Boa Vista en Cabo Verde: un desierto rodeado de mar

Boa Vista, sahariana, es la isla de las dunas; dunas marinas en sus orillas, así como también saharianas, en su centro, un fenómeno poco común creado por la arena del Sáhara que transporta el viento.

Cabo Verde
Cabo Verde / Iacob MADACI

Es la isla más cercana al continente africano, a poco menos de 700 km de distancia. Tiene forma redondeada y una superficie de 620 km²; es la tercera isla más grande del archipiélago. Es muy parecida a la cercana isla de Sal, de la que se encuentra a solo 60 km: está rodeada de magníficas y desérticas playas de arena fina bordeadas de aguas turquesas —normalmente tranquilas, claras y cálidas durante todo el año—. Sin duda, un paraíso por conocer, como recomiendan en la completa guía que le dedica la prestigiosa editorial de viajes Petit Futé.

Con una población de 12.000 habitantes, es también una isla salvaje y protegida, un remanso de paz que el turismo no ha devorado aún. Su relieve generalmente llano permite la aparición de una decena de cumbres que no superan los 360 m de altitud. Alojarse en Boa Vista es una garantía de descanso que solo queda perturbado por el chapoteo de las olas y el rebuzno de los burros. En invierno, sin embargo, los vientos fuertes pueden ser agotadores.

Boa Vista
Boa Vista / Andi Edwards / ISTOCK

Aquí uno encuentra un tratamiento revitalizador: una dieta saludable, a base de pescado y marisco recién capturado, combinada con el sol vigorizador y música rockera. Como en el resto del archipiélago, sus habitantes viven a su propio ritmo y con sus pasiones: fútbol, música y fiesta. No es de extrañar, entonces, que esta sea la cuna de la morna. Serenatas y tocatinas (grupo improvisado de músicos), animan gran parte de la noche. El clima árido de Boa Vista explica su vegetación de cocoteros y palmeras y la falta de agua impide el desarrollo de la agricultura. Aunque, entre noviembre y diciembre, se recolectan los dátiles, muy buenos y demandados; se trata del fruto de sus famosas palmeras (tamareiras), que destacan por su extraña pata de la que brotan varios esquejes. En este paisaje desértico, de vez en cuando podemos ver pozos, oasis de refrescantes palmeras datileras y algunas plantaciones que nos recuerdan cuánto tienen que luchar los caboverdianos contra una naturaleza hostil.

Boa Vista
Boa Vista / john michaels / ISTOCK

El norte de la isla, deinida por ser menos seca que el sur, se compone de dunas de arena blanca y llanuras pedregosas. Solo se cultiva en la Ribeira de Rabil. La costa cuenta con magníficas playas que se extienden a lo largo de cincuenta kilómetros. Las del sur, Santa Mónica y Curral Velho, siguen siendo las más bellas y famosas; están completamente desiertas, desnudas y vírgenes. Al norte, son más peligrosas por de la presencia de arrecifes y cardúmenes. Se producen numerosos naufragios debido, en parte, a anomalías magnéticas que distorsionan las brújulas de los navegantes, por eso el fondo de la isla es rica en restos de pecios y se han encontrado muchos tesoros. Boa Vista está habitada desde finales del siglo XV. Un capitán portugués, Rodrigo Afonso, después de obtener una concesión, trajo ganado y empezó a cultivar algodón. A principios del siglo XVII, la explotación inglesa de la sal aceleró el asentamiento de Boa Vista. En los albores del siglo XIX, la isla experimentó un desarrollo comercial sin precedentes.

Boa Vista
Boa Vista / manuocen / ISTOCK

Velho, siguen siendo las más bellas y famosas; están completamente desiertas, desnudas y vírgenes. Al norte, son más peligrosas por de la presencia de arrecifes y cardúmenes. Se producen numerosos naufragios debido, en parte, a anomalías magnéticas que distorsionan las brújulas de los navegantes, por eso el fondo de la isla es rica en restos de pecios y se han encontrado muchos tesoros. Boa Vista está habitada desde finales del siglo XV. Un capitán portugués, Rodrigo Afonso, después de obtener una concesión, trajo ganado y empezó a cultivar algodón. A principios del siglo XVII, la explotación inglesa de la sal aceleró el asentamiento de Boa Vista. En los albores del siglo XIX, la isla experimentó un desarrollo comercial sin precedentes.

Boa Vista
Boa Vista / Andi Edwards / ISTOCK

Hoy en día, lo que abunda son los apart-hoteles dirigida a una clientela esencialmente italiana o escandinava (que viene a pasar el invierno).

El viento favorece la práctica del windsurf y del kitesurf. También se practica mucho la pesca gracias a sus aguas ricas en peces, a pesar de la casi total falta de herramientas de trabajo. Aunque la langosta es particularmente abundante en las aguas de la isla, la falta de firmeza y, quizás también, de medios estatales para regular su captura ha puesto en peligro su reproducción.

La singularidad del desierto de Boa Vista la convierte en una isla definitivamente atractiva y encantadora. Decenas de kilómetros de playas desiertas donde las tortugas vienen a desovar, oasis donde crecen dátiles y cocoteros, dunas... Es un paisaje fascinante. Sin embargo, como en muchos otros lugares de Cabo Verde, es importante asegurarse de que estos hermosos lugares, todavía salvajes y protegidos, no desaparezcan.

Los imprescindibles de Boa Vista

- Sus inmensas playas desiertas, con visita obligada a Santa Mónica.

- El naufragio de Santa María, aunque hay que ir con cuidado y acompañado de un guía.

- El desierto de Viana, un pequeño trozo del Sáhara en el corazón de la isla.

desierto de Viana
desierto de Viana / sam74100 / ISTOCK

- Los pueblos típicos de Rabil, Fundos das Figueiras y João Galego.

- Las dunas de la playa de Chave, para descubrir en quad o en todoterreno.

- Deportes náuticos que se practican en la bahía de Estoril, en Sal Rei.

- Ballenas jorobadas que pasan por la zona entre marzo y mayo.

- Las tortugas que vienen a desovar a las playas de la isla entre junio y octubre.”

Boa Vista, la cuna de la morna

La morna es un género musical caboverdiano que nació en la isla de Boa Vista a mediados del siglo XIX. Es una música suave, melancólica y lastimera. Las letras tratan sobre el amor y la nostalgia, pero también sobre el pasado de un pueblo herido por la esclavitud. La morna combina varias influencias: el lundú angoleño, el fado portugués y, finalmente, el tango argentino. Aunque el cantante Bana es la encarnación de este género, la cantante más famosa en el extranjero sigue siendo Cesária Évora, que lo hizo famoso con su Sodade. Eugenio Tavarez, B. Leza, Luis Rendall y Jorge Monteiro son algunos de los otros artistas que también han popularizado esta música.

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