6 escalas que embelesan en la Costa Brava
Empúries
La antigua ciudad greco-romana de Empúries es el único yacimiento arqueológico de la península donde conviven restos de una ciudad griega con vestigios de una ciudad romana. Este asentamiento está formado por tres núcleos de población. La ciudad griega antigua, Palaiápolis; la nueva ciudad griega, Neápolis, y la ciudad romana. Aquí se encuentra una de las sedes del Museo d’Arqueologia de Catalunya.
Figueres
Es la ciudad natal de Salvador Dalí y cada rincón lo venera. Aquí pasó sus últimos años tras la muerte de Gala, su esposa y musa. En la villa se alza el castillo de San Fernando, la mayor fortaleza europea del siglo XVIII y el Museo del Juguete de Catalunya, una visita imprescindible que ofrece una muestra de 4.000 juguetes reunidos por el coleccionista Josep María Joan Rosa.
Castelló d’Empúries
Castelló d’Empúries ofrece un gran patrimonio civil y religioso. Su lonja convertida en casa del concejo, una curia y una prisión, su puente del siglo XIV, la torre carlista a la entrada del pueblo y numerosos conventos son de visita obligada. La localidad forma parte del Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà, un espacio protegido que ocupa una extensión superior a las 4.000 hectáreas.
Roses
Roses forma parte de las Bahías Más Bellas del Mundo, título concedido por la UNESCO y reconocimiento a las espectaculares vistas que hay desde Roses. Este título también se debe a los tres parques naturales que hay a su alrededor: el Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà, el Parque Natural del Cabo de Creus y el Paraje Natural de Interés Nacional de la Albera. Sus 45 kilómetros de playas y su inigualable gastronomía la convierten en un paraíso del disfrute.
Cadaqués
Encajada entre el mar y la roca, es el municipio más oriental de la península ibérica. Cadaqués encandiló a Dalí, donde se quedó y donde aún puede visitarse la casa del pintor en la cala de Port Lligat. La erosión del mar y el viento han esculpido caprichosas figuras en las rocas de las que disfrutan el halcón peregrino, el águila perdicera, el cuervo, el halcón y, por supuesto, las gaviotas. Aquí las plantas y árboles tiñen de color y aroma este paraíso.