Un incendio devastador y un avión estrellado: los peculiares atractivos de esta ruta de Girona

El avión estrellado en mitad del bosque está hoy cubierto de grafitis.

Unos cuantos reclamos que convierten a esta ruta en imprescindible
Unos cuantos reclamos que convierten a esta ruta en imprescindible / Istock / xavierarnau

Un incendio y cuatro muertes. Es la tragedia en la que se basa esta ruta por La Jonquera (Girona). El 16 de julio de 1986 se incendió un vehículo en Le Perthus, provocando un gran incendio que se propagó gracias a la tramontana. Desde Marsella partió un hidroavión Douglas DC-6, que solo logró descargar una vez antes de estrellarse, llevando a la muerte a sus cuatro pasajeros y desencadenando un nuevo foco. En total se quemaron 24.000 hectáreas y los restos del avión que aún siguen allí son muestra de ello.

Policías, guardias civiles y voluntarios se acercaron a la zona para colaborar con los 300 bomberos desplazados, pero la lucha contra el fuego era casi imposible. Las rachas de viento de hasta 120 kilómetros por hora impedían extinguir las llamas, la causa que se cree la causante del accidente aéreo. Se declaró una situación de extrema gravedad en la zona de Requesens, en el municipio de Cantallops. Después de 38 años del suceso, el hidroavión se ha convertido en la meta de una de las mejores rutas de senderismo de Girona.

La ruta

Parte desde La Jonquera. Una vez en el pueblo de Cantallops, no hay señales hasta pasados unos metros, pero finalmente aparecen indicaciones para seguir recto o torcer a la derecha. Al adentrarse en plena naturaleza, igual que van apareciendo los árboles, la cobertura hace todo lo contrario. En mitad del camino puedes detenerte también para visitar el castillo de Requesens. Hasta aquí más o menos se puede llegar en coche.

Castillo de Requesens en La Jonquera

Castillo de Requesens en La Jonquera

/ Istock / Damocean

Poco a poco irás vislumbrado señales de Requesens y placas conmemorativas en honor a los tripulantes que entregaron su vida por intentar apagar el fuego. Un poco más alante, entre los árboles aparece el hidroavión, partido a la mitad y completamente destrozado. Los escalofríos recorren el cuerpo de cualquiera que pueda presenciar esta escena e intentar imaginar lo que allí sucedió. Nada se recogió más que los cuerpos, lo que hace quizá que el escenario resulte aún más estremecedor.

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