El castillo privado más visitado de toda Francia que parece sacado de un cuento

Conocido como ‘el castillo de las damas’, este monumento histórico parece sacado de un cuento de hadas o de una película de Disney.

Vista del castillo y los jardines de Chenonceau.
Vista del castillo y los jardines de Chenonceau. / Istock / Aleh Varanishcha

Los castillos suelen ser lugares que favorecen que el viajero deje volar la imaginación, soñando con cómo sería la vida tras esos muros hace cientos o, incluso, miles de años. Y entre los castillos más espectaculares de todo el mundo, nos encontramos con el de Chenonceau.

Situado en las orillas del río Cher, en el corazón del valle del Loira, se alza majestuoso este tesoro arquitectónico, conocido como ‘el castillo de las damas’, que acerca al viajero no solo a parte crucial de la historia de Francia, sino también a la intriga y la influencia femenina que ha dejado una huella imborrable en su historia.

Chenonceau, el castillo de las damas.

Chenonceau, el castillo de las damas.

/ Istock / Pixilated Planet

El castillo de las damas: poder femenino

Construido en el siglo XVI sobre una fortaleza medieval, el castillo de Chenonceau nos ofrece la particular visión de las mujeres que lo han poseído y moldeado a lo largo de los siglos, desde Catalina de Médici hasta Diana de Poitiers, han dejado su huella única en cada rincón, haciendo de Chenonceau un reflejo excepcional de feminidad y poder.

El castillo, con su distintivo puente que atraviesa el río, es el monumento histórico en manos privadas más visitado de toda Francia y supone una perfecta simbiosis entre su arquitectura renacentista y la naturaleza circundante.

Chenonceau ha sido testigo de amores apasionados, intrigas palaciegas y momentos decisivos en la historia de Francia. Su galería sobre el río sirvió como hospital durante la Primera Guerra Mundial, fue comprado en subasta pública por el propietario de Chocolat Menier en 1913 por algo más de un millón de francos o ha visto como Claude Debussy ponía banda sonora a algunas de las fiestas que tuvieron lugar en sus majestuosos salones.

Chenonceau, uno de los castillos más bellos del mundo.

Chenonceau, uno de los castillos más bellos del mundo.

/ Istock / Vladislav Zolotov

Visitar el Castillo de Chenonceau es sumergirse en un viaje en el tiempo, donde la elegancia y la historia se dan la mano en una experiencia única. Y es que la grandeza, además de descubrirse en la arquitectura palaciega, también se intuye gracias a las historias de las personas que lo habitaron.

Los exteriores de Chenonceau

Antes de poner un pie en este impresionante castillo, conviene descubrir los jardines exteriores, ya que están a la altura de los de Versalles. Por un lado, aparece el de Diana de Poitiers y, por otro, el jardín de Catalina de Médicis, situados, cada uno, a un lado de Tour des Marques, el único vestigio de la fortaleza desaparecida para llevar a cabo la construcción del castillo actual.

Chenonceau cuenta con un espectacular huerto y un grandioso jardín de flores.

Chenonceau cuenta con un espectacular huerto y un grandioso jardín de flores.

/ Istock / gemadrun

Cada primavera, estos jardines se decoran con más de 130.000 plantas y flores que se cultivan en el los terrenos adyacentes; e, incluso, cuentan con un inmenso huerto. El viajero también puede perderse por el laberinto circular que está formado por unos 2.000 tejos recortados a 1,30 m de altura.

Antes de entrar en dependencias palaciegas se puede disfrutar de la granja del siglo XVI que ha sido restaurada en los últimos años del siglo xx, y cuyo patio está destinado a un público infantil o el jardín verde conocido como La Orangerie, diseñado por Bernard Palissy y que reúne una imponente arboleda.

El castillo privado más visitado de Francia

Entrar en Chenonceau es entrar en un castillo de cuento de hadas, con su planta cuadrada, su capilla o un gabinete de trabajo (que utilizó Catalina de Médici). Espectacular resulta también la galería al final del vestíbulo, ya que se sitúa sobre el río Cher. Durante la Primera Guerra Mundial en estas dependencias se instaló un hospital militar.

Habitación del castillo de Chenonceau.

Habitación del castillo de Chenonceau.

/ Istock / JackF

Las cocinas se encuentran ubicadas en los pilares del molino anterior a la construcción del castillo y destacan por tener un muelle de carga directo que facilitaba la entrada de mercancía sin necesidad de pasar por cualquier otra dependencia palaciega.

En la primera planta, el viajero descubrirá cuatro habitaciones: la de las Cinco Reinas, la de Catalina de Médicis, la de César de Vendôme y la habitación favorita de Enrique IV de Francia; mientas que en el segundo piso se encuentran las dependencias de Luisa de Lorena-Vaudémont, esposa de Enrique III.

Si vas a visitar el castillo de Chenonceau debes saber que abre todos los días del año, y requiere reserva previa. ¿Su precio? La visita completa al castillo y los jardines cuesta 15,50 euros. ¡Ah! Y la sensación de sentirse protagonista de un cuento de hadas, está incluida en el precio. Eso sí, hay que dar rienda suelta a la imaginación.

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