Poike / ISTOCK
Mahón se levanta al final de una maravillosa y extensa ría de 5 kilómetros, en la que aparece expuesta toda su historia. En la entrada se alza la fortaleza de la Mola, y al otro lado, las ruinas del castillo de Sant Felip y el fuerte Marlborough. La capital de la isla es una ciudad blanca, donde la plaza de S’Esplanada es el corazón. En sus alrededores está el conjunto prehistórico Trepucó, un pueblo guerrero; y el poblado de Talatí de D’Alt.
Stephen Hughes / ALAMY
En Es Castell, que nació a la sombra del castillo de Sant Felip, aún huele a barca de pescador. Esta villa acaba en la pintoresca ensenada de Cales Fonts, hoy ocupada por bares y restaurantes. Enfrente está el monumental lazareto acabado en el siglo XIX, que fue el más moderno de su época. En el término de Es Castell se puede visitar el talaiot de Trebalúger, situado en la carretera de Sant Lluis.
Premium Stock Photography GmbH / ALAMY
Es un núcleo cuajado de casas blancas y trazado regular donde su costa, llana y abierta al sur, invita a la tranquilidad y el paseo. En sus inmediaciones está el poblado prehistórico de Binisafullet. Al pie de su taula se encontró una gruesa capa de cenizas y huesos de animales calcinados, lo que demuestra que era un lugar de sacrificios.
Rudi_Lange / ISTOCK
El término de Alaior es uno de los más ricos en patrimonio arqueológico. En Cales Coves hay una gran necrópolis talaiótica, una auténtica ciudad de los muertos donde eran enterradas las familias aristocráticas de aquella sociedad. El poblado de Torralba d’en Salord es otro referente de la prehistoria menorquina. En la villa merecen una visita el antiguo claustro franciscano, el prehistórico poblado de Torre d’en Gaumés, y las ruinas de una basílica paleocristiana.
LUNAMARINA / ISTOCK
Camino de Fornells en un paraje con gran carácter, el que rodea el faro de Faváritx, un promontorio negruzco y desnudo, azotado por los temporales. Fornells ha sabido guardar las viejas esencias marineras, por lo que su caldereta de langosta es única en el mundo. Cerca de Fornells está el conjunto arqueológico de Torreta de Tramuntana, el único que se levantó mirando hacia el norte.
Rudi_Lange / ISTOCK
Esta ciudad reservada y señorial, fue capital de Menorca. Llena de palacios aristocráticos, su catedral es el monumento gótico más importante de Menorca, y su ciudad antigua llena de arcadas medievales y conventos, una auténtica delicia. Su término acoge el monumento arqueológico naveta d’Es Tudons, un edificio funerario pretalayótico que conserva todo su porte y majestuosidad.