6 deportes de mar para el verano

Para oxigenarse en kayak solo se precisa un mar en calma, que casi siempre suele  encontrarse en puntos específicos de Islas Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía e, incluso, Asturias. En estas zonas hay numerosas empresas en la misma playa, que organizan atractivas excursiones. No necesitas nada más que ganas de remar para encontrar cuevas o calas perdidas que de otra manera jamás podrías descubrir.

Es el deporte de moda en nuestras playas, y a diferencia del surf o windsurf, solo se puede practicar en aguas tranquilas. El paddle surf combina la tranquilidad con un ejercicio constante por las características de esta especie de surf a remo. Así que dada vez son más las escuelas y empresas que ofrecen nociones básicas y el material indispensable para su práctica.

Nuestras profundidades son el paraíso para los amantes del buceo. Aunque el  submarinismo precisa de formación previa a la hora de practicar bajo el mar, en la mayoría de los Puertos Deportivos de las localidades costeras se organizan inmersiones para los principiantes. También se ofrecen salidas programadas para los especialistas. Sin duda, es un deporte que atrapa, una experiencia única que hay que probar en los único e increíbles paisajes marinos de nuestro país.

A pesar de lo que se pueda creer, los bellos y recogidos parajes del norte son los más apreciados por los líderes en la modalidad. Nuestro país ya cuenta con tradición en la práctica de surf que cada día se acrecienta. Las playas de Mundaka o Laga en Vizcaya o las de Zarautz y Zurriola en Guipúzcoa ya son referente para los grandes surfistas. Y las asturianas Playa de Tapia de Casariego, Playa de las Salinas, Playa de Rodiles y de San Lorenzo empiezan a tomar renombre.

El kitesurf combina destreza con el agua y el viento. Sus muchas modalidades diversifican mucho las opciones para practicarlo dependiendo de las olas y el tipo de viento de cada zona. Además de las playas canarias, en el norte se pueden hacer cursos en la santanderina Laredo. Y por supuesto, las aguas y vientos mediterráneos de la Oliva en Valencia y en Les Deveses de la alicantina Denia son de lo más favorables.