Descubre Molina de Aragón, el Pueblo Mágico de Guadalajara de las tres culturas
Visita este maravilloso Pueblo Mágico de Guadalajara que esconde un imponente castillo y sus edificios muestran una mezcla de culturas.
En lo más profundo de Guadalajara se ubica Molina de Aragón, a orillas del río Gallo y en el corazón del Señorío de Molina. Este enclave de gran valor histórico y cultural se encuentra en un entorno privilegiado, con un clima frío y seco. Tanto, que es una de las localidades más frías de España, debido a su altitud y ubicación en la meseta castellana. Aun así, lo único frío es la temperatura, pues todo lo demás resulta realmente cálido y encantador.
Uno de los emblemas más icónicos del municipio es su imponente castillo, considerado el segundo más grande de España y el séptimo de Europa. La fortaleza, que se alza majestuosa sobre un cerro, domina el paisaje urbano y ha sido testigo de numerosos episodios históricos. Su construcción se remonta a la época medieval, cuando fue utilizado como un bastión defensivo para proteger el territorio de las invasiones.
A lo largo de los siglos ha sufrido diversas modificaciones, pero su presencia sigue siendo impresionante, con sus extensas murallas y torres que narran la historia de la región. Durante la Edad Media, este territorio fue un señorío independiente, gobernado por los poderosos señores de Lara. Esta familia era una de las más influyentes de la nobleza castellana y tuvo un papel destacado en la historia medieval española.
Grandes construcciones de Molina de Aragón
El Señorío de Molina -que alberga el pueblo más pequeño de Guadalajara- gozó de una gran autonomía durante cientos de años, con sus propios fueros y leyes, lo que le permitió mantener una identidad propia frente a otros territorios de la Corona de Castilla. El papel de los señores de Lara fue, por tanto, crucial para el desarrollo económico, social y político de la región. El casco histórico de Molina de Aragón es un fiel reflejo de su pasado esplendor.
Pasear por sus calles empedradas es recorrer la historia del lugar, donde admirar palacios y casonas solariegas que pertenecieron a la nobleza local, además de conventos, monasterios e iglesias que muestran el profundo legado religioso de la ciudad. Estas construcciones, muchas de estilo románico y gótico, han sido testigos de la evolución de Molina de Aragón. Más allá del castillo, cuenta con otros grandes monumentos destacados.
Entre ellos están el Palacio de los Molina, l Palacio de los Garcés de Marcilla, el Palacio de los Montesoro, el palacio de los Marqueses de Villel, el palacio del hijo del Virrey de Manila o el de los Funes. Edificios señoriales que destacan por su arquitectura de los siglos XVI, XVII y XVIII, y las casonas de familias ilustres que reflejan el poder y la influencia que tuvo esta ciudad en su época de mayor esplendor.
Pasado judío y musulmán y presente cristiano
Como tantas ciudades medievales españolas, Molina de Aragón también albergó comunidades judías y musulmanas que convivieron allí mismo durante siglos. Por un lado, la judería, ubicada en una de las zonas más antiguas del casco histórico, conserva vestigios de su pasado sefardí, con estrechas calles y edificios que dan testimonio de la presencia judía, además del testigo de su inicial asentamiento en lo que hoy es el Prao de los Judíos.
Allí están los vestigios de la sinagoga, la escuela talmúdica, el lagar y algunas viviendas. Por otra parte, la morería está situada en otro sector de la ciudad y se comportó como ciudad musulmana que vivió en Molina tras la reconquista cristiana que fue construida a espaldas de la muralla que fortificó la villa en el siglo XIII. Aunque hay otras muchas construcciones singulares como la Iglesia de Santa Clara.
Es un hermoso ejemplo de arquitectura religiosa que, con su sobria fachada y su interior de gran belleza, es uno de los templos más importantes de Molina. A pocos metros de la iglesia se encuentra el puente románico sobre el río Gallo, construido en piedra y con unos arcos característicos que lo han convertido en uno de los símbolos más representativos de la ciudad de Guadalajara. Otra parada obligatoria es el Museo Comarcal de Molina de Aragón.
La importancia de las fiestas en Molina de Aragón
Aquellos que deseen conocer más a fondo la historia y la cultura de esta comarca pueden hacerlo en este lugar ubicado en el monasterio de San Francisco. Este alberga una colección variada de objetos arqueológicos, etnográficos y artísticos que narran la evolución de la zona desde la prehistoria hasta la época moderna. A través de sus salas, los visitantes pueden explorar el rico legado cultural de Molina y su entorno.
Molina de Aragón es conocida por sus fiestas populares, en las que se combina la devoción religiosa con la tradición festiva. Entre las celebraciones más destacadas se encuntran las fiestas de la Inmaculada, que suceden en diciembre y reúnen a los molineses para celebrar la Nochebuena molinesa. La festividad del Carmen se celebra en julio, con el desfile de caballeros de la Orden Militar del Carmen.
La fiesta del Cristo de las Victorias, patrón de Molina, es un momento de gran fervor y alegría, donde los vecinos rinden homenaje al Cristo con procesiones, música y actos tradicionales. Es una ciudad cargada de historia, patrimonio y tradición, desde su precioso castillo hasta sus estrechas calles medievales, pasando por sus monumentos religiosos y sus fiestas populares, conservando un encanto especial que atrapa a quien la visita.
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