El pueblo de Álava con la salina en activo más antigua del mundo

En el tranquilo valle de Salado, en pleno corazón de Álava, encontramos un pueblo que guarda uno de los secretos mejor conservados de la historia de España: las Salinas de Añana.

Puedes descubrir las salinas de Añana gracias a las visitas guiadas que se organizan.
Puedes descubrir las salinas de Añana gracias a las visitas guiadas que se organizan. / Istock / Erlantz Pérez Rodríguez

A tan solo 30 kilómetros de Vitoria-Gasteiz, aparece ante el viajero el pequeño pueblo de Añana, famoso por albergar las salinas más antiguas en activo del mundo. Este histórico enclave ha estado produciendo sal de manera ininterrumpida durante más de 6.500 años, lo que convierte a esta joya alavesa en un destino único tanto para viajeros curiosos como para amantes de la historia y la naturaleza que buscan ponerle un poco de sal a la vida.

El valle salado de Añana, una joya por descubrir.

El valle salado de Añana, una joya por descubrir.

/ Istock / Al Carrera

Añana no es solo un lugar de producción de sal, sino también un pueblo lleno de encanto con calles empedradas por las que perderse sin rumbo fijo. Es, por tanto, uno de los destinos más atractivos de la región vasca, donde se combina la belleza del pueblo con la singularidad de sus salinas.

La historia de las Salinas de Añana

Las Salinas de Añana son un complejo de terrazas y canales que aprovechan los manantiales salinos subterráneos del valle de Salado. Este sistema, desarrollado por las civilizaciones que habitaron la zona desde la prehistoria, permite que el agua rica en sal se evapore al sol, dejando tras de sí cristales de sal pura. Este proceso, que sigue siendo prácticamente el mismo desde hace milenios, es el que otorga a Añana su fama mundial.

En Añana se explota la sal de manera tradicional.

En Añana se explota la sal de manera tradicional.

/ Istock / FotoGablitz

Debemos remontarnos a la Edad Media, puesto que entonces la sal era un bien de gran valor económico, y Añana se convirtió en uno de los centros más importantes de producción de sal en Europa. Durante siglos, el comercio de sal impulsó el crecimiento del pueblo y su relevancia dentro del Reino de Castilla. Hoy en día, las salinas continúan activas, y han sido reconocidas como uno de los principales patrimonios industriales del País Vasco.

La producción de sal en Añana es un proceso artesanal que respeta el medio ambiente. A través de un cuidado sistema de recolección manual, los salineros locales mantienen viva una tradición que ha sido transmitida de generación en generación. Además, la sal de Añana ha sido premiada internacionalmente por su calidad, destacando entre las mejores sales del mundo.

Visitas guiadas a las salinas de Añana

Uno de los atractivos principales para los viajeros es la posibilidad de realizar visitas guiadas por las salinas, donde se explica el proceso tradicional de extracción y la historia de la producción de sal en la región. Además, se puede participar en talleres de recolección de sal, una actividad ideal para familias y para todos aquellos que deseen vivir en primera persona la labor de los salineros.

Durante la visita, en los meses veraniegos, los viajeros también pueden disfrutar de las piscinas de sal, donde el agua con alta concentración salina permite flotar como si estuviéramos en el mar Muerto.

El pueblo de Álava que lleva produciendo sal desde la Prehistoria.

El pueblo de Álava que lleva produciendo sal desde la Prehistoria.

/ Istock / chekyfoto

Añana, más allá de sus salinas

Aunque las salinas son el principal reclamo turístico de Añana, este pueblo alavés tiene mucho más que ofrecer. En el casco antiguo, con calles empedradas y construcciones de piedra, nos topamos con la iglesia de Santa María, que data del siglo XII, y nos sorprende con un interior gótico y una torre renacentista.

A pocos kilómetros de Añana se encuentra la impresionante torre palacio de los Varona, un castillo medieval del siglo XIV rodeado de un foso y que ofrece al explorador una interesante visión de la vida de la nobleza vasca de la Edad Media.

Seguimos descubriendo el entorno natural que rodea a Añana, puesto que es una joya para los amantes del senderismo y las rutas al aire libre. El valle Salado nos permite realizar caminatas en las que contemplar cómo los campos de salinas se mezclan con verdes colinas y montañas. 

Torre de los Varona, muy cerca de Añana.

Torre de los Varona, muy cerca de Añana.

/ Istock / Eva Jimenez

Gastronomía con un toque salino

Otro de los grandes atractivos de Añana es su gastronomía. Los productos locales, como el aceite de oliva, los vinos de la cercana Rioja Alavesa y, por supuesto, la sal, son ingredientes clave en la cocina de la región. Muchos restaurantes locales ofrecen platos que realzan el sabor de la sal de Añana, como el bacalao al pil pil o el chuletón a la parrilla.

Prepara la cámara de fotos si visitas Añana, porque los paisajes son espectaculares.

Prepara la cámara de fotos si visitas Añana, porque los paisajes son espectaculares.

/ Istock / chekyfoto

En definitiva, si quieres descubrir el pueblo de Álava con la salina en activo más antigua del mundo, es momento de organizar una escapada y poner rumbo a Añana, un tesoro escondido en el corazón de Euskadi.

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