Bioparc, el zoo del siglo XXI está en Valencia

Científico, didáctico, ecológico, divertido y emocionante. Así es Bioparc, el nuevo zoológico de Valencia. Un parque de más de cien mil metros cuadrados que recrea con exquisito detalle espacios del bosque ecuatorial africano, la sabana y Madagascar, acoge decenas de animales importados de otros zoológicos y consigue, junto al río Turia, la inmersión de sus visitantes en los ecosistemas más bellos y salvajes de África.

Bioparc, el zoo del siglo XXI está en Valencia
Bioparc, el zoo del siglo XXI está en Valencia

El elefante Jambo de momento hay que hablarle en inglés. Llegó del zoológico de Colchester (Inglaterra) y aunque es uno de los residentes veteranos en Bioparc -ya estaba en la apertura, el 27 de febrero- aún se siente más seguro si escucha los sonidos familiares de su cuidador. La aclimatación de los elefantes es una tarea laboriosa, pero no menos que la de los lémures de cola anillada, los rinocerontes blancos, los driles o los últimos en llegar: un grupo de gorilas -entre ellos Fossey, bautizada en honor a Dian Fossey, la autora de Gorilas en la niebla- y cinco chimpancés.

Gorilas y chimpancés forman parte del Programa de Reproducción de Especies Amenazadas y si han viajado hasta Valencia es porque la asociación europea de zoos y acuarios confía en la calidad del zoológico para cuidar a los animales y en su capacidad para divulgar el conocimiento de las especies y sus ecosistemas. Bioparc es un zoológico muy joven, apenas lleva abierto seis meses, pero ya tiene las distinciones más reveladoras en cuanto al cuidado de los animales: en el parque han nacido facóceros (los primeros alumbrados en España), una hiena manchada, dos lémures de vientre rojo, varias gallinas de Guinea y tres preciosos sitatungas. En cuanto a los visitantes, la relación es también muy especial y se basa en conseguir lo que los técnicos del parque definen como "zooinmersión": la experiencia de sumergirse en el hábitat natural de los animales para verlos y sentirlos en acción.

La construcción de Bioparc, en el Parque de Cabecera de Valencia, junto al Jardín del Turia, ha exigido cuatro años de diseño, cuatro y medio de construcción y la inversión de más de 60 millones de euros por parte de la empresa que regenta el zoológico de Fuengirola. El primer desafío del proyecto fue el espacio: reproducir con acero, tierra, madera y hormigón árboles milenarios como los baobabs o los kopjes, las rocas primitivas de las llanuras del Serengeti en Tanzania. Cada baobab lleva un esqueleto de acero, recubierto con una película de hormigón que se envuelve en otra capa más fina, donde los escultores han obtenido pliegues, grietas y nudos sobre los que pintar. El resultado, firmado por la española Rain Forest, es de alta fidelidad al original. Una obra de arte.

Arquitectos, artesanos, biólogos, cuidadores y veterinarios colaboraron en los trabajos de Rain Forest para que los espacios reprodujeran los hábitats escogidos. Se quería, además, que convivieran animales de distintas especies, como en la vida salvaje, y se trataba, también, de conseguir que algunas barreras indispensables -entre leones y antílopes, por ejemplo- se ocultaran entre rocas o vegetación para preservar la sensación visual de que todos los animales, depredadores y depredados, comparten un solo ecosistema.

Los primeros habitantes de Bioparc fueron un rinoceronte blanco, un león africano y un grupo de cebras, hienas, antílopes, lémures y mangostas que llegaron procedentes de varios zoológicos europeos en febrero de 2007, un año antes de la apertura. En abril, el parque recibió una jirafa baringo procedente de Praga y poco después se incorporaron dos oricteropos, una hembra y un macho, los primeros ejemplares en un zoológico en España.

El transporte de los animales ha sido, en algunos casos, una particular aventura. Un equipo de expertos en transporte animal, procedente del zoo de Dvur Kralove en la República Checa, colaboró en algunos traslados. Rómulo, un joven rinoceronte blanco macho, llegó desde el aeropuerto de Vitoria, después de un largo viaje desde Suráfrica. De Praga vino el damán de las rocas; de Hannover, una hembra dik-dik; de Fuengirola, entre otros animales, dos hipopótamos enanos. Las cebras de Grant que viajaron desde el zoo de Copenhague tuvieron que ser entrenadas para que pudieran beber agua con pajitas de unos depósitos especiales durante el largo viaje a Valencia.

Todo el agua del parque se depura y se reutiliza hasta en un 95 por ciento. Hay cinco plantas de fi ltrado que permiten adecuar parte del agua que fl uye por los ríos y cascadas del recinto para el consumo de los animales. La energía que calienta el agua, los suelos de los cobijos y otras instalaciones del parque procede de paneles solares. El zoológico se exige ser sostenible y ecológico.

Con la llegada de los gorilas y la inauguración de su recinto de cerca de tres mil metros cuadrados, el parque casi ha completado los espacios previstos para la exhibición de flora y fauna salvaje africanas. Ahora, Bioparc es una muestra de África, pero en el futuro está previsto organizar espacios similares para la fauna y fl ora del sureste asiático y del trópico en América. Con todo, antes que crecer, el primer objetivo es que los visitantes se emocionen, que disfruten de la "zooinmersión", que aprendan, se diviertan y desarrollen su preocupación por la vida salvaje. Según el director de Bioparc, Koen Brouwer, el parque se ve a sí mismo como una gran aula abierta de diez hectáreas: "los profesores son los elefantes, los gorilas, los antílopes, el leopardo, todos los animales y los alumnos son los visitantes, somos nosotros".

Diez encuentros inolvidables

• Oricteropos: También llamados "cerdos hormigueros" o "cerdos de tierra", aunque estén emparentados con los manatíes y los elefantes. Son los únicos ejemplares de esta especie en España.

• Sitatungas: Uno de los antílopes más bellos de África. Piel marrón oscuro en los machos y marrón rojizo en las hembras. En ambos casos tienen rayas blancas en el lomo y lunares blancos en sus caras.

• Fosas: Los temibles depredadores de la película Madagascar. Son los únicos ejemplares de esta especie tan amenazada que se pueden ver en España.

• Talapoines: Se encuentran entre los primates más pequeños del mundo. Viven en África central.

• Lémures: Bioparc es el único lugar en el que puedan verse siete especies de lémures juntas. El espacio donde conviven está abierto a la interacción con los humanos. Espectacular.

• Gorilas y chimpancés: Recién llegados. Se muestran, juntos en uno de los recintos más grandes para primates que existen en el mundo.

• Hipopótamos enanos: Llegan a pesar 250 kilos, cuando el hipopótamo común alcanza los 3.500 kilos.

• Zorros orejudos: Comparten su madriguera con los oricteropos, un hecho bastante singular que exige la aclimatación de las dos especies.

• Cuatro grandes: Leopardos, leones, rinocerontes y elefantes. Los espacios que acogen a los grandes animales de la fauna salvaje africana son especialmente llamativos.

• Suricatos: Palabra kisuahili que significa "gato de roca" y que sirve para nombrar a este género de mangostas sociables, activas y, para el público, divertidas.

Síguele la pista

  • Lo último