Cinco apetecibles escapadas con las que soñaremos esta Semana Santa

1. Fuerteventura

Su litoral virgen, con más de 150 km de arenales es una delicia para los amantes de la playa. Y su clima subtropical garantiza un tiempo benigno durante todo el año. Por algo pertenece a esas islas a las que llaman con mucho acierto Afortunadas. Fuerteventura en concreto constituye una escapada perfecta para Semana Santa por un sinfín de razones que justifican que toda ella haya sido declarada Reserva de la Biosfera. Sus playas paradisíacas, como decíamos, son una de ellas, pero también sus espectaculares parajes volcánicos, sus pueblos encantadores y su gastronomía tal vez algo olvidada y, sin embargo, exquisita (esos quesos majoreros…). Un plan ideal que tendremos que postergar.

2. Asturias

Sumergirse en la naturaleza más pura siempre es un buen plan para salir de la rutina. Y de esto Asturias sabe mucho. Por ejemplo, en el Parque Natural de Redes, situado en pleno corazón del principado, encontramos uno de los paisajes más deslumbrantes del norte del país. Montañas, bosques, lagos, cascadas que se desploman atronadoras y una belleza natural que le ha hecho merecedor del título de Reserva de la Biosfera. Vacas y verdor infinito, además de bonitos pueblos y gentes cálidas y amables, es lo que encontrarían los viajeros por estas tierras, todo ello regado con buena sidra y con unos platos contundentes y sabrosos. ¿A quien no le apetece?

3. Irlanda del Norte

A los fanáticos de Juego de Tronos se les despertó tal pasión por este lugar que a muchos se les ha quedado una espina clavada. Ahora, en Semana Santa, podría dejar de escocer, pero no será el caso, desgraciadamente, con lo que las ganas por viajar a Irlanda del Norte tendrán que esperar a otra ocasión. Y es que la belleza paisajística de esta tierra va mucho más allá de haber servido de escaparate al reino de Invernalia, Rocadragón o la Bahía de los Esclavos. Incluso sin haber visto los momentos más épicos de la serie, una ruta por sus castillos medievales, ruinas, lagos, bosques y demás rincones naturales será una idea estupenda para esas vacaciones soñadas.

4. Costa Daurada

Así al azar y sin necesidad de ir muy lejos, elegimos este tramo del litoral de Tarragona no sólo porque se trata de un destino familiar por excelencia sino también porque son muchas las opciones que ofrece para unas vacaciones deseadas. Empezando por las actividades náuticas de sus casi sesenta playas y terminando por los agradables paseos por las montañas del interior a través de caminos de herradura que transcurren entre olivos y avellanos. Y ello sin olvidad que el saber culinario es una de las grandes bazas de esta región, lo cual se confirma con el hecho de que algunas de sus localidades, como Cambrils, ofrecen un calendario gastronómico en el que cada mes se dedica a un producto de temporada para chuparse los dedos.

5. Noruega

¿Quién no sueña con viajar al norte del norte para descubrir una tierra maravillosa? Pues Noruega es el lugar donde hacer realidad este deseo con la garantía de que a nadie defraudará. Y es que su portentosa naturaleza convierte al país de los vikingos en un destino de lo más codiciado por los amantes de la aventura. En pocas horas se pueden descubrir parajes increíbles, caminar por glaciares, recorrer en ferry los fiordos, viajar al pasado a través de sus iglesias de madera o empaparse de cultura en la capital, con una arquitectura rompedora. Ya sea a Oslo, a Bergen o a Stavanger (a donde se vuela comúnmente) las posibilidades son infinitas para no dejar de soñar.

Por el momento seguiremos soñando con viajar...