Gijonomía: Pasión por el Cantábrico

Esta es la historia de Enzo, armador del puerto de El Musel en Gijón/Xixón. De siempre quiso dedicarse a la mar. Primero se enroló en algunos barcos pesqueros hasta que pudo comprarse el suyo propio. Ahora, combina las labores de mantenimiento de su embarcación con el trabajo en un pesquero más grande. Los días pasan para Enzo entre el muelle del Rendiello, preparando redes y aparejos, y las largas jornadas en alta mar.

La íntima vinculación de Gijón/Xixón con el Cantábrico se muestra en muchos aspectos. Es su horizonte, su bálsamo, su parque de recreo... y también su trabajo. Enzo vive del Cantábrico y lo que extrae de él. Un trabajo duro, pero apasionante. Como él, muchos otros: Diego, Sara, David y Abdou también se dedican a la pesca y no lo cambian por nada.

No sabemos si este modo de vida se mantendrá por muchas generaciones, pero basta con conocer a Elsa, la hija de Enzo, para comprobar que, al menos, tenemos a una gran candidata. Él le está transmitiendo esa pasión por la mar. Elsa encuentra en el muelle del Rendiello su parque de juegos. Las tardes, las pasa con su padre haciendo los deberes, correteando por el muelle y “echando una mano” a su padre.

Toda esta gente de la mar hace honor al 3er principio de la Gijonomía, que Ohm postuló generosamente para la nueva ciencia del vivir bien: “La intensidad de la corriente es directamente proporcional al valor de la resistencia”.

Gastronomía

La pesca en Gijón/Xixón va marcada por las temporadas. Y esa especie de calendario natural marca la oferta gastronómica de la ciudad asturiana. Que en Gijón/Xixón se come de miedo lo sabe todo el mundo. Y lo que ofrece el Cantábrico es algo fuera de serie: oricios (erizos), centollos, bocartes (boquerones), xarda (caballa), lubina, pixín (rape), pulpo, andariques (nécoras), llámpares (lapas), bonito, sardinas, chipirones… Cada mes, uno de esos productos es el rey de las cartas de los restaurantes y sidrerías de la ciudad.

Jornada de pesca o paseos en barco

Esta sensación se puede recrear. En Gijón/Xixón es posible alquilar una embarcación para pasar una jornada de pesca en el Cantábrico. Podrás escoger entre una jornada de unas cuatro horas y media de pesca costera o una jornada completa de 16 horas de pesca de altura (túnidos). Otra opción más recreativa es alquilar un catamarán o un velero, con o sin patrón, para conocer el litoral gijonés. El visitante descubrirá calas y acantilados y podrá darse un baño en aguas abiertas o pescar su propia cena. En una travesía de dos, cuatro u ocho horas podrá atracar en algún pequeño puerto pesquero típico para tomar un culín de sidra y una ración de pescado fresco.

La bahía de San Lorenzo

Gijón/Xixón tiene aquí su imagen más reconocida. Abre sus brazos al mundo desde el Cerro de Santa Catalina hasta La Providencia, desde San Pedro hasta el Rinconín. Y en su seno, el arenal de San Lorenzo, con sus casetas, sus olas y su río Piles.

Deportes acuáticos

Ya sea principiante, aficionado/a o experto/a, aquí tiene infinidad de actividades para disfrutar de la mar de forma activa: surf, vela, kayak, paddle surf, moto de agua, flyboard, windsurf… la diversión está asegurada.

Pescar en tierra

No solo se pesca en barco. Es muy común encontrar a gente practicando la pesca deportiva con caña en los muelles, en el puerto deportivo, en los pedreros... Si le gusta la pesca, seguro que encuentra aquí su rincón perfecto.

El Musel

El Musel es el puerto de Gijón/Xixón. Uno de los más importantes del Arco Atlántico y el más grande de España en el tráfico de graneles. En el Muelle del Rendiello se ubican las instalaciones pesqueras: la lonja de pescado, talleres y cetáreas con venta al público.

Pueblos pesqueros

En barco, en coche o en cualquier otro medio de transporte se puede llegar rápidamente a pueblos pesqueros asturianos verdaderamente únicos. No se puede perder los de Lluanco, Candás, Llastres, Tazones, Cuideiru y tantos otros...

El Puerto Deportivo

En pleno centro histórico de la ciudad podemos disfrutar de una de las mejores estampas de Gijón/Xixón, donde las embarcaciones de recreo tienen su abrigo. El Puerto Deportivo es una de las zonas con más ambiente de la ciudad, para pasear o tomar algo en sus terrazas.

Y es que tal y como empieza este tercer mandamiento de la Gijonomía, la intensidad es un rasgo característico de esta ciudad (y de sus alrededores) y así es como merece la pena descubrirla y vivirla: intensamente.