Benidorm en clave kitsch: 4 cosas que solo podrás hacer en el Manhattan español

No engañaremos a nadie: nos encanta Benidorm. Solo hace falta un rápido paseo por sus calles para dejarse embriagar por algunos de sus innumerables encantos: su inconfundible aroma al mar Mediterráneo, su estética kitsch que se palpa cuando alzamos la mirada hacia sus altas torres, la energía que transmiten sus terrazas y sus bares repletos de gente o las cristalinas aguas que bañan sus playas son solo algunas de las cosas que convierten a este Manhattan español en un destino soñado para el verano. 

Porque sí, porque estamos orgullosos de tener nuestro propio Manhattan. Una ciudad que, recordemos, es la segunda con más rascacielos del mundo solo por detrás de Nueva York. Aunque no siempre fue así. Benidorm es como su personalidad: un sueño. Una porción de nuestra querida y añorada Terreta que fue villa pesquera, con no tantísimos habitantes, hasta 1960, cuando pasó de ser un lugar habitado por lugareños a una promesa de una de las ciudades más cosmopolitas de España.  

En ella todavía resuenan los ecos de los primeros pasos hacia la libertad de nuestro país. Recordemos que, en 1953, Pedro Zaragoza, ex alcalde de Benidorm, hizo su mítico viaje en vespa a Madrid para pedirle personalmente a Franco que permitiese el uso del bikini en sus playas. Y así fue. De esa mítica historia todavía queda un recuerdo: el de la cruz de Benidorm, que se mandó a construir por la iglesia, a la que por aquel entonces no hacía mucha gracia el uso del bikini, para que vigilara las alturas del municipio y velase por las almas de sus moradores. 

Ahora, más de 70 años después, Benidorm sigue siendo pionera en muchas cosas: en su hotelería, con joyitas más que conocidas que forman el skyline de la ciudad o con habitaciones que prácticamente rozan las aguas del Mediterráneo, con actividades al más puro estilo ‘Las Vegas’ y, siempre, con su animada vida nocturna. Nos paseamos por la ciudad en busca de 4 cosas que, si o si, deberías hacer en una visita a Benidorm. 

Hay hoteles y hoteles, pero hay uno que nos gusta especialmente por ser uno de los más emblemáticos de la ciudad en la década de los 60 y los 70. Y nos encanta un vintage, un recuerdo y un revivir la historia de la ciudad. Lo encontramos en pleno centro histórico, frente a una de las más espléndidas playas de arena dorada que ofrece la Costa Blanca y, si te plantas en su puerta, leerás en sus letreros el nombre de Barceló Benidorm Beach. 

Un nombre que le viene redondo, pues sus habitaciones exteriores parecen acariciar el mar en sus terrazas, en las que es posible oír el susurro de las olas cada noche con la luna como acompañante. Un hotel consagrado como uno de los imprescindibles de la ciudad, donde se ha remodelado su arquitectura e interiorismo para que, manteniendo su estilo sesentero, esté acorde con el glamour que Benidorm necesita en 2024. 

Una joyita que lo es más si nos asomamos a su rooftop, donde además de encontrar un precioso bar donde degustar en primicia el “Alicante Spritz” (que, por cierto, es un escándalo), también podremos disfrutar de una de las vistas panorámicas del Mediterráneo más bonitas de toda la ciudad. Más, si cabe, cuando llega el atardecer y el cielo empieza a tornarse de tonos anaranjados. Un rooftop que, además, tiene una de las experiencias más kitsch, originales y apetecibles de un Benidorm que quiere darle un toque ‘Las Vegas’ a su agenda de apretadas actividades. 

Celebrar una boda en Las Vegas es, para muchos, un sueño. Quizás un sueño kitsch que se haga más por la anécdota que para la realidad, pero un sueño. Una tradición de la ciudad estadounidense que se remonta a la década de los 80 y que, ahora, tiene un nuevo competidor. 

Porque... ¿para que irse lejos si se puede hacer en Benidorm? De hecho, ponemos las cartas sobre la mesa y, a partir de ahora, queremos soñar con una boda al estilo Benidorm. Y es que, desde este verano, es posible casarse vestido de Elvis Presley y Marilyn Monroe en el Barceló Benidorm Beach en una experiencia que hemos probado y que catalogaremos con una sola palabra: FANTASÍA. 

Con el mismísimo Freddie Mercury como oficiante, con unas vistas dramáticas y excelsas del mar Mediterráneo al atardecer y con tus amigos de toda la vida como testigos puedes darte el esperado sí quiero en un hotel que ha decidido darlo todo por y para la anécdota. 

Y es que este hotel es el primero de la ciudad en ofrecer la experiencia de la boda exprés al estilo Benidorm (sí, Benidorm y no Las Vegas, ya sabes). Una cita que promete muchas risas y que se acompaña con una carta de cócteles de autor que han llamado ‘Beniyork’ y en el que encontramos bebidas con un mismo hilo conductor: todas están elaboradas con, al menos, un ingrediente característico de Alicante. Deléitate con el cóctel Puig Capana, con el sabor del níspero, o el Alicante Spritz, con la típica naranja de Alicante, mientras te casas con el amor de tu vida (o no) en una cita en la que solo generarás recuerdos imborrabes. 

Benidorm también es una ciudad para amantes del estilo Art Déco. Un movimiento que cubre una gran amalgama de estilos y que ya has visto antes: ¿te suena el icónico trofeo de los Óscar? Pues es puro Art Déco. Y en Benidorm encontramos algunas joyitas bajo este estilo que pueden visitarse y que, estamos seguros, te harán fascinarte con su arquitectura (que no todo va a ser disfrutar de un Alicante Spritz al sol). 

Aunque en Benidorm no destaca sobre otros estilos el Art Déco, si es cierto que nos parece muy kitsch ir en busca de unos cuantos ejemplos que nos fascinan. Uno de los ejemplos más destacados es el Edificio Coblanca 3, que se ubica en la Avenida de Europa. Una mole de líneas geométricas, detalles ornamentales y simetría que evoca una época en la que este estilo arquitectónico simbolizaba la modernidad y la sofisticación. 

Otro edificio relevante es el de la Torre Levante, ubicada en la playa de nombre homónimo. Conocido principalmente por ser un rascacielos residencial, su estilo muestra influencias del Art Déco, sobre todo en su fachada y en los detalles de su estructura. También el Edificio Don Miguel I, en la Avenida de Madrid, con elementos que podrían relacionarse con el Art Déco. Y, digan lo que digan, también se puede ver en su afamado rascacielos In Tempo, que bien podría ser un leviatán con dos desmesuradas torres rectas unidas y coronadas por un brillante diamante dorado. 

Edificios que no son solo importantes por su valor estético, sino también por su capacidad de conectar el pasado con el presente, algo MUY de Benidorm. 

El Parque Natural de Sierra Helada, ubicado en la Costa Blanca, cerca de Benidorm, es un lugar excepcional para los amantes de la naturaleza y el senderismo. Uno de los principales atractivos es la ruta de senderismo que atraviesa la cresta de la sierra, ofreciendo vistas panorámicas impresionantes del mar Mediterráneo y la costa. Esta ruta, que puede ser desafiante en algunos tramos es perfecta para hacerla en bicicleta eléctrica, que se pueden alquilar por prácticamente todo el paseo marítimo. 

De hecho, hacer una ruta en bici es la mejor manera de descubrir este Parque Natural, que cuenta con miradores estratégicamente ubicados donde se puede apreciar desde la majestuosidad de los acantilados, que se elevan a más de 300 metros sobre el nivel del mar, a la preciosa bahía de Benidorm y la Isla de Benidorm, un pequeño islote que también forma parte de este parque. 

Sierra Helada, de hecho, es especialmente bonito por su contraste entre el azul profundo del Mediterráneo con el contraste de sus montañas. La diversidad de paisajes, desde playas y calas hasta acantilados y bosques, lo convierte en un lugar visualmente cautivador.