Las playas escondidas de las Islas Canarias: lugares secretos que debes conocer

Arenas de un color negro volcánico que contrastan con las cristalinas y azules aguas del Atlántico. Escarpados acantilados que aguardan bajo sus pies pedazos de paraíso en forma de algunas de las playas más espectaculares de España. Pero también remansos de paz poco conocidos en los que encontrar la paz de las playas más escondidas de las Islas Canarias. Hoy, recorremos esas playas no tan típicas para salirse de las rutas establecidas.

1. Playa del Juncal, Gran Canaria

Nos topamos con esta playa de piedras al noroeste de la isla, una playa naturista de piedras y rocas cuyo acceso, en ocasiones, es un poco arduo. Este lugar también es conocido como Playa del puertito, y se encuentra enclavada en el municipio de Agaete, muy cerca del límite con Faldar.

Lo mejor de esta playa es que es una cala muy cerrada protegida de las corrientes y el viento, ya que está rodeada de dos imponentes riscos que hacen que sus aguas (muy cristalinas normalmente) se encuentren resguardadas del gran oleaje. De hecho, es un lugar ideal para practicar el submarinismo deportivo.

2. Playa de Guayedra, Gran Canaria

Belleza costera: así podríamos definir a esta playa al norte de Gran Canaria. De hecho, es uno de los parajes protegidos más bellos de toda la isla por su valor geológico, de flora, fauna y arqueológico. Todo esto se resumen en una cala coqueta de impresionantes puestas de sol.

¿Dónde la encontramos? Muy cerca del pueblo de Agaete, en el barranco del mismo nombre. Te aseguramos que la experiencia aquí es realmente inspiradora: la presencia de palmeras, el negro volcánico, los espectaculares acantilados y la vista del Teide componen un cuadro que es, simplemente, perfecto.

3. Playa de Benijo, Tenerife

Para acceder a esta escondida playa tenemos que dirigirnos a la zona norte de Anaga, en las inmediaciones del pueblo de Taganana. Un recorrido que merece la pena hacer para llegar a una de las playas más bellas que puedan ver tus ojos en la que destaca un color: el negro.

De hecho, su arena fina negra brillante es uno de sus mayores atractivos, dándole toda la personalidad que se completa con sus grandes riscos volcánicos. Pero llegar a sitios bonitos también tiene su dificultad: para llegar a ella hay que bajar una larga escalinata que merece la pena.

4. Playa El Bollullo, Tenerife

Impecables aguas, arena negra de origen volcánico y un fácil acceso. Así podríamos definir a esta playa que debes descubrir de Tenerife, que es prácticamente virgen y que se conforma como una visita obligatoria si vas buscando lugares que no estén excesivamente masificados.

Esta playa es, por muchos, catalogada como “pura magia”. No es de extrañar, porque pocos lugares nos transmiten tanta paz como este al pisar su arena. Aquí, además de su laya de 160 metros de largo, nos encontramos con una cala a su derecha de unos 60 metros, ambas de una negrísima arena.

5. Playa del Viejo Rey, Fuerteventura

Nos topamos con esta preciosa playa en el municipio de Pájara y solo podemos definirla con una palabra: paz, con una arena fina y dorada, mezclada con arena negra en sus más de 800 metros de longitud y una anchura media de 18 metros.

Pero, sin duda, lo que le confiere un plus de espectacularidad son los acantilados que la rodean, que le aportan un carácter salvaje que la hace única.

6. Playa de Janubio, Lanzarote

Para encontrar esta playa debes dirigir tu mirada al sur de Lanzarote. Es allí donde nos encontramos este lugar catalogado como espacio natural protegido. ¿Dónde? En el municipio de Yaiza, junto a la laguna del mismo nombre que se conforma como el mayor conjunto de salinas de la isla. Eso sí… la belleza tiene un precio, y aquí se consuma como una playa con un fuerte oleaje, pero con una grandísima belleza paisajística.

7. Playa de Echentive, La Palma

Es una de las playas más modernas de la isla que surgió en 1971 tras la erupción del volcán Teneguía. De hecho, esta playa forma `parte del Monumento Natural de los Volcanes de Teneguía, por lo que se ubica en mitad de un paraje de gran belleza.

Esta playa, además, tiene una peculiaridad. No solo encontramos una preciosa bahía con unas aguas que merecen la pena: sino que también podemos disfrutar de unas espectaculares charcas naturales en las que darnos un baño más relajante… y más calentito.