7 sorpresas asombrosas de Guadalajara

Atienza se despliega sobre la loma de un cerro coronado por un castillo roqueño del siglo XIII. Situada en la Serranía Norte, es cruce de rutas importantes de sus lares, la del Cid, la del Románico Rural y la del Quijote. Del Monasterio de San Francisco, lo único que queda en pie, tras el saqueo francés, es el fabuloso ábside gótico. San Bartolomé, levantada en el siglo XIII, Santa María del Val, San Juan del Mercado, la iglesia de la Santísima Trinidad o Santa María del Rey son citas imprescindibles en Atienza.

Entre Sigüenza y Atienza están las fabulosas Salinas de Imón. Su explotación estuvo protegida por los reyes de la Edad Media. El rey destinaba las rentas de las salinas a pagar a nobles, pero sobre todo al obispado de Sigüenza. Su última modernización es obra de Carlos III. Estuvieron activas hasta 1996 y en la actualidad se conservan restos de la última cosecha en sus almacenes principales.

En Cantalojas, en la Sierra de Ayllón, está el Parque Natural Hayedo de Tejera Negra, un paraje único en Europa. Tejera Negra está considerado uno de los hayedos más meridionales de Europa, y es un auténtico bosque de hadas. Este pequeño pueblo, rodeado del sensacional hayedo, blanquea de luz el paisaje de pizarra de sus alrededores. Bañado por los ríos Lillas y Zarzas que, cuando se pasan a ser conocidos como el río de La Hoz, ofrece paisajes irrepetibles.

Apreciado como uno de los pueblos más bonitos de España, posee un increíble trazado. Cada verano celebra su festival medieval para rendir homenaje a Juan Ruiz, el Arcipreste que escribió el Libro del Buen Amor en el siglo XIV. Conserva un fabuloso casco antiguo de traza medieval, que fue declarado conjunto histórico en 1965. Bajo tierra, posee centenares de cuevas-bodegas.

Su nombre proviene del árabe sadrat, que alude al tratamiento de respeto que se da a los sultanes y príncipes musulmanes. El símbolo de la villa es su castillo, llamado del Cid y, aunque data del siglo XV, nos remite a los siglos X y XI porque sus cimientos se asientan sobre una fortaleza califal. En Jadraque se descubren casonas hidalgas de los siglos XVII y XVIII, donde destacan las de la Alcarria, la de la Inquisición, o la de Verdugo.

Posee unas vistas espectaculares y unos rincones cargados de sortilegios. El Medievo vive en Pastrana, al igual que sus abejas, a las que cada año se rinde homenaje con la Feria Apícola Internacional. Aquí, Santa Teresa de Jesús fundó el convento de San José, en el que retuvieron a la fascinante princesa de Éboli. Esta Villa Ducal es leyenda e historia y ,también, Conjunto Histórico Artístico.