Los 10 restaurantes más raros del mundo

¿Quién ha dicho que conocer gente nueva es difícil? en este restaurante llamado Restophone, en Montpellier (Francia), te lo ponen de lo más fácil. Todas las mesas disponen de un teléfono cuya extensión está indicada en las mesas a la vista de todos los comensales. Si alguien en concreto te interesa para entablar una conversación, conoceros o por qué no, ligar, no tienes más que descolgar el teléfono. Eso sí... más nos vale manejar idiomas... nunca sabemos si quién puede estar al lado del teléfono tiene alguna propuesta interesante que hacernos. 

A los amantes del mar, esta idea tan exótica les va a encantar. ¿Os gustaría poder comer a 5 metros bajo el mar? Es posible, porque en este túnel transparente en el océano Índico, podréis ver diferentes especies marinas mientras coméis. Si queréis vivir esta estupenda experiencia solo tenéis que hacer las maletas y volar hasta Isla Rangali en Maldivas.

El Diablo es un restaurante ubicado en Lanzarote. Es muy curioso porque allí usan la energía geotérmica del volcán Timanfaya para cocinar en lo que es un orificio en forma de pozo. No cabe duda entonces que su especialidad sea la cocina a la parrilla. 

Tranquilos, si alguna vez viajáis a Moscú y entráis en el restaurante Twin Stars Diner, no os preocupéis. No veis doble, es que todos los camareros del local son gemelos y visten de forma idéntica. Está claro que para triunfar en los negocios, hay que innovar, ¿no?

Si antes hablábamos de comer bajo el mar, ahora os proponemos todo lo contrario. Solo apto para valientes, porque aquí comeréis a 45 metros de altura y colgados de una grúa. Su capacidad es para 22 personas. A ver quién es el valiente que puede hacer desde las alturas la digestión.

¿Cuántas veces nos han dicho nuestros padres que en el plato no se deja comida? Pues más nos vale haber aprendido bien la lección, porque en este restaurante de Japón si te dejas comida en el plato te hacen pagar más, aunque te dejes lo más mínimo. Así que rebañad bien el plato para no dejar rastro. De cualquier modo, si quedara algo de comida, el extra que hemos pagado se dona a los pescadores para agradecerles el trabajo que hacen al poner en riesgo su vida cuando salen al mar a pescar en condiciones peligrosas. 

Ubicado en La comarca del Páramo, al sur de la provincia de León se encuentra La Cueva del Túnel, un restaurante dentro de una cueva en la que poder recorrer sus pasadizos hasta llegar al comedor. De hecho es la primera bodega convertida en Restaurante. Utilizan materia prima de la zona y embutidos con denominación de origen. El interior de la cueva es único, en roca y arcilla moldeada a pico por nuestros ancestros.

A manos del Chef Paco Roncero, Sublimotion se encuentra en Ibiza y ofrece una experiencia única. Eso si... para quien se lo pueda permitir, porque el precio ronda los 1.500€ por comensal. Combina la cocina de autor con una importante apuesta tecnológica ya que las mesas y las pantallas que hay al rededor son interactivas, cambiando de fondo constantemente para crear un ambiente único. Además, para completar la experiencia, también se usan gafas de realidad virtual. Apuntar que tan solo hay capacidad para 12 únicos comensales por noche.