Las Termas Geométricas de Chile: un paraíso que no parece de este mundo
La relajación en piscinas naturales definitiva se encuentra en un país tan variado y bonito como Chile.
Ese país que aparece en el globo terráqueo como una 'J' del revés, estrecho, alargado y angosto, custodia algunos paisajes tan preciados y variados que conforman un entorno totalmente diferente en cada punto de su territorio: mientras que por el este está flanqueado por los imponentes Andes, por el oeste está bañado por el Océano Pacífico; así como el norte es desértico y montañoso, el sur es más húmedo y está repleto de lagos. El centro ocupa una zona de valles menores donde se encuentran las tres principales urbes, Santiago, Valparaíso y Concepción.
A unos 800 kilómetros de la capital se encuentra la localidad de Panguipulli, a orillas del lago de origen glaciar del que adopta su nombre. En el entorno prolifera el agua dulce con otros lagos -Calafquén o Pirihueico-, así como volcanes -Quetrupillán y Villarica- y, lo más llamativo, las termas Geométricas. En los bosques nativos del parque nacional Villarrica, una zona absolutamente privilegiada, se encuentra una obra del arquitecto Germán del Sol, formada por 18 piscinas naturales de piedra rellenas de agua caliente termal sin filtrar ni calentar.
Enormes piscinas naturales en un entorno privilegiado
Más de 60 fuentes naturales alimentan estas piscinas con aguas a una temperatura de 80 grados. Para su uso, se dejan enfriar hasta los 45 grados y, gracias a su constante renovación, siempre se mantiene limpia y pura. El proyecto primigenio se ideó con el objetivo de construir la piscina termal más grande posible a la que se pudiera acceder con seguridad, a través de una pasarela de madera sin peldaños. A ello añadieron baños individuales, unas casetas individuales para guardar la ropa. Además, se creó un sistema para mantener el agua entre 39 y 41 grados, así como otro de llenado y vaciado rápido.
También querían que no tuviera una profundidad mayor de un metro de aguas completamente transparentes. Un quincho completa el conjunto, una especie de bar típico de Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile, donde tomar una comida ligera. Todo respetando el entorno sin destruirlo. Así, la naturaleza y la planificación arquitectónica se mezclaron para dar forma a un microclima aprovechando la humedad y el vapor de la terma. Las piscinas tienen tres lados construidos de hormigón forrado en pizarra con unos calados en los bordes para evitar resbalones.
Japón y geometría como inspiración
El propio arquitecto cuenta en la web oficial que se inspiró en los baños de los monasterios japoneses: "El libro 'Elogio de la sombra' de Juniro Tanizaki cuenta que una de las cosas que más les gusta y mejor se ha dado en la cultura arquitectónica japonesa, son los baños de los monasterios. Están lejos de ellos, y para llegar hay que caminar un poco. En ellos uno se siente aislado de los demás y metido entre los árboles, lo que les da más intimidad". Esa calma se intensifica con la luz atenuada que prima en el lugar, que se atrapa gracias al pasto silvestre que cubre las cubiertas de la quebrada.
En palabras de Germán del Sol, "la Terma Geométrica permite experimentar la seducción primitiva de purificarse con agua o encendiendo fuego, y dejarse llevar por su constante movimiento que retiene y calma". Además, añade que la experiencia "quizá llega a su esplendor porque la arquitectura de lo construido es tosca y precisa", que permite "gozar el placer de bañarse o mirar". Para él, "la geometría destaca lo que es natural y lo separa de lo construido". Está abierto al público todos los días desde las diez de la mañana hasta las siete de la tarde y los fines de semana entre las nueve de la mañana y las nueve de la noche.
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