Entre el río Cifuentes y las Tetas de Viana se encuentra un desconocido pueblo célebre por sus cascadas
La Alcarria esconde uno de los parajes naturales más bellos y desconocidos de Castilla-La Mancha por su naturaleza y patrimonio cultural.
Otoño es sinónimo de escapadas, aunque la mayoría de veces recurrimos a lugares que ya conocemos o que se han masificado con el paso de los años. Si descartamos playa y montaña, las opciones pueden parecer reducidas, aunque lo que muchos no saben es que en el interior de España se esconden algunos de los lugares con más riqueza natural e histórica de nuestro país.
Ubicado en plena comarca de La Alcarria, en Guadalajara, se ubica Trillo, uno de los municipios más especiales de Castilla-La Mancha, que pasa desapercibido para muchos, pero que podría ser el destino perfecto para una escapada de fin de semana en pleno otoño.
"El pueblo de las cascadas"
Si por algo se caracteriza este pueblo de no más de 1.400 habitantes mezcla naturaleza, historia y cultura que permite desconectar y relajarse a cualquiera que lo visite. De todo ello, lo más llamativo podrían ser sus cascadas, escondidas en las propias calles de Trillo, al que han apodado "el pueblo de las cascadas". En él confluyen la desembocadura del río Cifuentes y el río Tajo, produciendo estos inusuales saltos de agua de más de 15 metros en algunos casos.
Gastronomía, cultura e historia
El balneario de Carlos III se suma a la lista de reclamos turísticos de este pequeño pueblo, pues los tratamientos termales proceden de las aguas minero-medicinales del río Tajo. Además, Trillo alberga una gran herencia cultural e histórica dado que en la Edad Media ejercía de región fronteriza entre Carpetania y Celtiberia, lo que llevó a la construcción del castillo de Trillo en el siglo XIV. A día de hoy todavía se pueden visitar las ruinas de esta construcción.
Se suman al catálogo arquitectónico, la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora (siglo XVI), la Plaza Mayor, el puente del río Tajo también levantado en el siglo XVI, y La Casa de los Molinos, datada entre 1285 y 1312. Además, dada su ubicación, se puede visitar el paraje natural de las Tetas de Viana a menos de 12 kilómetros de este curioso pueblo.
Síguele la pista
Lo último