto que visten.

Caras tiznadas, empujones, rondallas, trajes regionales y disfraces se conjugan en un carnaval tan único como su folclore. Toda la fiesta gira en torno al Peropalo, nombre con el que se conoce a un muñeco de tamaño natural, vestido de negro, y relleno de paja. Los habitantes se posicionan a favor o en contra del pelele, y escenifican judiás, en un festejo declarado de Interés Turístico Nacional.

Aquí se celebran el velatorio y entierro de la morca, una morcilla, en vez de una sardina. Y el sábado se procede a la quemá del chinchoso, una original tradición que consiste en inmolar un muñeco a escala natural que encarna al personaje popular más odiado del año. Y, sin acritud, casi siempre suelen ser políticos.

En esta localidad altoaragonesa se celebra uno de los carnavales más antiguos de España, y de origen claramente pagano. Arranca cuando cobra vida Cornelio Zorrilla, muñeco confeccionado con ropas viejas rellanas de paja. Este bandido encarna todos los males que asolan el valle, y por ello será juzgado, colgado de la fachada de la casa consistorial, y condenado a la hoguera.

La mascarada pontevedresa está dedicada a un loro con nombre de anarquista, Rovachol, que existió realmente allá por 1900. Fue la mascota del boticario, don Perfecto, y deleitó a sus vecinos con su verborrea irreverente hasta que estiró la pata. Se le organizó un sentido velatorio y un multitudinario entierro, que siguen representándose año tras año.

El carnaval de Ciudad Rodrigo está considerado como el más antiguo de España, ya que de él se han encontrado referencias en documentos de la época de los Reyes Católicos. Miles de visitantes acuden cada año a la fiesta grande de Ciudad Rodrigo para disfrutar de encierros, capeas, corridas y charangas. El plato fuerte es el encierro a caballo por lo que el carnaval del Toro desde siempre estuvo unido a actos taurinos y de disfraces.

Uno de los carnavales más antiguos de España, es el onubense Carnaval de Isla Cristina. Acompañado por su buen clima, y su colorista puesta en escena, este carnaval ha sido declarado de Interés Turístico de Andalucía. No le falta desfiles, carrozas, teatro, cabalgatas, bailes, música ni concurso de disfraces. Las primeras noticias acerca de este carnaval se encuentran en unas normas de 1 832.