Soria misteriosa: escapada de otoño a un destino de leyenda

La noche del 31 de octubre es mucho más que disfraces, dulces y fiestas temáticas. A sus espaldas hay una retahíla de leyendas que se remontan a la edad media y dan la vuelta al mundo. El día para honrar a los muertos toma docenas de nombres: desde Samhain en Irlanda hasta Chuseok en Corea del Sur, y bebe de miles de historias alrededor del globo. Algunas sin autor conocido y otras que han dado el salto desde la literatura a la cultura popular, formando parte de sus tradiciones y llamando la atención de hordas de turistas fascinados por una forma diferente de celebrar Halloween.

Mientras que algunas leyendas son anónimas y sirven para mantener viva la tradición y los valores propios de un lugar, otras surgen de la imaginación desbordada de literatos y, por supuesto, de los lugares que los inspiran. Y Soria, tierra de escritores y poetas, ha sido (y sigue siendo) uno de esos destinos vetustos y enigmáticos que han hecho volar la imaginación de los artistas, haciendo estos últimos lo propio con nosotros. Descubre un lado diferente, místico y maravilloso de una de las ciudades más emblemáticas de España a través de sus leyendas, perfectas para celebrar la noche de los difuntos.

Mitos y leyendas de Soria para pasarlo de miedo

Puede ser por un comentario pillado al vuelo en una conversación ajena, o quizá un rincón que hace encender la chispa de la imaginación que dieron origen a estas historias. De hecho, los relatos tienen más bien poco en común, al igual que sus autores. Lo único que permanece es el ambiente de los recodos y callejones y el susurro de las afueras en esta ciudad de poetas. Desde Viajar te queremos acompañar por este pequeño recorrido, entre la ficción y la realidad, por las historias y celebraciones de Soria más populares.

Declarada fiesta de Interés Turístico Regional, la ruta comienza con la lectura de relatos cortos en la cuesta de San Nicolás para finalizar con el broche de oro del desfile nocturno hasta los márgenes del Duero. Desde hace unas décadas, se celebra a la víspera del Día de Todos los Santos en 31 de octubre, en la que se recuerda el famoso relato de Gustavo Adolfo Bécquer, considerado una de las mejores historias de terror en lengua castellana.

Fue precisamente en el día de los difuntos, mucho tiempo atrás, cuando Alonso y Beatriz, hijos de los Condes de Borges y Alcudiel, se dirigen junto a sus padres a una cacería en el monte de las ánimas, lugar maldito en el cual los fantasmas de los templarios se levantaban cada noche en busca de venganza para aquellos que les traicionaron. Al volver a casa, ya avanzada la noche, Beatriz se da cuenta de que se ha dejado una cinta azul y convence a su primo para buscarlo, pero a la mañana siguiente no llegó Alonso; solo su cinta, sobre la mesita de noche, manchada de sangre. Beatriz fue encontrada muerta poco después y se cuenta que, si merodeas por la tumba de Alonso caída el alba, podrás ver el espectro atormentado de una mujer, perseguida por caballos para toda la eternidad.

Desde 1986 existe un recorrido que celebra la historia de uno de los más famosos poetas de la ciudad, saliendo de la plaza Rincón de Bécquer y llegando a la orilla del Duero, acompañado por muñecos que representan las ánimas de los caballeros templarios y otros espectros. Tanto las lecturas de relatos como formar parte del desfile tienen un precio de entrada, que se puede comprobar en la web oficial del Festival de las Ánimas.

Nuestra siguiente parada tiene lugar en la Laguna Negra, a 50 kilómetros de la capital. El monumento natural ha servido de inspiración a varios artistas, pero sin duda alguna el más famoso es Antonio Machado, que vivió y trabajó en la ciudad ocupando la Cátedra de francés en su antiguo instituto. El poema Las Tierras de Alvargonzález, dedicado a Juan Ramón Jiménez, es una obra tétrica sobre la codicia y la traición que toma como protagonista este paraje misterioso de Soria.

El poema narra la historia de dos hermanos que, movidos por la codicia, matan a su padre para recibir su mayorazgo. Sin embargo, una vez heredadas las tierras, estas se secan y agrietan, volviéndose inservibles. Tiempo después llega su hermano menor, enriquecido de su viaje a las indias, y con su regreso la tierra vuelve a la vida, lo que provoca la envidia de los parricidas, que también acaban con él. Pero, movidos por la culpa, vuelven a la Laguna Negra, donde habían hundido el cadáver de su padre, para encontrar su final.

Puedes revivir la historia de Machado haciendo una de las excursiones del Parque Natural de la Laguna Negra, como el Sendero del Bosque, la ruta a la Cascada de Covaleja y la subida al mirador, desde donde poder disfrutar las vistas inmejorables de este monumento natural.

Lindando con la Sierra de Guadarrama, en el sur de la provincia, se encuentra el pequeño pueblo de Barahona. No es una villa demasiado bulliciosa con sus 130 habitantes, pero no hay que dejarse engañar por las apariencias. Más allá de una historia sorprendentemente rica, el lugar es foco de mitos y leyendas por considerarse como uno de los mayores focos de brujería en España. De hecho, aparece recogida por el Tribunal de la Inquisición de 1527 a 1530 como un centro de brujería y aquelarres, e indica que varias penitenciarias habían ido a bailar allí, en el Campo de las Brujas.

Aparece descrito en Tesoro de la lengua castellana o española, el primer diccionario de nuestra lengua, redactado por Sebastián de Covarrubias en 1674 descrito como un lugar de brujos y brujas, y la leyenda sirvió para inspirar varias obras de literatura entre las que destacan Las brujas del Campo de Baraona, presente en el almanaque de Diego de Torres Villarroel y en la obra de teatro Las brujas de Barahona, una de las más modernas, publicada en 1977 por Domingo Miras. Los trabajos sobre este lugar llegaron incluso a dar el salto más allá de la literatura. El trabajo de Villarroel sería recuperado por el pintor Francisco de Goya, sirviendo de inspiración para uno de sus trabajos más célebres en su etapa oscura: El aquelarre.

Los alrededores de este lugar constituyen una de las joyas ocultas de la provincia, ideales para una excursión desde la capital. Sus campos, en los que se encuentran lugares como Las Lagunas de El Ojo y El Sabuco y Los Altos de Barahona, son una zona privilegiada para el avistamiento de aves, además de una gran opción para disfrutar de la tranquilidad en largos paseos y la belleza natural de la provincia de Soria.