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El Madrid que no te esperas: la Sierra Oeste

La Sierra de Madrid es un excelente destino para organizar una escapada de fin de semana. Pero no hay por qué quedarse ahí, ya que esta maravilla de espacio natural tiene muchos secretos por descubrir, que van más allá de un par de días.

El Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, construido en el año 1180.
El Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, construido en el año 1180. / Foto cedida por la Comunidad de Madrid

MadRural es un proyecto que tiene como objetivo agrupar la oferta turística rural que existe en las cuatro áreas de la Comunidad de Madrid, que son la Sierra Norte, la Sierra Oeste, la Sierra de Guadarrama y las Vegas y Alcarria madrileña.

Todas estas maravillas se encuentran a pocos kilómetros de Madrid, por lo que visitarlas supone una oportunidad única para vivir la naturaleza en estado puro y conocer el rico patrimonio histórico de la zona. Un viaje plagado de cultura, ocio e infinidad de experiencias turísticas, para todo tipo de viajeros.

Pero el entorno no es solamente apropiado para que los residentes en Madrid, o las cercanías, hagan una escapada rápida, ya que ofrece suficientes alicientes turísticos para organizar viajes de mayor duración. Hay mucho que ver. Para empezar, vamos a conocer todas las experiencias que esconde una de las cuatro zonas: la Sierra Oeste.

El patrimonio cultural de la Sierra Oeste

La Sierra Oeste, entre la Sierra de Guadarrama y la zona oriental de la Sierra de Gredos, ofrece al turista una extensa oferta en patrimonio cultural. Numerosos rincones plagados de belleza e historia, en un precioso entorno natural, esperan al viajero.

Destaca San Martín de Valdeiglesias, una de las 11 Villas de Madrid. Se pueden hacer visitas guiadas, que tienen su inicio en la Plaza Real, recorriendo, a continuación, numerosos edificios históricos de la localidad.

Una parada obligatoria es el Monasterio de Santa María la Real de Valdeiglesias, también conocido como el Monasterio de Pelayos, cuyo origen data de 1180, y que está considerado el monasterio más antiguo de la Comunidad de Madrid.

Imprescindibles resultan también los Fortines de la Guerra Civil de Navalagamella. Se trata de una ruta, de 4,7 kilómetros de longitud, que permite conocer los principales restos de fortificaciones militares, pertenecientes al bando sublevado, durante la Guerra Civil Española.

Una de las fortificaciones de la Guerra Civil que se pueden encontrar en Navalagamella,

Una de las fortificaciones de la Guerra Civil que se pueden encontrar en Navalagamella,

/ Foto cedida por la Comunidad de Madrid

Por último, es posible disfrutar de la Ruta de las Casas Vivas, localizada en Fresnedillas de la Oliva. Se trata de un recorrido que permite descubrir las pinturas de la artista madrileña Elena Parlange, que gracias a sus trabajos ha dado una nueva vida a casas abandonadas, dentro del casco urbano. Las pinturas recrean costumbres tradicionales, oficios e historias de los habitantes.

Naturaleza en estado puro

La Sierra Oeste tiene mucho que ofrecer a aquellos visitantes que busquen practicar un turismo de naturaleza.

Existe una amplia oferta de rutas de senderismo, en todo tipo de parajes y paisajes, como pueden ser la Dehesa de Navalquejigo, el Castañar de Las Rozas de Puerto Real, la ruta del Río Cofio, las Cárcavas del Río Perales… Numerosas opciones, de distintas dificultades y características, que permiten elegir la más apropiada para el turista.

Esta parte de la Sierra también cuenta con diferentes rutas de cicloturismo, para aquellos viajeros que prefieran disfrutar de los bellos paisajes montados en su bicicleta.

Como decía la canción, aquí no hay playa, al menos de costa, pero eso no significa que no existan zonas habilitadas para el baño: ahí están la playa de la Virgen de la Nueva o las playas del Embalse de Picadas. Otra opción es el famoso Pantano de San Juan, que permite también la opción de navegar por él. No hay que renunciar a un buen baño, en un entorno natural, por estar en Madrid.

Actividades acuáticas en el Pantano de San Juan.

Actividades acuáticas en el Pantano de San Juan.

/ Foto cedida por la Comunidad de Madrid

No podíamos cerrar el recorrido por la naturaleza sin tener en cuenta uno de sus aspectos fundamentales: la fauna. La Sierra Oeste es un paraíso para la observación de las aves, gracias a la Zona ZEPA de los Encinares de los ríos Alberche y Cofio. El águila Imperial es el ave propia del territorio y cuenta incluso con un espacio dedicado a su estudio: El Centro de Educación Ambiental El Águila en Chapinería, que permite conocer más sobre la especie y su hábitat, a través de exposiciones y actividades.

Maridaje para el viaje

En San Martín de Valdeiglesias es posible disfrutar del enoturismo en su máximo esplendor, ya que el programa de “Madrid Enoturismo” presenta varias bodegas, en la zona, inscritas en la D.O. Vinos de Madrid. Una opción perfecta para dar un capricho al paladar, disfrutando y descubriendo un buen vino.

Actividades para toda la familia

Si el objetivo del viaje es practicar el turismo familiar, la Sierra Oeste también tiene sorpresas para sus visitantes. Distintas opciones que garantizan el disfrute de grandes y pequeños.

El peculiar Museo Lunar de Fresnedillas de la Oliva presenta una preciosa colección de objetos espaciales. Es frecuente la organización de actividades para las familias en sus instalaciones.

Casa en Frensnedillas de la Oliva.

Casa en Frensnedillas de la Oliva.

/ Foto cedida por la Comunidad de Madrid

Los amantes de los animales tienen una parada obligatoria en el Safari Madrid. Una instalación mítica de la Comunidad, situada en Aldea del Fresno. Un bello parque zoológico, en el que descubrir una gran variedad de especies.

Y para cerrar el recorrido con magia, se ha dejado para el final el Bosque Encantado, un enorme y precioso jardín botánico, plagado de esculturas vegetales y localizado en San Martín de Valdeiglesias.

La Sierra Oeste se encuentra llena de rincones por descubrir y recuerdos que atesorar.

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