En busca de los mejores chiringuitos de España
Estas playas son el imperio donde se pone el sol. ¡Y de qué manera! Nos vamos a las vecinas Huelva y Cádiz para disfrutarlas a golpe de chiringuito. Estos son solo algunos. Los que no puedes perderte.
Por Yolanda Guirado
Chiringuito Oliver. Punta Umbría
“Servimos la cerveza más fría de la playa”. El cartel se puede leer desde el agua. Es el Chiringuito Oliver. Dos socios, uno alemán y otro español, se unieron para construirlo. Oliver era el nombre de uno de ellos. De esto hace más de 50 años. Verano tras verano se llena de amigos que regresan a disfrutar de la comida tradicional marinera. Productos frescos. Platos caseros. La especialidad de la casa son las sardinas asadas ante los clientes, el clásico pescaíto frito y los guisos marineros. Quien busque un restaurante playero con bonitos manteles, este no es su sitio. Quien busque un chill out a pie de playa, tampoco. Porque Oliver es un chiringuito con todas sus letras.
El Portugué. Isla Cristina
Como suena. Con la E muy marcada. Y por supuesto sin S. Estamos en Isla Cristina, una de esas playas kilométricas que tiene Huelva. En el chiringuito El Portugué. Para los que nacimos en los 80, un chiringuito de toda la vida. Entonces, entre unas cuantas chapas muchos tomaban la primera cerveza del verano. Para enfriarla, disponían de una máquina que funcionaba con hielo. Ha cambiado por fuera. Pero por dentro sigue manteniendo la esencia de siempre. En su carta, pescados de la provincia. Puntillitas. Huevas. Sardinas. Chocos. Y el ya tradicional bacalao a la portuguesa. Por supuesto, con una cerveza de barril. Helada.
Feduchy Playa. Conil de la Frontera
El atún rojo de almadraba llega a Feduchy Playa en forma de poke bowl. Platos frescos y saludables elaborados con una materia prima muy cuidada. De la tierra llegan los tomates, aguacates y pepinos. Las algas marinas también tienen su sitio en la despensa de Feduchy Playa. Las sombrillas de paja nos esperan para disfrutar de unas ortiguillas de camarones y una paella de señoret. Una carta versátil que también hace un guiño a la cocina asiática. Sushi, Dim sum y gyozas. El día de playa termina con una piña colada. Así sí.
Santa Pura. La Antilla
Música en directo. Cine para la familia. Noches de Humor. Una programación para todos los gustos. Como los atardeceres a la orilla del Atlántico. Ente mojitos y cócteles, Santa Pura es uno de los clubs del verano para disfrutar de un snack mientras disfrutamos de un concierto. Este es su tercer año. En este tiempo se ha convertido en uno de los más deseados de Andalucía Occidental. En esta playa de arena fina, las noches de La Antilla se alargan hasta altas horas. Mañana será otro día. Mejor en Santa Pura
Agua. Tarifa
Concentración de surferos en este chiringuito de la playa Lances Norte. Un espacio que vive mirando al mar. Mejor aún. A las olas. Agua es un oasis de cócteles, música y ambientazo. Si buscas el lugar perfecto para descansar de la tabla y el viento con un mojito en la mano, lo has encontrado. Para terminar la jornada, una puesta de sol de cine en una de sus colchonetas. Porque Agua es uno de esos chiringuitos para relajarse y coger fuerzas. Venga, la última ola y nos vamos.
La Fontanilla. Conil de la Frontera
Productazo. Y punto. Eso es La Fontanilla. Más que un chiringuito, es un restaurante en la playa de Conil de la Frontera. El atún rojo de almadraba es la estrella de este elegante rincón. El tartar de atún o los pimientos rellenos de atún rojo triunfan en la carta. El guisote de atún a la Fontanilla es todo un clásico. Desde los años 60, superándose con un producto diez. Y así fue como pasaron de ser un punto de encuentro de pescadores, a convertirse en uno de los imprescindibles de la zona. Empezamos con un carpaccio de gambas para ir abriendo apetito. Recomendamos reservar.
Atenas Playa. Chiclana de la Frontera
amas balinesas. Hamacas. Farolillos de colores. Sombrillas de paja. Cojines de colores. Blancos sillones. Bajo nuestros pies, la arena. Y de fondo, sí. Es el mar. ¿Quién si no? Atardece en la playa de la Barrosa. La hora bruja tiene las tonalidades rojizas de esos atardeceres de postal. Una confesión. Pensábamos que no existían. Hasta que llegamos aquí. La carta del restaurante es muy versátil. Desde el morrillo de atún a la plancha hasta las tortillitas de camarones o las gambas cristal, pasando por los chicharrones de Cádiz y las almejas al oloroso. Todo cuenta en Atenas Playa. El paraíso en la playa.