Santiago de Compostela en 7 paradas
Te revelamos lo mejor de la Ciudad Santa en 7 paradas mágicas.
Santiago de Compostela nos aguarda. Uno de los grandes núcleos de peregrinación del cristianismo, junto con Roma y Jerusalén, meta del Camino de Santiago, capital de Galicia y Patrimonio de la Humanidad.
En efecto, son razones suficientes para emprender un viaje con destino a esta formidable ciudad cargada de historia, en la que nos sumergiremos en un ambiente místico a la vez que profano, en una simbiosis difícil de encontrar con la misma magnificencia en otras partes del mundo. Acompáñanos en el descubrimiento de esta preciosa población gallega a través de 7 paradas mágicas e imprescindibles:
El kilómetro 0, la Plaza del Obradoiro
Es el centro neurálgico de la ciudad y el punto final del Camino de Santiago, donde confluyen las decenas de caminos que transitan los peregrinos con el objetivo de alcanzar la tumba del santo.
Su bella estampa, rodeada de insignes edificios como el Hostal de los Reyes Católicos, el Colegio de San Xerome y el Palacio de Raxoi, se ve presidida por el más importante de todos ellos, la Catedral de Santiago.
La base de todo, la Catedral de Santiago
El principal monumento de la ciudad debe toda su lógica a la custodia de la tumba del apóstol Santiago quien, de manera simbólica, preside desde la fachada de la nave central, con atuendo de peregrino, las idas y venidas de los caminantes que a diario transitan por la Plaza del Obradoiro.
Sus torres, de 74 metros de altura, sus numerosas y curiosas esculturas y sus relieves, completan el conjunto de la fachada oeste de este grandioso edificio casi milenario que supone la tan ansiada meta de todo peregrinaje hasta la Ciudad Santa.
Además de visitar la tumba donde se guardan los restos de Santiago, no hay que dejar pasar la ocasión de acudir a una de las «misas del peregrino» para ver en acción el impresionante botafumeiro, así como de subir hasta las cubiertas de la catedral, desde donde poder disfrutar de unas asombrosas vistas.
Plaza de la Quintana
Dividida en dos partes, la Quintana de Mortos, donde se realizaban enterramientos hasta el siglo XVIII, y la Quintana de Vivos, tiene a la Torre del Reloj de la catedral o Torre de Berenguela como elemento más destacado de su explanada.
Esta concurrida plaza representa como ninguna el aire místico que rezuma toda la ciudad, gracias a su famosa «sombra del peregrino», que aparece misteriosa cada noche al encenderse el iluminado público, junto a la Puerta Santa, producto del reflejo de la luz sobre un pilar de granito que, al proyectarse en el muro, toma la forma de un peregrino, dejando tras su estela numerosas leyendas acerca de su origen y significado.
Colegio de Fonseca
El Colegio de Fonseca o Pazo de Fonseca es un sublime ejemplo de estilo plateresco que comenzó su andadura a mediados del siglo XVI con la intención de reunir los estudios que existían en aquella época, en lo que supuso el inicio de la posterior sede de la Universidad Compostelana.
Su fachada, el salón del artesonado y el espléndido claustro, merecen la pena su visita.
Mercado de abastos
Es uno de los lugares más visitados de Santiago de Compostela y no faltan los motivos. Toda una experiencia cultural y gastronómica en un precioso marco arquitectónico, donde podrás tanto ver como degustar un sinfín de productos frescos y comidas elaboradas a lo largo de sus numerosos puestos.
Con varios locales de comida para llevar, son muy recomendables dos puntos. Por un lado, Marisco Manía, donde te cocinan en el momento los productos que hayas comprado en el mercado; y, por otro lado, Abastos 2.0., donde es posible consumir platos elaborados en miniatura con alimentos frescos del lugar.
Parque Alameda, mucho más que unos jardines.
Espacio de referencia del esparcimiento y el paseo de los habitantes de Santiago de Compostela desde su creación en el siglo XIX, Parque Alameda no es sólo un hermoso jardín urbano, sino mucho más.
No sólo atraen sus praderas de césped o sus árboles – entre los que destaca «La Perona», un abeto de 22 metros de altura ligado a la presencia de Eva Perón en la ciudad a mediados del siglo XX -, sino también otras muchas razones como sus cautivadoras vistas panorámicas del centro histórico, la famosa estatua de Valle Inclán o «Las Dos Marías», o el siempre socorrido Banco de los enamorados, cuya acústica y la historia que lo envuelve no dejan indiferente.
La séptima parada, protagonismo múltiple
La última de las paradas de este recorrido por Santiago de Compostela no podía dejar de lado uno de los platos fuertes del patrimonio de la ciudad, sus locales más míticos donde tapear o encontrar platos autóctonos como la Tarta de Santiago.
Desde la Rúa do Franco y su, célebre en el ambiente estudiantil, Ruta París – Dakar, hasta calles tradicionales para comer como Rúa das Orfas, Rúa da Caldeirería o Rúa Raíña.
Y locales como La Tita, O Cabalo Branco o los auténticos bares de la Rúa da Raíña, como Taberna O Gato Negro, Orella o Trafalgar, harán de la visita por las calles y monumentos compostelanos una experiencia de diez que harán que siempre queden ganas de volver a esta maravillosa población gallega.
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