Guía para contemplar los colores del otoño japonés

Los festivales de la nieve en invierno, los cerezos en flor en primavera, la gran cantidad de propuestas en verano o los intensos colores del otoño. Cualquier estación ofrece maravillosos atractivos para viajar a Japón, pero muchos aseguran que es el otoño la mejor para disfrutar de su belleza. El sonido de los grillos campana o el vuelo de las libélulas rojas marcan el descenso de las temperaturas, y con él, el inicio de estos románticos meses. Las hojas de los árboles se tiñen de rojos y ocres, cubriendo templos, jardines y parques, y dibujando largas alfombras doradas. Paisajes únicos que durante siglos han inspirado a artistas y poetas.

Admirar este espectáculo de la naturaleza conocido como momiji o Koyo, que significa “hojas rojas”, es toda una tradición que se remonta al periodo Heian (794-1195), cuando los nobles ya paseaban para contemplar el otoño. En el periodo Edo (1600-1868), samuráis seguidos de comerciantes y otras clases bajas se unieron al goce del esplendor otoñal y, poco tiempo después, los japoneses empezaron a moverse por el país en busca de los colores de la estación, actividad a la que actualmente se suman viajeros de todo el mundo.

El momiji puede disfrutarse a lo largo y ancho de Japón, desde Hokkaido, al norte, donde la coloración de las hojas llega durante el mes de octubre, hasta las islas del sur, en diciembre. La página de meteorología de Japón ofrece un pronóstico detallado de los mejores momentos en cada ciudad para presenciar el momijigari, que viene a traducirse como “cazar las hojas otoñales”.

Otoño de tres semanas

A diferencia de la floración de los cerezos en primavera, que tan solo dura unos días, el otoño puede admirarse durante aproximadamente tres semanas. De esta forma, regiones como Hokkaido y Tohoku empiezan a cambiar sus colores a principios de noviembre. El momiji avanza por el centro, en Kioto o Tokio, para acabar en Okinawa.

Mientras que la mayor parte de Honshu y Kyushu gozan de agradables temperaturas durante octubre y noviembre, conviene tener en cuenta que, hacia el norte del país las temperaturas son más bajas, especialmente en la isla de Hokkaido, donde la ropa de invierno será necesaria estos meses.

Durante este periodo es común encontrar pasteles con forma de hoja de arce (momiji manju), el árbol que simboliza el otoño en el país del sol naciente. Además, sus hojas, que pasan de verdes a rojas, se comen en tempura, normalmente acompañadas de té. Otro de los árboles protagonistas de esta mágica época es el ginkgo, que se viste de vibrantes amarillos. Al espectacular abanico de color se suma el florecimiento del lirio araña y el del crisantemo.

Festivales y todo tipo de eventos celebran durante otoño en todo Japón. El Festival Nagasaki Kunchi festeja, desde 1634, la cosecha. En Kioto nadie debería perderse el Matsuri si se encuentra en la ciudad a finales de octubre, que se celebra con una multitudinaria procesión en la que participan personas disfrazadas de samurái. El barrio tokiota de Ginza es otro de los imprescindibles durante estas fechas en las que tiene lugar la ceremonia Autumn Ginza.