Asturias insólita: la Ruta de los Colores del Valle Oscuro

Llanes es uno de los lugares turísticos más destacados de la parte oriental del Principado de Asturias. Tanto el núcleo de población como el resto de la costa del concejo reciben cada año a un buen número de visitantes atraídos por los muchos atractivos que nos ofrece.

Pero más allá de la concurrida costa, el concejo de Llanes puede presumir también de contar con un interior excepcional. Un interior desconocido pero en ocasiones insólito, como ocurre con el bello Valle Oscuro y su chocante Ruta de los Colores.

Un nombre que nos sorprende

Al traspasar los límites regionales entre Cantabria y Asturias por la parte oriental del Principado dejamos atrás la preciosa costa de Pechón y nos adentramos en los dominios del concejo asturiano de Ribadedeva. Avanzando desde allí hacia el occidente comenzamos a penetrar en un lugar mágico, el Valle Oscuro.

La presencia de la sierra del Cuera todo a lo largo del valle se une a una naturaleza exuberante de especies autóctonas y verdes praderas que se entremezclan con una serie de pequeños pueblos genuinos que enarbolan tanto la vida tradicional del oriente asturiano como los estilos añadidos de los indianos.

No se conoce muy bien el origen del nombre del valle, aunque las teorías más populares apuntan al espesor de los bosques de esta zona en el pasado, que impedían penetrar en ellos los rayos del sol, así como a la carencia de luz eléctrica en el valle en comparación con el resto del concejo.

A pesar de este nombre, hoy en día nos encontramos con un valle lleno de colorido, donde las vistas nos regalan distintas tonalidades de verdes intensos. Extensos prados que cuentan como telón de fondo con las montañas son el lugar de pasto de la ganadería, mientras que las manchas de bosque se intercalan con los campos cultivados de maíz.

La Ruta de los Colores

Dentro de las múltiples posibilidades que nos brinda el Valle Oscuro en lo que respecta a la presencia de caminos para poner en práctica el senderismo, existe una preciosa ruta que ha ido cobrando importancia con el paso del tiempo.

La Ruta de los Colores, como se conoce, es un trayecto circular de algo más de doce kilómetros que tiene como punto de partida y de llegada la localidad de Tresgrandas. Un recorrido bien señalizado, a poca altitud sobre el nivel del mar y de baja dificultad que tiene entre sus principales protagonistas el río Cabra, que nace junto a la población de La Borbolla y crea una franja de vida y de color a lo largo de su curso, en la que se da uno de los mejores y más tupidos bosques de ribera de toda la Asturias oriental.

La ruta nos sorprenderá a cada paso con puntos llenos de encanto y vistas espectaculares, así como con todo el patrimonio etnográfico de la zona, en el que destacan los antiguos molinos. A su vez, nos iremos topando con pueblos como Santa Eulalia, Pie de la Sierra, el Cereceu, Boquerizu o La Borbolla, donde descubriremos palacios, ermitas y las vistosas casas de los indianos, que constituyen uno de los puntos fuertes del trayecto en cuanto a la arquitectura.