Burgos para caminantes: cinco rutas fresquitas para gastar suela en verano

Opciones para caminar junto al rumor del agua.

Orbaneja del Castillo, Burgos
Orbaneja del Castillo, Burgos / jon chica parada

Burgos es tierra de caminantes… incluso cuando aprieta el calor y las botas parecen fundirse con cada paso. Porque la naturaleza supone siempre un resquicio de frescor y esta tierra es generosa en montañas, desfiladeros, bosques… y parajes en los que el agua es el protagonista absoluto.

Proponemos, pues, cinco rutas, que discurren entre el verdor y que, además de bonitos paisajes, se completan con miradores y pintorescos pueblos de piedra.

Las Merindades, Burgos

Las Merindades, Burgos

/ J2R / ISTOCK

Camino Natural del Ebro GR 99

Es el rey de los senderos, el mismo que acompaña el curso del río Ebro a lo largo de nada menos que 930 kilómetros. Esto implica que no todo el trayecto, claro, se extienda por la provincia de Burgos: sólo ocho de las 42 etapas de las que consta este recorrido tienen lugar en esta tierra. Y todas ellas, hay que destacarlo, son tremendamente hermosas.

Orbaneja del Castillo, Burgos

Orbaneja del Castillo, Burgos

/ jon chica parada / ISTOCK

Como no es cuestión de hacerlas todas, destacamos la Senda del Cañón de Ebro, en la que el río discurre por el macizo de Las Loras. Suele comenzarse en Valdelateja y son, aproximadamente, 15 kilómetros y unas seis horas y media si se llega a Orbaneja del Castillo desde Pesquera de Ebro. Serpenteando por el fondo de la garganta se llega a una pasarela por la que hay que cruzar el río y se atraviesan bosques mixtos de encinas, quejigos, arces, alisos, madroños, acebos y tejos.

4 rutas por Madrid, de villa en villa

Ruta Tornos de Tudanca

Es una ruta circular que forma parte de la sexta etapa del GR-99 y que discurre entre Pesquera de Ebro y Manzanedo. Son 11 kilómetros y tres horas y media de caminata a pie por un estrecho desfiladero que el Ebro ha modelado en la sierra de Tudanca hasta llegar a un puerto donde la vista es excepcional.

Vista aérea del cañón del Ebro

Vista aérea del cañón del Ebro

/ herraez / ISTOCK

Esta alargada garganta en algunos puntos apenas permite el paso del río, por lo que el camino se realiza entre paredes que en ocasiones alcanzan los 200 metros de altura y que suelen estar sobrevoladas por las aves rapaces que habitan estos acantilados rocosos.

Ruta del Cañón del Rudrón

En apenas unos tres kilómetros se abarca parte del cañón de este río, hermano menor del Ebro, en cuyo curso se funde y se confunde encajonado también entre el verdor. La senda discurre paralela al curso, por el fondo del desfiladero, y atraviesa Covanera, donde, tras un paseo, se llega al el Pozo Azul. Es en realidad una surgencia del río, que exhibe un intenso color turquesa y una curiosa característica: no tiene fin. El ser humano ha llegado a contabilizar 13 kilómetros de longitud, pero la cueva aún continúa. Es por ello una de las galerías subacuáticas más interesantes de Europa.

El Pozo Azul, Covanera, Burgos

El Pozo Azul, Covanera, Burgos

/ JavierGil1000 / ISTOCK

Ruta del Desfiladero de Mataviejas

Este otro río que da nombre al desfiladero ha erosionado también las paredes rocosas de esta ruta que traza un trayecto entre Ura y Castroceniza a través de un espacio natural único. Son 5.6 kilómetros que culminan en la desembocadura del cauce y que atraviesa multitud de curiosas formaciones geomorfológicas.

Para añadir a la naturaleza, también al paso sale la iglesia de Nuestra Señora de Castroceniza, del siglo XV, y que aún conserva la arquería que data del siglo XIII.

Cañón del río Ebro

Cañón del río Ebro

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Ruta subterránea por Ojo Guareña

Aunque no es una ruta de senderismo como tal, es profundamente recomendable realizar un paseo por esta auténtico Monumento Natural. Ojo Guareña, emplazado en plena comarca de Las Merindades, es el mayor complejo kárstico de España (y uno de los diez del planeta).

Iglesia de San Bernabé, Ojo Guareña

Iglesia de San Bernabé, Ojo Guareña

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Una impresionante cavidad formada por 18 cuevas y más de cien kilómetros de galerías distribuidas en seis pisos superpuestos.

La Cueva Palomera y la Cueva de San Bernabé son las que permiten visitas guiadas en una experiencia difícil de olvidar.

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