Se acerca el Día de Muertos: el mejor lugar de México para empaparse de este ritual histórico
Viajamos hasta la isla de Janitzio, en Michoacán, para descubrir cómo celebran allí una de sus fiestas más emblemáticas.
En las tranquilas aguas del evocador lago de Pátzcuaro, enclavado en el corazón de Michoacán, descubrimos Janitzio, una isla mágica donde la vida y la muerte se entrelazan en una celebración única y conmovedora: el Día de Muertos. Un momento único en el año en el que las almas de los seres queridos regresan a la tierra de los vivos para compartir algunos instantes con aquellos que aún están en este mundo.
La noche del 1 al 2 de noviembre, Janitzio se convierte en un verdadero santuario de luz y color. Los janitcienses, ataviados con trajes tradicionales, recorren las calles en procesión, llevando consigo sus ofrendas. El lago se ilumina con miles de velas que flotan en su superficie, creando una atmósfera mágica y emotiva que se siente en el alma de cada viajero.
Día de Muertos en Janitzio
Los aromas de la comida tradicional, como el delicioso pan de muerto, las calaveras de azúcar o los dulces de calabaza, llenan el aire y crean una atmósfera única. La música y el sonido de las guitarras y violines acompañan danzas y cánticos, recordando a los ausentes que la vida sigue celebrándose en su honor.
Los poco más de 2.000 habitantes de Janitzio se reúnen para celebrar un acto de amor y gratitud hacia aquellos que han partido. Todas las generaciones vivas de una familia honran a los que ya no están con alegría y jolgorio. No es una noche de penas, sino de celebrar el paso por este mundo de aquellas personas que nos han dejado huella, demostrando que aquí solo estamos de paso y que la muerte no es el final mientras tengamos a alguien que nos honre y recuerde.
Janitzio, una isla mágica
De entre todos los rincones de México, Janitzio es uno de los enclaves más especiales para disfrutar del Día de Muertos. Hay, incluso, varias leyendas que circulan en torno a dicha festividad. Una de ellas, la más poética y de origen purépecha, dice que al morir las almas vuelan como mariposas monarcas sobre el lago encantado y solo se necesita abrir el corazón para ver las almas dibujarse entre sus aguas.
También de origen purépecha son las pirekuas, música tradicional que se canta en su idioma original y que, al caer la noche, es la particular banda sonora que inunda el cementerio. Estos cantos, al igual que el propio Día de Muertos, son considerados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
¿Qué ver en Janitzio?
Si algo llama la atención al viajero que se acerca a descubrir Janitzio es la impresionante estatua del héroe nacional José María Morelos y Pavón. Un monumento de casi 50 metros de alto (con ciertas similitudes con el Cristo del Corcovado) que se sitúa en la parte alta de la isla y que en su interior alberga una colección de pintura. Además, se pueden subir los escalones de la estatua para disfrutar de una panorámica impresionante tanto del lago como de los alrededores.
También resultan visitas imprescindibles el cementerio (que para eso se acerca el Día de Muertos) o la iglesia de San Jerónimo, un templo que data del siglo XVIII y cuya festividad se celebra el 30 de septiembre.
¿Cómo llegar a Janitzio?
Para llegar a Janitzio hay que hacerlo cruzando el lago en barca desde Pátzcuaro. La travesía es corta pero muy entrañable, ya que se podrán apreciar las diferentes barcas de pescadores, que siguen faenando con las técnicas de antaño. Las redes en forma de mariposa suponen un espectáculo único que nos traen a la mente la leyenda que hemos contado y en la que las mariposas monarca son las almas de aquellos que un día dejaron este mundo.
En definitiva, se acerca el Día de Muertos y si estás buscando el lugar más espectacular del mundo para vivir esta festividad, la respuesta es clara: Janitzio es el mejor lugar de México para empaparse de este ritual histórico.
Síguele la pista
Lo último