Radiografía de las Fallas: todo lo que debes saber y ver para vivirlas al máximo

Las Fallas fueron en 2022 las fiestas populares nacionales más buscadas en Google por los españoles. Y el interés, en un 2023 que ya ha dejado atrás todas las restricciones, parece estar al alza según un estudio realizado para el Clúster de Empresas Innovadoras para el Turismo de la Comunidad Valenciana. 

Estas fiestas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2016, están más que preparadas para batir todos los récords con unas estimaciones que prometen superar a las de 2019, año en el que se registraron un total de 6,2 millones de visitantes durante todo el mes de marzo. Te contamos todo lo que debes ver y saber para exprimir como un local las fiestas más esperadas por los valencianos. 

¿Cuál es el origen de las Fallas?

Las Fallas no han sido siempre la festividad que hoy se celebra. De hecho, su origen se encuentra en una antigua costumbre de los carpinteros de la ciudad. Para celebrar la llegada de la primavera, cada año la noche del 19 de marzo quemaban frente a sus talleres las piezas de madera (llamados parots) que usaban para elevar los candiles que le iluminaban durante el invierno.

A este fuego, para ellos purificador, se le fueron añadiendo trastos viejos y harapos hasta convertirlos en una especie de muñecos humanizados. Estos dieron paso a lo que hoy en día se conocen como ninots. Los años, y el humor de los valencianos, terminó otorgando a estas construcciones el sentido crítico, irónico y artístico que mantienen en la actualidad. 

Estas construcciones, de hecho, se han convertido en un auténtico escaparate de arte efímero que, en algunos casos, tienen presupuestos millonarios.  

¿Qué es la 'plantá'?

Una expresión que no pararás de oír los primeros días de las celebraciones de las Fallas, que siempre tienen lugar entre el 15 y el 19 de marzo de cada año. La 'plantá' es, en sentido literal, el acto de alzar una falla o hoguera en las calles de la ciudad.

La noche del 15 al 16 de marzo los artistas falleros se reúnen en las calles de Valencia para trabajar toda la noche montando el monumento para tenerlo terminado a primera hora de la mañana del 16. Hay que tener en cuenta que los días previos ya se pueden ver ciertas estructuras por las calles, pues las más grandes necesitan de más planificación y montaje. 

¿Por qué se queman?

Es habitual que los viajeros se hagan una pregunta al ver la magnitud de las Fallas: ¿Qué necesidad hay de quemar una pieza de arte tan bonita que ha costado tanto dinero? Es difícil entenderlo si no se vive la fiesta desde dentro, pero para los Falleros y Falleras la 'Cremá' (como se conoce popularmente a la noche en la que se queman estos monumentos) es prácticamente un acto religioso que sirve como colofón de sus queridas fiestas.

Lo que no saben todos los viajeros es que, cada año, hay un ninot (una de las tantas figuras que componen la falla) que se salva de la quema. Este es el conocido como 'Ninot indultat', y es elegido por todos los falleros tras una extensísima exposición en la que se vota cuál de ellos debe salvarse. El elegido, además de huir de las llamas del fuego, se expondrá permanentemente en el Museo Fallero de Valencia, donde se puede ver la evolución de estos ninots a lo largo de los años. 

¿Qué tengo que ver para vivir las fiestas como un local?

Es, sin duda, una de las experiencias valencianas más auténticas. Un espectáculo sonoro con el que la ciudad vibra a base de pólvora, un sonido único que sucede diariamente desde el 1 al 19 de marzo a las 14 horas en la Plaza del Ayuntamiento.

Eso sí, si quieres vivir la experiencia tronadora en primera línea te aconsejamos que estés en las inmediaciones de la Plaza del Ayuntamiento, al menos, una hora y media antes. Pues es habitual que valencianos y turistas se congreguen en masa alrededor de la zona de fuegos para disfrutar del ensordeceros espectáculo. 

No se pueden entender estas fiestas sin entender, previamente, cómo es la tradición de su indumentaria: el traje de fallera. Este traje tiene su inspiración en las labradoras valencianas, con una vestimenta inspirada en la tradición de la huerta al que se llamaba traje de valenciana. No fue hasta los años 60 cuando el traje se modernizó, pasando a llamarse en traje de fallera en el que se transformó en un icónico vestido que ya es conocido en buena parte del mundo. 

Un verdadero traje de fallera es un auténtico espectáculo de muñecas rusas que se compone de camisa, falda, corpiño, enaguas, medias, zapatos, manteletas, peinetas y lo conocido como aderezo: una joya que se coloca en la parte superior del corpiño, el collar y las agujas que se clavan en el moño trasero.

Para entender esta indumentaria es imprescindible paseares por algunas de las tiendas más célebres de la ciudad, como la de Álvaro Moliner que abrió sus puertas en 1946, año en el que este taller de indumentaria tradicional valenciana empezó a confeccionar el traje típico tanto de hombre como de mujer. 

El tercer hijo de la generación de los Moliner, Alejandro, cuenta que "son capaces de hacer un traje completo en 3 días”. Aunque los tiempos, cuando se acercan las fechas de fallas son mucho mayores. “Hay que tener en cuenta que un vestido no es solo la confección: tiene que venir la clienta, tomarle medidas y, sobre todo, respetar la tradición en todo lo que se hace”.

Uno de estos trajes puede costar entre 2500 euros, como mínimo, hasta todo lo que uno se quiera gastar. De hecho, este mercado es auténtico lujo con trajes en el que "solo las telas pueden costar entre 20.000 y 30.000 euros si la tela es de Espolín con oro de 18 kilates y plata”, como explica el tercer hijo de los Moliner. 

Toca moverse hasta la Ciudad Fallera, un barrio de las afueras de Valencia que históricamente ha servido como el hogar de todos los Artistas Falleros que plagan las calles de monumentos artísticos cada marzo del año. 

Un barrio en el que todavía se pueden encontrar numerosos talleres de estos artistas como el de Ximo Esteve Mares, que lleva 47 años de su vida dedicado a la creación de las Fallas. Este polígono, que sigue sirviendo como dormitorio y almacén de las mejores obras valencianas, se deja ver en las semanas previas a las fallas como un auténtico espectáculo artísticos efervescente.

Lo es porque en sus calles se agolpan algunos de sus ninots y porque es tarea sencilla encontrarse a sus artesanos poniendo a punto los últimos detalles de sus creaciones. Para los artistas falleros como Ximo “la profesión se está perdiendo”. Y es que, en un mundo cada vez más globalizado, recalca que “este trabajo solo se hace por pasión, ya que ha dejado de ser rentable”. A esto, nos cuenta, se ha sumado que las nuevas generaciones ya no quieren continuar con el legado de sus padres, una triste historia que el artista narra con tristeza. 

Esteve Mares, además, cuenta que para poder vivir durante todo el año tienen que ir un paso más allá. Es por eso que las manos de este artesano han participado en creaciones para Disneyland París, Cortylandia, Terra Mítica o el famosísimo festival Tomorrowland.

La creación de una falla, como cuenta, siempre parte de la imaginación del artesano, al que le dan una completa libertad creativa para la creación de sus obras y que, posteriormente, son ajustadas por las comisiones falleras que las compran. Ellos mismos, más que artesanos, son artistas: “Somos capaz de crear cualquier cosa que nos imaginemos con las manos”. 

Este barrio, además, es el lugar donde podemos encontrarnos con el Museo del Artista Fallero. El lugar idóneo para conocer de primera mano cómo es la construcción de estas piezas de arte. Allí se pueden contemplar bocetos, las estructuras utilizadas y la evolución del trabajo del artista fallero durante los años. Un imprescindible para vivir de primera mano como una falla termina plantándose en las calles de Valencia. 

Un paseo por las fallas es hacerlo, inevitablemente, por sus los monumentos que el día 19 harán arder las calles. Las más espectaculares son las de la Sección Especial, las que más presupuesto tienen y que son el ejemplo claro de la monstruosidad y grandeza de estas construcciones. 

Para visitarlas han habilitado un pase que puede comprarse desde la web de Visit Valencia. Este te permite entrar sin colas en los monumentos falleros más impresionantes de la ciudad, ver como están hechos por dentro y leer con calma toda la poesía crítica que traen consigo. 

Este año con el bono se puede acceder al recinto vallado que aguarda cada uno de los monumentos de las comisiones más importantes de la ciudad, que son las siguientes: Cuba-Literato Azorín, Exposición, Av. Reino de Valencia- Duque de Calabria, L'Antiga de Campanar, Plaza del Pilar, Almirante Cadarso-Conde Altea, Convento de Jerusalén-Matemático Marzal, Plaza Na Jordana y Sueca-Literato Azorín. 

Pero, sin duda, la que Falla que es de obligada visita cada año es la Municipal, que siempre se ubica en la Plaza del Ayuntamiento. Este año ha sido creada por los artistas Manolo García Lleonart y Marina Puche, que se consagra como la primera artista mujer en poder hacer la falla más importante de la ciudad.

Este año el nombre de la Falla es "Cardioversió valenciana", un gran corazón que habla de emoción, latidos y experiencias que crean alegría y palpitaciones en el corazón, emociones que restauran ese latido y momentos por los que nuestro corazón se abre, creado una metáfora de esta felicidad con el florecimiento de la flor de azahar entre naranjas al llegar la primavera. 

Eso sí... no dejes de visitar las innumerables fallas (más de 800 entre grandes e infantiles) que plagan sus calles. Más de una te dejará con la boca abierta. 

Este centro cultural, conocido como CCCC, cada año expone la obra de los artistas que han creado la falla municipal de la ciudad. Este año le ha tocado a Marina Puche, que tiene una gran herencia de padres y abuelos falleros. Una mirada a la obra de esta ilustradora bajo la exposición “Amor a primera tinta”. 

Este año es más importante que nunca, pues es la primera mujer que diseña la falla municipal grande y porque ha trabajado con Manolo García, uno de los pocos maestros falleros que se dedica exclusivamente a hacer fallas.

Esta presentación de la ilustradora, que podrá disfrutarse hasta el 28 de mayo, es un viaje a la reflexión de las cosas cuotidianas. Una sala de exposición en la que destaca el colorido donde se pueden ver las inspiraciones de la artista para terminar creando la falla más grande de Valencia: ilustraciones, ninots infantiles, bocetos, murales, estructuras falleras y orfebrería que han terminado creando la "Cardioversió valenciana". 

Es el acto más emotivo para los valencianos y, sobre todo, para los falleros. Dos días (17 y 18 de marzo) en los que todas las comisiones de fallas le hacen una ofrenda de flores a la Viren de los Desamparados, la patrona de la ciudad. Todos ellos van hasta la Plaza de la Virgen, donde se coloca una inmensa reproducción de la patrona, conocida como la 'Geperudeta', a la que se adorna con un colorido manto hecho de flores naturales.

El pasacalles se celebra las tardes del 17 y el 18 de marzo y, en su recta final, discurre por la calle de la Paz y por la calle San Vicente, con falleras y falleros de todas las edades ataviadas con el traje típico y acompañadas por bandas de música. El acto, sinceramente, es uno de los más espectaculares que se pueden disfrutar en la ciudad.