10 playas paradisíacas en el Delta del Ebro

El río Ebro deja a su paso un abanico de playas naturales y poco concurridas donde reina la tranquilidad.

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Dando sus últimos coletazos en la provincia de Tarragona, el río Ebro desciende suavemente hacia el mar Mediterráneo. El parque natural del Delta del Ebro es una de las zonas húmedas más importantes de Europa occidental, donde cientos de especies de aves reposan y nidifican antes de emprender sus largas migraciones. Los arrozales y zonas de vegetación de la ribera se van desplegando en dirección a la costa, donde antes de alcanzar el mar, abren paso a playas cuya esencia natural prácticamente intacta las convierten en oasis para el descanso.

Playa Sol de Riu

Situada entre Cataluña y Valencia, Sol de Riu ha obtenido la distinción de playa virgen, gracias al perfecto estado de conservación en el que se encuentra. Los tonos verdes de los carrizos contrastan con el blanco de los guijarros y el azul turquesa del Mediterráneo. Poco transitada y alejada del núcleo urbano, es perfecta para disfrutar de un momento de paz observando las aves migratorias, respetando al máximo el medio y la vegetación de la zona.

Playa de las Delicias

Convertida en la meca del deporte, un amplio público juvenil acude a esta playa de Sant Carles de la Ràpita para practicar voleibol o aeróbic al aire libre. A lo largo de sus 250 metros de arena fina, diversos restaurantes ofrecen platos de la gastronomía local. Fue galardonada con la Bandera Azul por la calidad de sus aguas y el buen estado de sus servicios y equipación.

Playa del Parque de Garbí

En la misma localidad, se ubica la playa del Parque de Garbí, un destino idóneo para pasar un día en familia. Esta playa cuenta con un parque con césped y árboles donde los más pequeños pueden dar rienda suelta a sus juegos o reponer fuerzas con un picnic.

Playa del Trabucador

Este apéndice de más de seis kilómetros, se adentra en el mar hasta la Punta de la Banya, delimitando en toda su extensión con Alcanar y la bahía de Els Alfacs. El istmo que forma El Trabucador dispone de un camino que lleva hasta las salinas de La Trinitat, un recorrido enmarcado por la arena fina y las aguas tranquilas. Esta playa salvaje, apenas transitada, es una de las favoritas de los amantes del naturismo.

Playa de Riumar

Considerada como una de las playas más bonitas de la Costa Daurada, la playa de Riumar consta de equipación para practicar distintas actividades, siendo las más populares el alquiler de embarcaciones y de bicicletas para descubrir el Garxal y la desembocadura del Ebro de una manera diferente. Los distintos chiringuitos que rodean esta playa de arena fina son perfectos para saborear los platos típicos del Delta.

Playa de la Punta del Fangar

El Fangar es una extensa flecha litoral que se adentra en el mar al norte de la desembocadura, frente a la bahía del Fangar. En sus seis kilómetros de largo, una importante población de pájaros marinos anida en primavera. Dentro de este espacio protegido, destacan sus impresionantes dunas, en las que U2 rodó el videclip para su conocido tema “Vértigo”.

Playa de Migjorn

Situada junto a la antigua desembocadura, muy cerca de la Isla de Buda y de la laguna de la Alfacada, este reducto costero donde no llega la masificación, permite la estancia de mascotas.

Playa de Serrallo

Entre parajes acuíferos y marismas, se extiende una de las playas más tranquilas del litoral catalán. El Serrallo se caracteriza por una visibilidad y una gran extensión como playa naturista. Sus tres kilómetros de arena separan del mar un amplio paisaje interior compuesto por cultivos y lagos.

Playa del Águila

Escondida entre cuevas y acantilados, se cuenta que esta pequeña cala fue lugar de desembarco de corsarios. Su fondo marino es muy apreciado por los submarinistas, así como los senderistas que se decantan por su ruta mediterránea GR-9.

Playa de Sant Jordi d’Alfama

A los pies del castillo medieval de Sant Jordi d’Alfama, en esta playa el snorquel es el deporte rey. Si se prefiere un plan más tranquilo, se puede dar un paseo en barca, o tomar dejarse llevar por el rumor de las olas tumbado en una hamaca, mientras los más pequeños se divierten en la zona infantil.