¿Por qué Gaucín es el pueblo de moda en Andalucía?

A tan solo unas pocas decenas de kilómetros de poblaciones costeras tan ligadas al turismo de sol y playa como son Estepona y Marbella, se asoma hacia el interior, entre los relieves de la serranía malagueña, una localidad cuya fisionomía y enclave le han valido para ser considerada una «postal perfecta».

Un pueblo que se ha convertido en tendencia entre los visitantes extranjeros de ciertas nacionalidades, así como el rincón preferido de algunas regiones españolas que ponen a Andalucía en el punto de mira como destino.

Subimos el telón y descubrimos Gaucín…

Una reseña de altura

Quizás no tanto por su altitud – Gaucín se encuentra a tan solo 612 metros sobre el nivel mar a pesar de situarse en un entorno montañoso – sino por las reseñas de altura que de esta población malagueña se han hecho, hoy en día podemos afirmar que se trata de uno de los lugares de moda entre los viajeros que viajan hasta Andalucía para conocer el interior de la región.

Son muchas las alabanzas a este punto de la geografía del sur de nuestro país que han venido de la mano de quienes han tenido la suerte de tropezar, de una u otra manera, con este rincón serrano alojado a poca distancia de la provincia de Cádiz y cercano del litoral malagueño y Gibraltar.

Quizás el boca a boca permitió en sus inicios que, poco a poco, este pueblo blanco fuera siendo reconocido en el extranjero, de donde ha procedido un goteo de turistas constante hasta nuestros días hasta convertirse en un destino popular en países del norte de Europa, especialmente en el Reino Unido.

Es precisamente de allí de donde ha salido la referencia periodística de Gaucín más destacada en términos turísticos hasta la fecha. Fue hace algo más de un año cuando el prestigioso diario británico The Telegraph publicó un artículo en sus páginas a través de Alexander Fiske-Harrison, quien ensalzaba en él las bondades de esta localidad hasta el punto de considerarla el pueblo con la postal perfecta o la «Notting Hill de Andalucía».

No es casualidad que este lugar haya sido elegido por artistas, viajeros y bohemios para instalarse junto a sus vecinos andaluces, aumentando el porcentaje de población foránea y dando ese toque cosmopolita al ambiente rústico y serrano que se respira entre sus tranquilas y bonitas calles empinadas.

Las 1589 personas censadas en 2020 en Gaucín – un número reducido de habitantes para los estándares medios de los pueblos de Andalucía – disfrutan de un entorno espectacular bajo la influencia del valle del río Genal, un curso de agua inmaculado que vertebra este sector de la comarca de la Serranía de Ronda.

El "Balcón de la Serranía"

Gaucín se asienta en las faldas de la sierra del Hacho enarbolando como ninguno la belleza de los pueblos blancos del valle. Su privilegiada posición, con el castillo del Águila como punta señera de las fortalezas históricas de valor estratégico en el sur de la península, le ha proporcionado una estampa de bellísima factura al mismo tiempo que unas vistas espléndidas que alcanzan hasta Gibraltar y el mar Mediterráneo.

Conocido como el «Balcón de Andalucía», el microclima húmedo de toda esta zona, favorecido por la corta distancia a la costa, hace posible la existencia de una gran riqueza natural, destacando bosques poblados de encinas, quejigos o alcornoques, que se ven tupidos por un abundante matorral que da cobijo a numerosas especies animales.

Especialmente significativa es la variedad de aves presentes en toda esta área, gracias a las características vegetales locales pero también al paso por este lugar de las rutas migratorias entre África y Europa.

Un entorno de lujo que es perfecto para el senderismo, la escalada en vías ferratas o rutas a caballo.

Mientras, en el trazado urbano de Gaucín, las calles van enfilando las cuestas dejando a ambos lados casas blancas en las que llaman la atención en muchos casos rejas y balcones de forja artesana, al tiempo que nos cruzamos con moradas señoriales, iglesias, estudios de artistas de varias disciplinas o plazoletas con gran encanto como la que alberga la Fuente de los Seis Caños, del siglo XVII.

La parte alta del pueblo sorprende con sus miradores y balcones, dando pie a levantar nuestras miradas hasta las ruinas del icónico castillo de la población, alzándose varias decenas de metros por encima del nivel de las casas y mimetizándose con un risco.

Llamado «del Águila» por la presencia continua de estas rapaces, sus 688 metros sobre el nivel del mar representan una atalaya de excepción que pone la guinda de una de las postales rurales más bonitas del interior de Andalucía.