Trasmoz, el único pueblo maldito de España que debes visitar si te gustan los misterios
El aura de misterio y magia se ha convertido en el reclamo.
Si estás buscando un destino diferente para este 2024, sin duda tienes que ir a Trasmoz. En lo profundo de las colinas españolas se encuentra este pueblito, un lugar impregnado de misterio y antigua magia. Con apenas un puñado de habitantes, esta localidad aragonesa ha forjado su identidad en base a una fama peculiar: ser “el pueblo maldito” de España.
La leyenda de Trasmoz, ubicado en la provincia de Zaragoza, se remonta a siglos atrás, a tiempos en los que la brujería y la superstición estaban al orden del día. En el siglo XIII, el poderoso señor feudal, el Conde de Trasmoz, se convirtió en el foco de estas creencias. Se dice que practicaba las artes oscuras y que su castillo fue escenario de rituales prohibidos por la religión. La leyenda adquirió tal magnitud que llegó a oídos de la Iglesia y decidió excomulgar este lugar. Se trata de una sentencia singular que convierte a Trasmoz en el único pueblo excomulgado de España.
Pueblo maldito y excomulgado por la Iglesia
Desde entonces, la reputación de Trasmoz ha sido inseparable de su aura de misterio. A pesar de que la excomunión fue revocada siglos después, el sello de “pueblo maldito” perdura en las páginas de la historia y en el imaginario popular. Lo que durante años fue un lastre para esta aldea, ahora se ha convertido en un reclamo turístico.
En la actualidad, en Trasmoz solo residen cien residentes. Los visitantes acuden atraídos por su legado enigmático, explorando sus calles empedradas y su Castillo de Trasmoz, testigo silencioso de antiguos secretos.
El legado de brujería y superstición impregna cada rincón del pueblo. Y uno de los mejores momentos para visitarlo es la Feria de Brujería, que se celebra cada 1 de julio. Durante este evento en el pueblo se hacen representaciones teatrales que recrean los eventos del pasado y con puestos que ofrecen pociones y brebajes, sumergiendo a los visitantes en un mundo de magia y encanto.
Sin embargo, más allá de la leyenda, Trasmoz se erige como un lugar pintoresco, anclado en la tranquilidad de las montañas y la belleza de sus paisajes. Sus habitantes, lejos de la imagen siniestra, son gente acogedora que preserva con orgullo la historia de su hogar.
Trasmoz persiste como un lugar donde la realidad y la leyenda se entrelazan. Su encanto peculiar y su pasado enigmático lo convierten en un destino fascinante para los curiosos, una ventana al pasado que sigue intrigando a propios y extraños, perpetuando así su legado como “el pueblo maldito” de España.
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